Mauricio Macri y Gerardo Morales trataron de acercar sus posiciones sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ex presidente tiene una postura más cercana al rechazo, mientras que el gobernador de Jujuy quiere apoyar al Gobierno para disipar la zozobra económica. Dicen que fue una charla “amigable” y que coincidieron en que hay que votar el financiamiento y evitar el default. Quedaron en seguir conversando, sobre todo porque todavía no se conoce la letra chica del entendimiento, y acordaron un objetivo: tratar de unificar las posiciones en Juntos por el Cambio para votar el acuerdo en el Congreso.
Para el ex jefe del Estado, la renegociación de la deuda argentina que firmó la Casa Rosada perjudicará al país y se convertirá en una “bomba de tiempo” para el próximo gobierno, en sintonía con el diagnóstico de economistas de la coalición opositora. El mandatario jujeño está alarmado por el fantasma del default y está seguro de que todo lo que se firme con el Fondo deberá ser renegociado.
Fue el tema casi excluyente del encuentro en una conocida hamburguesería de la localidad bonaerense de Martínez, pero no el único: el titular del radicalismo se quejó por el tuit del senador del PRO Ignacio Torres (Chubut) contra el diputado de la UCR Facundo Manes, de quien dijo: “Habla mucho del cerebro pero lo usa poco, no es tiempo de vanidades”. El jefe del radicalismo le exigió al legislador que se rectifique y le advirtió: “La construcción de una Argentina mejor parte de la tolerancia y del diálogo. Los agravios contra Facundo Manes merecen un enérgico rechazo y no representan en absoluto los valores que nos definen en Juntos por el Cambio como un espacio plural”.
Ambos dirigentes de Juntos por el Cambio se sentaron en una de las mesas de la ancha vereda de la avenida del Libertador al 14.000, entremezclados con otros clientes. El ex presidente venía de reunirse en su casa de Acassuso con el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, para analizar la situación que atraviesa Ucrania, tras la invasión de Rusia, y el “futuro” del país y la región.
A Macri y Morales los vieron gesticular con intensidad, pero sin levantar la voz. Pese a las diferencias, coinciden en que el gran objetivo de JxC es mantener como sea la unidad. Si no lo logran, saben, se alejarán las chances de que pueda regresar al poder en 2023.
En el encuentro de ayer, Macri y Morales hablaron sobre la posibilidad de facilitarle el quórum al oficialismo para aprobar el memorando de entendimiento en el Congreso, aunque sobrevoló la alternativa de dejar en libertad de acción a los legisladores de Juntos por el Cambio para votar como prefieran. Podría ser un recurso para evitar que las diferencias terminen en una ruptura. Aun así, se juramentaron en intentar llegar a una postura común en JxC a la hora de la votación parlamentaria del memorando.
En la conversación analizaron el escenario que se le presenta al Presidente, que tiene un frente interno complicado: el kirchnerismo se resiste a respaldar un acuerdo con el FMI que incluirá ajuste económico, con recortes de gastos, baja de subsidios y aumentos de tarifas. Por eso la oposición insiste en que Alberto Fernández debería convencer primero a Cristina Kirchner y a La Cámpora de votar la iniciativa que promueve para acordar con el Fondo: si lo hace, tendría el número de legisladores para aprobarla.
Sugestivamente, dos referentes camporistas como Máximo Kirchner y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, de viaje en Europa, no estuvieron el martes pasado en la Asamblea Legislativa para acompañar al primer mandatario en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso. Y La Cámpora publicó ayer en las redes sociales un video con críticas de Néstor Kirchner al Fondo: “El FMI ha actuado como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino”.
Morales es partidario de “aprobar el financiamiento y nada más, sin sobreactuar ni involucrarse con el ajuste que haga el Gobierno”. Macri coincide en que un default sería demoledor para la Argentina, aunque cree que el acuerdo que firmó el ministro Martín Guzmán condicionará al gobierno que asuma en 2023 y no resolverá ninguno de los problemas estructurales del país.
Aun así, los dos coincidieron ayer en protestar porque la oposición sigue sin tener los detalles del entendimiento. El que se refirió al tema en las últimas horas fue el senador de la UCR Alfredo Cornejo: “Anuncian el acuerdo con el FMI con bombos y platillos, pero aún no presentaron ni el proyecto de ley ni los anexos con el contenido. Ni el kirchnerismo se atrevió a tanto. Del relato pasamos al ‘yo no miento’”, publicó en Twitter.
Las diferencias entre el PRO y sus socios del radicalismo y de la Coalición Cívica se amplifican por otros componentes: además de las críticas del senador Torres contra Manes, todavía subsiste el malestar por la decisión de los legisladores del partido de Macri de haber abandonado la Asamblea Legislativa en protesta por las críticas del Presidente al gobierno de Cambiemos.
Si bien en la dirigencia de JxC se conocía la jugada del PRO, causó indignación en la UCR y en la Coalición Cívica que dirigentes y militantes del partido que conduce Patricia Bullrich hayan atacado luego desde las redes sociales a los diputados y senadores que decidieron quedarse sentados en sus bancas en la Cámara de Diputados, pese a los cuestionamientos presidenciales.
El presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, se refirió al tema en diálogo con Infobae: “No podemos hacer política con chicanas y golpes bajos en Juntos por el Cambio”, dijo, y advirtió que “la unidad es importante, pero no puede ser a cualquier precio”.
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