Varias semanas después de que empezara a agravarse la crisis por los incendios en Corrientes, y luego de los cruces con el gobierno radical de Gustavo Valdés y de recibir cuestionamientos incluso desde la Casa Rosada, finalmente el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, viajó a la provincia y sobrevoló las áreas afectadas. Lo cual se produjo sin previo aviso, horas después de que las autoridades locales, que vienen reclamando la falta de ayuda desde la Nación, avisaran que la situación está desbordada y reiteraran el pedido de mayor asistencia.
El avance del fuego afecta plantaciones forestales, bosques nativos, pastizales y zonas de humedales en portales de ingreso a los Esteros del Iberá. Hasta ahora el fuego que ya arrasó con más de 785 mil hectáreas, es decir, el 9 por ciento de la provincia, y el sector productivo estima pérdidas que superan los 25 mil millones de pesos. En la zona aseguran que ayer fue el día más dramático, por las elevadas temperaturas, que superaron los 40 grados, y la cantidad de focos activos.
Cabandié tenía prevista para hoy una actividad en el vecino distrito de Misiones junto al gobernador afín al Gobierno, Oscar Ahuad Herrera. Pero hacia el mediodía, cruzó la frontera, junto a funcionarios de su órbita que estaban ocupándose del tema previamente. La visita no se había dado a conocer. Sin embargo, fuentes de su entorno aseguraron que sí estaba prevista y que no se había avisado con antelación por cuestiones organizacionales vinculadas a la disponibilidad del helicóptero oficial.
Por la mañana el ministro encabezó en un acto en Posadas con el gobernador misionero, después viajó a Corrientes, hizo un sobrevuelo por el Parque Nacional Iberá, y luego recorrió la base operativa de San Miguel. En ningún momento se reunió con las autoridades provinciales. De hecho, no estuvo en la capital. Sólo se rodeó de miembros de su equipo: el director nacional del SNMF Alberto Seufferheld, el viceministro de Ambiente Sergio Federovisky, así como con el intendente del Parque Nacional Iberá, Daniel Rodano.
“Evaluó el comando de operaciones unificado, donde está todo el apoyo del Ministerio de Seguridad, Defensa y de apoyo de fuego. Después fue a saludar a los brigadistas”, dijeron en su entorno. El ministro ya había adelantado la visita en un acto en la Casa Rosada, el martes, con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, con quien discutieron el tema.
Después, en conferencia de prensa desde el aeropuerto, Cabandié subrayó que “los recursos de Nación estuvieron disponibles desde un principio”, y aseguró que “se ofrecieron antes de que la provincia los solicitara”. Y adelantó que el Gobierno presentará una denuncia en la Justicia Federal para que se investiguen los incendios intencionales. Será en las próximas horas, “con el objetivo de que se investigue el inicio de incendios de manera intencional en la provincia de Corrientes”.
El ministro ambiental había protagonizado cruces con la administración del radical Valdés la semana pasada. Desde Corrientes reprochaban a la Nación por la falta de ayuda suficiente a pesar de los reiterados pedidos desde el comienzo de enero -y aún lo hacen-, mientras la cartera nacional retrucaba que la administración local no se había hecho cargo a tiempo de prevenir el fuego, a pesar de las reiteradas alertas que se habían emitido sobre el riesgo de incendios por la sequía desde diciembre. Mientras tanto, por lo bajo, también en la Casa Rosada cuestionaron el manejo que hizo de la situación, en paralelo al nombramiento de la nueva secretaria de Cambio Climático, Cecilia Nicolini, que fue considerado por muchos como una intervención del ministerio.
Mientras tanto, hubo ruidos la semana pasada, a partir del viaje que hizo Cabandié a Barbados para sumarse a la gira presidencial, justo cuando recrudecía de la situación en Corrientes. En ese momento, en Ambiente aseguraron que la presencia o no del ministro no cambiaba la envergadura de la asistencia. Desde entonces la situación en Corrientes no dejó de agravarse y llegó a un punto límite. Ayer, Cabandié se refirió por primera vez al grave cuadro, lo adjudicó a “la sequía sin precedentes”, y lo endilgó, en parte, a “incendios intencionales”.
Desde la cartera de Ambiente adelantaron que en los próximos días enviarán más recursos, aunque no está previsto exactamente cuáles. Hasta hoy destinaron, en distintas etapas, cuatro aviones hidrantes, un avión observador y tres helicópteros pertenecientes al Servicio Nacional de Manejo del Fuego, el Ministerio de Defensa y la provincia de Córdoba; además de 118 brigadistas y personal de apoyo; tres autobombas, equipamiento, maquinaria pesada y móviles de apoyo, según se informó.
Por su parte, la provincia de Buenos Aires, que conduce el oficialista Axel Kicillof, envió una serie de equipos que habían sido “recuperados” previamente, “al conocer la gravedad de la situación en Corrientes”. Aunque señalaron que lo gestionó con un senador provincial justicialista, José Ruiz Aragón, además de Cabandié, señalaron fuentes oficiales.
Entretanto, desde el Interbloque de Senadores de Juntos por el Cambio dispararon contra el Gobierno, no sólo por Corrientes, sino también sobre otros focos de incendio en el resto del país. “Frente a tamaña emergencia instamos al gobierno nacional para que, a través de las áreas correspondientes, actúe de manera inmediata y aumente los esfuerzos en pos de trabajar por el fin de los incendios. Es inadmisible que las medidas del gobierno solo se limiten a intentar dar consejos a los gobernadores o a pensar protocolos, que seguramente serán de utilidad en el futuro, pero poco resuelven la emergencia del ahora”, dijeron.
Y agregaron que “es necesario y urgente que la situación se establezca como de la más alta prioridad y que haya medidas concretas, acompañadas con la plena y exclusiva ocupación de los funcionarios competentes en la materia”.
Antes, desde el radicalismo en Diputados, el titular del bloque, Mario Negri, había salido a expresarse con vehemencia: “Ante una tragedia humana, los gobernantes se solidarizan con los ciudadanos. Ante un desastre ambiental o climático, visitan las zonas afectadas. Luego, ponen en marcha planes para reparar daños y evitar que se repitan. Nada de esto hacen Cabandié y A. Fernández”.
En paralelo a las disputas políticas, los incendios rurales continúan causando estragos. Varios focos permanecen activos y de gran magnitud, como en el Paraje Galarza, una de las zonas más castigadas, donde en las últimas horas se registraron imágenes dramáticas de familias abandonando sus hogares para escapar de las llamas.
En tanto, algunas versiones, abonadas incluso por Cabandié, indicaron que muchos de los incendios forestales fueron iniciados intencionalmente, y la Fiscalía Ambiental provincial dispuso la detención de un hombre que estaría vinculado al inicio de unos de los focos aún activos que ya arrasaron con más de 600 mil hectáreas de campos en el noreste argentino.
En el grave contexto, las autoridades aguardan con ansias la llegada de lluvias para que, poco a poco, se puedan ir apagando los distintos focos de incendio que continúan activos desde hace varias semanas. La espera, en principio, continuará hasta las últimas horas del próximo domingo.
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