Las internas en el Frente de Todos arden. Un hombre del riñón de Máximo Kirchner, Andrés “Cuervo” Larroque, también funcionario del gobierno de Axel Kicillof, salió a cuestionar duramente al gobierno nacional -del que su fuerza, La Cámpora, forma parte central-, por no haber cuestionado con mayor intensidad el ataque que denunció la vicepresidenta Cristina Kirchner contra su despacho durante las protestas frente al Congreso durante el debate por el acuerdo con el FMI.
“Aturden el silencio y la parsimonia del gobierno frente al ataque al despacho de la Vicepresidenta”, dijo esta mañana, a través de Twitter, el secretario general de La Cámpora y ministro de Desarrollo Comunitario de la provincia de Buenos Aires. Pasaron apenas 24 horas desde que su jefa política publicó, en la misma red social, un video donde mostraba con detalle el momento exacto de los ataques de manifestantes en contra del acuerdo.
El mensaje de la Vicepresidenta, en el que se se victimizó, había sido leído con sorpresa en el Gobierno, en especial por el nivel de virulencia. Era una clara crítica al acuerdo con el FMI y al propio Alberto Fernández. El primer mandatario, entonces, evitó pronunciarse sobre los graves incidentes frente al Congreso durante el debate legislativo. En silencio, le escribió por chat a la vicepresidenta Cristina Kirchner y se puso a disposición, al enterarse de que los proyectiles habían impactado en su despacho.
Como publicó Infobae, el mandatario tuvo, apenas un contacto breve con la titular del Senado y con su secretario privado, Mariano Cabral, para preguntarles cómo se encontraban en el momento más turbulento de una jornada legislativa signada por el caos callejero y la incertidumbre sobre los votos que emitirían los legisladores de La Cámpora en el recinto. Al momento de los hechos de violencia, Cristina Kirchner estaba en su oficina junto a su hijo y diputado nacional, Máximo Kirchner, que se ausentó del recinto, y dos de los senadores de su máxima confianza, Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti.
Mientras tanto, por lo bajo, dirigentes del entorno de Alberto Fernández resentían el video, en el que, en lugar de culpar a los violentos, parecía responsabilizar al ala moderada del Frente de Todos, que es al fin y al cabo la que impulsa el acuerdo del que Máximo Kirchner se desligó, y al cual Cristina Kirchner cuestionó en distintas ocasiones, aunque de manera ambigua. Sin mencionar el elogio a los manifestantes a los que en ningún momento cuestionó por los desmanes. Ahora, el mensaje de Larroque apunta al Gobierno.
El mensaje de Larroque dejó a las claras el nivel de las diferencias internas en el Frente de Todos, cuyo capítulo más reciente y relevante ocurrió el jueves a la madrugada, cuando el ex presidente del bloque oficialista, Máximo Kirchner, y sus pares de la Cámara baja, votaron en contra del proyecto que habilitará nuevos desembolsos de parte del FMI para afrontar los próximos pagos de la deuda de 44 mil millones de dólares que contrajo el ex presidente Mauricio Macri en 2018.
Llamativamente, una hora después de que Larroque hubiera publicado su tuit incendiario, una ministra de Alberto Fernández salió también a defender a Cristina Kirchner y a pedir repudios. “En democracia, un ataque como el que sufrió Cristina Kirchner en su despacho debe ser enérgicamente repudiado por todos los sectores. Las ideas y posiciones políticas nunca pueden derivar en actos violentos ni agresiones personales”, dijo la titular de Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta. Algunos usuarios le advirtieron que ya era demasiado tarde.
Durante los disturbios, no sólo resultaron rotos los vidrios de las ventanas de algunos despachos del Senado: también sufrieron heridas cinco efectivos policiales. Uno de ellos fue atacado con una bomba molotov y está internado por quemaduras. Sobre este hecho, no hubo ningún pronunciamiento oficial ni del kirchnerismo.
En cambio, en la Casa Rosada y en la Cámara de Diputados defendieron la decisión de no poner vallas en torno al Congreso Nacional, con el fin de jerarquizar el mensaje simbólico de que la sede legislativa no estaba cercada y protegida de cara a la población. Lo cual derivó en el ataque contra el despacho de la Vicepresidenta. Sin embargo, la seguridad en torno al Palacio del Congreso también es, en parte, responsabilidad suya.
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