Alberto Fernández decidió que Argentina condenará la invasión de Rusia a Ucrania cuando se debata hoy en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) un proyecto de declaración presentado por Estados Unidos que repudia la guerra preventiva desatada por Vladimir Putin. La decisión presidencial derrotó la estrategia política de Cristina Fernández de Kirchner, quien a través del vicecanciller Pablo Tettamanti planteó que Argentina debía abstenerse para evitar roces diplomáticos con Vladimir Putin.
Es la primera vez desde que se inició la invasión de Rusia a Ucrania que Alberto Fernández se mueve en línea recta y evitar compensar la mirada bipolar que tiene CFK sobre las relaciones exteriores. En este escenario de disputa interna ya saldada, Santiago Cafiero anticipó hoy la posición de la Argentina durante su discurso en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que sesiona en Ginebra.
“La Argentina reitera a la Federación de Rusia que cese inmediatamente en el uso de la fuerza y condena la invasión de Ucrania así como las operaciones militares en su terreno”, afirmó el canciller en la Comisión de Derechos Humanos.
La Asamblea General que inicia hoy es considerada de “Emergencia” porque intenta superar el veto que impuso Rusia en el Consejo de Seguridad para evitar una fuerte condena a su invasión a Ucrania. El Consejo de Seguridad tiene cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) y otros diez no permanentes que se designan todos los años.
Cuando se crearon las Naciones Unidas, los cinco miembros permanentes establecieron las reglas de juego por haber vencido durante la Segunda Guerra Mundial. Y en esas reglas de juego, el veto en el Consejo de Seguridad implica una decisión geopolítica para asegurar intereses propios en un mundo que se encaminaba hacia la Guerra Fría.
En noviembre de 1950, la Asamblea General atenuó ese privilegio de Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, y estableció una excepción frente a una posible amenaza a la paz y la seguridad global. Si el Consejo de Seguridad -a través de un veto- pone en peligro la estabilidad del sistema internacional, se puede convocar a una Sesión Especial de Emergencia.
Y es lo que sucedió: Putin vetó la condena a la invasión a Ucrania, y Estados Unidos junto a Reino Unido y Francia logró que hoy inicie una Sesión Especial de Emergencia. Se trata de la única oportunidad que tiene la Asamblea General para tomar decisiones que pertenecen al Consejo de Seguridad.
Sólo se convocaron sesiones especiales de emergencia para tratar las situaciones en el Canal de Suez (1956), Hungría (1956), Medio Oriente (1958), Congo (1960), Medio Oriente (1967), Afganistán (1980), Palestina (1980), Namibia (1981), Medio Oriente (1982) y Palestina (1997), que aún continúa abierta a las deliberaciones.
El Departamento de Estado activó toda su influencia política para lograr un apoyo superlativo cuando se vote la condena en la Asamblea General de Emergencia. En este sentido, la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Linda Thomas Greenfield, envió un mail a todos los representantes diplomáticos para obtener su apoyo al proyecto de declaraciones que vetó Putin en el Consejo de Seguridad.
“Vote sí, si usted apoya el derecho de Ucrania -o de cualquier país- a la soberanía e integridad territorial. Vote sí, si usted piensa que Rusia debe ser hecha responsable por sus acciones. Vote “no” , o absténgase, si usted no sostiene la Carta, y se alinea con las acciones agresivas y no provocadas de Rusia. Así como Rusia tuvo una opción, usted también la tiene”, sostiene el mail que remitió la representación de Estados Unidos en la ONU.
La carta de Thomas Greenfield también llegó a la embajada argentina ante las Naciones Unidas. Fue enviada a la Cancillería en un cable secreto, y a partir de ese momento hubo una puja interna para definir la posición del país ante la propuesta de la Casa Blanca.
Cafiero, Gustavo Beliz (secretario de Asuntos Estratégicos) y Jorge Arguello (embajador en Washington) argumentaron que Argentina debía votar por la condena a la invasión de Rusia a Ucrania. El vicecanciller Tettamanti, representando la perspectiva internacional de Cristina, propuso la abstención.
Hace dos días, Alberto Fernández dirimió la disputa entre el ala occidental del Palacio San Martín y el enclave pro ruso de la Cancillería. Optó por apoyar la propuesta de Estados Unidos, pese a los cuestionamientos públicos y reservados de CFK.
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