El gobierno de Alberto Fernández respaldó la resolución que votó la Asamblea General de la ONU, que condena la invasión perpetrada por Rusia y exige el retiro de sus tropas de Ucrania. La sesión extraordinaria se realizó ayer, pero la votación se concretó hoy.
El texto “deplora en los términos más fuertes la agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania” en violación del artículo 2 de la Carta de Naciones Unidas, que prohíbe a sus miembros recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza e insta a todos los miembros a que respeten la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de cualquier Estado.
“El mensaje de la Asamblea General es alto y claro”, dijo a la prensa el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. “Pongan fin a las hostilidades en Ucrania, ahora. Abran la puerta al diálogo y a la diplomacia, ahora”, agregó.
Del total de los presentes, 141 votos afirmativos, 35 abstenciones y 5 negativos. La Argentina se anotó entre quienes acompañaron la resolución. Este martes la Representante Permanente de la República Argentina ante Naciones Unidas, la embajadora María del Carmen Squeff, había adelantado la postura del país.
“Hemos pedido a todas las partes involucradas en la situación generada en Ucrania desescalar el conflicto. Es por ello que coincidimos en hacer un llamado al Secretario General y a todas las instancias multilaterales existentes, a cooperar para desactivar este conflicto”, sostuvo durante su discurso.
En esa línea, pidió “el regreso a la mesa de negociaciones de todas las partes involucradas para alcanzar una solución a través del diálogo político”, que haya “negociaciones directas” y que se utilicen “todos los medios pacíficos que puedan servir para detener la violencia y ayudar a lograr una paz justa y duradera”.
“La República Argentina condena la invasión a Ucrania y reitera a la Federación Rusa que cese inmediatamente en el uso ilegítimo de la fuerza, así como las operaciones militares en territorio ucraniano”, afirmó.
Squeff también hizo hincapié en un tema muy sensible como es la posibilidad de que Rusia utilice armas nucleares si el conflicto bélico escala. Así lo aseguró en las últimas horas el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
“Hemos establecido principios claros con respecto a las armas de destrucción masivas, en particular el uso de las armas nucleares. Al tiempo que defendemos el uso pacífico de la energía nuclear y la no proliferación, debemos avanzar hacia la destrucción total de un armamento que amenaza con la destrucción del planeta”, sostuvo la embajadora.
Además, dejó en claro que “no cabe duda que el poder de la paz internacional se basa en la libertad, la igualdad, la justicia y el respeto por los derechos humanos de todos los estados sin distingos”.
Squeff hizo alusión al pedido del Papa Francisco cuando: “… a todas las partes implicadas que se abstengan de llevar a cabo cualquier acción que pueda causar aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desprestigiando el derecho internacional”.
El gobierno argentino ha endurecido su postura sobre la invasión rusa a Ucrania con el paso de los días. En las últimas intervenciones en la ONU mantiene el pedido de cese al fuego y el retiro de las tropas rusas.
Tal como había adelantado Infobae, Alberto Fernández ya tenía decidido que Argentina condenará la invasión de Rusia a Ucrania durante el debate en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), respaldando un proyecto de declaración presentada por Estados Unidos y Albania que repudiaba la guerra desatada la semana pasada.
El lunes el canciller Santiago Cafiero había planteado una línea similar a la de Squeff durante su participación en la ONU. “La Argentina reitera a la Federación de Rusia que cese inmediatamente en el uso de la fuerza y condena la invasión a Ucrania así como las operaciones militares en su territorio”, sentenció.
Durante su exposición, el funcionario indicó: “Lo que no es legítimo es recurrir al uso de la fuerza y violar la integridad territorial de otro Estado como forma de resolver un conflicto. Las guerras preventivas son condenables porque no son lícitas. Para discutir está la diplomacia”
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