El gobierno argentino no apoyó la resolución que emitió la Organización de los Estados Americanos (OEA) que condena enérgicamente a Vladimir Putin por la invasión “ilegal, injustificada y no provocada” de Rusia a Ucrania. El argumento esgrimido por la administración de Alberto Fernández y Cristina Kirchner para evitar la condena fue la supuesta “falta de pertinencia” del organismo regional para tratar el ataque militar que dispuso Moscú. La iniciativa fue apoyada por 24 países, menos Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia y Nicaragua.
La declaración que se aprobó hoy, leída por la embajadora de Guatemala ante la OEA, Rita Claverie de Sciolli, exige al Kremlin cesar inmediatamente sus hostilidades y “volver a la vía del diálogo y la diplomacia para la solución de controversias”. Según pudo saber Infobae, el gobierno argentino decidió no apoyar la resolución, con el argumento de estar en desacuerdo con ciertos términos, y optó por leer el comunicado que redactó la Cancillería argentina que había rechazado la acción bélica.
Los países que apoyaron la declaración son Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago y Venezuela, que está representada en la OEA por funcionarios afines al líder opositor Juan Guaidó. Durante la reunión, Honduras también pidió unirse a la declaración. El caso contrario fue el de Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia y Nicaragua.
La declaración de la OEA asegura que la operación militar rusa en Ucrania es contraria a los “principios de respeto de la soberanía y la integridad territorial, así como a la prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza, y a la resolución pacífica de las controversias, que están consagrados en el derecho internacional y en la Carta de las Naciones Unidas”. También hace un llamado a las partes a respetar sus obligaciones de derecho internacional humanitario, “en particular en lo relativo a la protección de la población civil y de quienes ni participan en las hostilidades”.
La embajadora de Ucrania ante Estados Unidos, Oksana Markarova, agradeció la declaración y pidió que países aliados impongan fuertes sanciones contra Rusia. También pidió que la OEA elimine el estatus de observador permanente que tiene Rusia. “Pedimos justicia en estos momentos”, dijo en la reunión.
En cambio, Argentina replicó el último comunicado emitido por Cancillería, en el que hacía “su más firme rechazo al uso de la fuerza armada” y lamentaba “profundamente la escalada de la situación generada en Ucrania. Las soluciones justas y duraderas sólo se alcanzan por medio del diálogo y compromisos mutuos que aseguren la esencial convivencia pacífica. Por ello llama a la Federación de Rusia a cesar las acciones militares en Ucrania”.
“Reitera la necesidad del pleno apego a todos los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, sin ambigüedades ni dando preeminencia a unos sobre otros, con pleno respeto del derecho internacional, a la soberanía de los estados y su integridad territorial, la solución pacífica de las controversias y el pleno y profundo respeto por los derechos humanos”, agregaba el comunicado.
También, insistían en su “compromiso y confianza en que puedan activarse para ello todos los mecanismos de la comunidad internacional, con activa participación de las Naciones Unidas. La intensificación de los vientos de guerra dificulta gravemente el objetivo impostergable de preservar la vida, es imprescindible que todos los involucrados actúen con la mayor prudencia y desescalar ya mismo el conflicto en todas sus aristas para garantizar la paz y la seguridad integral de todas las naciones”.
Tanto Brasil y Uruguay tampoco adhirieron a la propuesta y optaron también por leer sus propias declaraciones de condena a Putin y su avanzada bélica contra Ucrania. De hecho, la Cancillería uruguaya reiteró su “apego a la aplicación estricta de las normas de derecho internacional” y “renueva su llamado a las partes a retomar el camino de las negociaciones, al pleno cumplimiento de los acuerdos de Minsk, endosados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y a resolver por la vía diplomática el actual conflicto de intereses”.
En el caso de Brasil, trascendió esta noche una durísima declaración en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde el representante del gobierno de Jair Bolsonaro expresó: “Vivimos en circunstancias sin precedentes que amenazan el orden internacional y violan la Carta de la ONU. Estamos seriamente preocupados por las operaciones militares rusas contra objetivos en territorio ucraniano. Creemos que el Consejo de Seguridad debe esforzarse por demostrar una determinación unificada en la búsqueda de soluciones diplomáticas a todas las amenazas a la paz y la seguridad internacionales, así como por llegar a un acuerdo sobre la crisis de Ucrania”.
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