Las organizaciones sociales no alineadas con el Gobierno Nacional preparan una serie de medidas de fuerza que prometen sitiar la Ciudad de Buenos Aires y las principales capitales del país. Las últimas definiciones del ministro de Desarrollo Social, Juan “Juanchi” Zabaleta aceleraron la profundización del “plan de lucha” que se terminará de definir en un plenario a cielo abierto el 11 y el 12 de marzo en la Plaza de Mayo, al que concurrirán delegaciones “de Ushuaia a la Quiaca”, según prometen.
El encuentro ya estaba definido hace unas semanas. Sin embargo, la confirmación del ex intendente de Hurlingham de que “no va a haber más altas de planes sociales”, como el Potenciar Trabajo, tensó la situación. Antes había dicho que: “Nosotros no permitimos nunca extorsión, tampoco política de rehenes a ningún beneficiario”. Fue en medio de las protestas encabezadas por organizaciones de izquierda frente a la sede de la cartera que lidera.
El año pasado en el Ministerio de Desarrollo Social se creó una mesa multiministerial. De ella participaban técnicos de varias áreas de gobierno y los principales dirigentes sociales. Allí se intentó un acercamiento de posiciones. Se propuso, por ejemplo, que las organizaciones piqueteras se presenten, a través de sus cooperativas, en las licitaciones para la urbanización de los barrios populares. No se logró un avance concreto. A diferencia de los movimientos sociales alineados en el Frente de Todos -como el Evita y Somos Barrios de Pie-, el Polo Obrero y el MST, no tienen cooperativas de trabajo porque, aclaran, no están de acuerdo con esa forma de contratación “precarizada”.
En esos encuentros -en algunos estuvo presente Zabaleta- la Unidad Piquetera presentó un petitorio de varios puntos. Uno de ellos solicita la creación de “un millón de puestos de trabajo genuinos a través de la activación de la obra pública”. La exigencia, al menos por ahora, no esta al alcance de la administración central.
Otra de las exigencias objetadas por el Gobierno es el pedido de “universalizar” el programa Potenciar Trabajo. Es decir que llegue a todos los que demuestren necesitarlo como en su momento fue el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Zabaleta rechazó esa propuesta cada vez que se lo consultó. Propone, tal como ya se lo explicó a Infobae “que, a cada unidad de gestión, a cada cooperativa que tienen las organizaciones sociales, que tienen las iglesias y entes gubernamentales, aportemos materiales y herramientas” y “vincular el programa Potenciar Trabajo al empleo genuino”.
La propuesta cuenta con el apoyo de las organizaciones populares afines a la Casa Rosada. El ministro de Desarrollo Social aspira al acompañamiento “de cada organización social”, un deseo que, está a la vista, no ocurrirá.
“No al FMI, no extorsionamos”
La decisión de la administración de Fernández con respecto a una mayor apertura de los planes sociales ya había generado tensiones el año pasado que se plasmaron en la calle. En varias oportunidades se cortaron los principales accesos a CABA, y se realizaron masivas concentraciones frente al ministerio que comanda Zabaleta. En 2022 la situación amenaza con desbordarse.
Para los dirigentes de izquierda y piqueteros, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) viene de la mano del ajuste y recortes en asistencia social.
Zabaleta lo niega. “La lógica del acuerdo con el Fondo no va a tocar un solo programa del Ministerio, todo lo contrario, los vamos a seguir manteniendo”, aseguró, pero hay descreimiento en ese sector de la sociedad que interpretaron las palabras del ministro como un guiño al FMI en medio de la negociación que sus directivos mantienen con el ministro de Economía, Martín Guzmán.
“Es una vergüenza que el ministro trate de ‘extorsión’ al pedido de las organizaciones sociales por la ampliación del programa Potenciar Trabajo. En enero una familia necesitó 78.624 pesos para no ser pobre, y este plan sólo representa la mitad del salario mínimo, vital y móvil. Es decir, reciben ingresos por debajo de la línea de indigencia. Es una política criminal del Gobierno no aumentar los montos de los planes sociales y congelar las altas”, expresó Cele Fierro, dirigente del MST-FIT Unidad, al ser consultada por este medio.
Ferro, quien adelantó que las medidas que se tomarán en el plenario de Plaza de Mayo serán muy duras, agregó: “Mientras escuchamos a Zabaleta decir que el acuerdo con el FMI no afectará los programas del Ministerio de Desarrollo ni significará ajuste, vemos que ya está ajustando, en los momentos más críticos, con el anuncio de frenar la designación de nuevas altas y más ayuda social. Que quede claro: en Desarrollo Social, Zabaleta ajusta a pedido del Fondo”. Y anticipó: “Desde el FIT Unidad esta semana volveremos a coordinar con cientos de organizaciones para continuar el plan de lucha contra el pacto del gobierno con el FMI, que profundizará esta crítica situación social”.
El Movimiento Barrios De Pie (Libres del Sur), también se mostró muy activo en los cortes, piquetes y movilizaciones y llevará su propuesta de profundizar las medidas contra el gobierno de Fernández en el plenario piquetero, Silvia Saravia, su coordinadora nacional reveló que mientras “el ministro habla de que va a fortalecer los emprendimientos productivos, nosotros tenemos convenios que están esperando segundas cuotas desde hace más de 8 meses”. También denunció que “el ministerio tiene mucha dificultad para poder realizar la gestión de estas cuestiones que está planteando, y hoy en la práctica se ve claramente los problemas de gestión que están teniendo”.
Saravia hace foco en que en el Ministerio de Desarrollo Social hay un “registro de los trabajadores de la Economía Popular con 2.800.000 personas en situación de compatibilidad para el ingreso del Potenciar Trabajo, pero solo 1.200.000 están integradas, es decir que 1.600.000 que son potenciales ingresantes al programa están fuera”, por esa razón -insiste la dirigente social- “pedimos por trabajo genuino y apertura del programa”.
Como Fierro, Saravia también entiende que “a pesar del discurso de Zabaleta sobre que no habrá mayor ajuste, o que el acuerdo con el Fondo Monetario no significa un ajuste para los sectores más vulnerables, muestra que efectivamente hay un ajuste en marcha, hay una perspectiva de recortar partidas y no de incrementarlas”.
La coordinadora nacional de Barrios de Pie (Libres del Sur) justifica las próximas movilizaciones y piquetes como una forma de “no aceptar que el gobierno de Alberto Fernández renuncie a la soberanía como lo está haciendo con este acuerdo, el cual implica que cada tres meses el FMI va a auditar la economía argentina”.
Desde Barrios de Pie y Libres del Sur plantean una consulta popular que se va a realizar del 3 al 6 de marzo en contra del acuerdo con el FMI, el cual, entiende la dirigente, “nos va a condicionar a nosotros y a las futuras generaciones”. Y advierte: “Si el Gobierno va a ir por los salarios, por nuevos tarifazos, si no se contiene la inflación, nosotros vemos que el panorama será de alta conflictividad”.
Eduardo Belliboni, el dirigente del Polo Obrero y uno de los principales impulsores de los reclamos a Zabaleta, le adelantó a este medio: “En el plenario que comienza el viernes 11 se debatirán en comisiones las cuestiones que más golpean a la clase obrera y al pueblo, partiendo del reclamo de trabajo genuino y la lucha contra la precarización laboral, por la asistencia integral alimentaria y el aumento de los programas sociales, hoy en la mitad de la canasta de indigencia”. El piquetero que en las últimas horas mantuvo fuertes cruces mediáticos con periodistas y dirigentes políticos por los trastornos que causan los cortes de calles y rutas aseguró que en el plenario de Plaza de Mayo “también se abordarán las situaciones de la mujer trabajadora, de la juventud desocupada, la lucha por la tierra y la vivienda, la represión estatal contra las luchas, las luchas ambientales, la unidad de ocupados y desocupados y otras cuestiones que abarquen la problemática de los trabajadores desocupados de los barrios que nos organizamos contra el ajuste”.
En principio, y al menos desde el sector más duro de la política y de los movimientos sociales, los próximos meses serán de mayores reclamos hacia el gobierno del Frente de Todos con epicentro en las calles, rutas y avenidas.
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