La invasión que inició el presidente ruso Vladimir Putin a Ucrania genera repudio en el mundo. Gobiernos, partidos políticos, organizaciones civiles, personalidades de la cultura se suman al rechazo del ataque con distintas modalidades de protesta. En Argentina, dos diputados de Juntos por el Cambio comunicaron una curiosa propuesta para “ponerle el cuerpo a la paz” y rodear de apoyo a los habitantes ucranianos.
“Con @WolffWaldo le propusimos al encargado de negocios de la embajada de Ucrania en Argentina, que el gobierno ucraniano convoque a legisladores del mundo y organizaciones civiles, a citarnos un día y una hora, en algún sitio del territorio ucraniano para ponerle el cuerpo a la paz”, publicó hoy en su cuenta de Twitter el diputado nacional Gerardo Millman.
Tanto Wolff como Millman se encolumnan detrás de las críticas al Gobierno nacional por no adoptar una postura más enfática de condena al ataque ordenado por Vladimir Putin y evitar la “neutralidad” en el pedido de pacificación. En los últimos días, el conjunto de la mesa nacional de Juntos por el Cambio emitieron un comunicado con la postura de repudio a la invasión. Además, mantuvieron un asiduo diálogo con el encargado de negocios de la embajada de Ucrania, Sergiy Nebrat, con reuniones de los que participaron la presidenta del PRO, Patricia Bullrich y la legisladora nacional Graciela Ocaña.
El jueves por la noche, la coalición opositora convocó a una marcha a la sede de la embajada de Ucrania, situada en la calle Olleros al 2100, para manifestar su apoyo al país atacado y exigirle al gobierno que repudie la guerra desatada por Rusia. A la concentración asistieron los diputados nacionales Silvia Lospennato, Pablo Torello, Paula Olivetto y Fernando Iglesias, del PRO. Entre otros, también asistieron el presidente de Republicanos Unidos CABA, Yamil Santoro; y el legislador porteño Roberto García Moritán.
En este contexto, la oposición volvió a apuntar contra el Poder Ejecutivo por su política exterior. Patricia Bullrich criticó en las últimas horas al gobierno de Alberto Fernández, al que acusó de “balbucear” en la última reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en la que no apoyó una resolución para condenar enérgicamente al líder del kremlin, Vladimir Putin, por la invasión “ilegal, injustificada y no provocada” a Ucrania.
A este punto del conflicto, el vínculo entre la diplomacia ucraniana y el Gobierno nacional no transitan por su momento de mayor sintonía.
En la Casa Rosada había cierta sorpresa por las declaraciones de Sergiy Nebrat, quien se había mostrado disconforme con uno de los comunicados de la Cancillería sobre la invasión de Rusia. Tras exigir señales más claras, el diplomático ucraniano dijo que no lo habían recibido. En la administración nacional remarcaron que el representante tuvo una reunión hace 48 horas con el vicecanciller, Pablo Tettamanti, y que hay un vínculo fluido con el Palacio San Martín.
Un conflicto en efervescencia
Las acciones de solidaridad se replican cuando se cumple el tercer día de recrudecimiento del conflicto bélico. Los combates llegaron hoy a las calles de Kiev. Los informes dan cuenta de enfrentamientos en distintos puntos de la capital y hubo reportes de misiles cerca del aeropuerto de Zhuliany, una de las dos terminales aéreas comerciales de la ciudad.
Los combates en el resto del territorio se mantienen en ciudades clave como Odesa, Jerson y Mykolaiv.
Un total de 198 civiles ucranianos murieron y más de mil resultaron heridos desde que anteayer Rusia comenzó su ataque a gran escala contra su vecino, indicó hoy el ministro de Salud de Ucrania, Viktor Liashko, en Facebook.
Decenas de militares ucranianos también perdieron la vida, mientras que del lado ruso no se brindó ninguna información al respecto. Kiev afirma infligir duras bajas al ejército invasor.
El ejército ruso aseguró por su parte haber tomado Melitopol, lo que sería la primera gran ciudad controlada por Moscú desde el inicio de la invasión.
Ubicada a unos 730 kilómetros al sudeste de Kiev y a unos 50 kilómetros del mar de Azov, es la segunda mayor ciudad de la región de Zaporiyia, limítrofe con Donetsk, una de las dos provincias ucranianas -la otra es Lugansk- separatistas prorrusas.
Rusia reveló que atacó instalaciones militares de Ucrania con misiles de crucero navales y aéreos y afirmó que ya había destruido o inutilizado 821 objetivos castrenses ucranianos entre tanques, vehículos blindados y sistemas de misiles antiaéreos.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski aseguró que su ejército “mantiene el control” de la capital y sus alrededores, aunque se dispuso un toque de queda hasta el lunes, mientras varios países aceleraron el envío de armas para asistir a los locales.
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