En plena negociación con el FMI, Santiago Cafiero recibió a solas a Marc Stanley, embajador de Estados Unidos

El Canciller y el diplomático buscan dar por terminado el capítulo el conflicto entre la Casa Blanca y el Gobierno por las declaraciones de Alberto Fernández en Rusia y Barbados. Consideraron que la reunión fue “buena”. Anteayer, el asesor de Seguridad de Biden, Jake Sullivan, recibió al embajador Argüello

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En pleno proceso de ”reconciliación” entre el Gobierno y la Casa Blanca por los roces a raíz de las declaraciones de Alberto Fernández en Rusia y Barbados, el embajador Marc Stanley visitó el Palacio San Martín, donde se encontró a solas con Santiago Cafiero. El canciller, además de tener un rol importante en la relación con Estados Unidos debido a su función, es uno de los hombres de mayor confianza del Presidente en el Gabinete. Buscarán cerrar el capítulo de desconfianza que trajo sombra al vínculo en las últimas semanas, y que coincidió con el tramo final de las negociaciones con el FMI, que aún están en marcha.

Stanley visitó al mediodía al ministro de Defensa, Jorge Taiana, y sobre ese cónclave el Gobierno había avisado oficialmente ayer. Pero el encuentro con Cafiero se mantuvo fuera de agenda. Es un tema delicado y buscaban evitar hacer olas de antemano. La reunión comenzó pasadas las 15 y duró una hora.

El de esta tarde fue el segundo encuentro de la semana entre altos representantes de ambas Naciones, después de la reunión de anteayer entre el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, y el asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, quienes buscaron iniciar el camino de cierre del incidente diplomático provocado por Alberto Fernández cuando desestimó la influencia de la administración demócrata a favor de la Argentina en la negociación con el FMI. En la Casa Blanca, el asesor y mano derecha de Biden anticipó que apoyarán una salida política a la crisis de la deuda externa.

Las conversaciones presenciales se producen luego de un fin de semana de contactos frenéticos entre funcionarios argentinos y estadounidenses, gestados e impulsados por el albertismo para bajar el tono al malestar de la administración de Joseph Biden, generado también por el posicionamiento de la Argentina frente a Vladimir Putin y a Xi Jinping.

El sábado, después de desestimar los trascendidos sobre la preocupación de la Casa Blanca, Alberto Fernández dio un primer paso para conciliar, al enviar un mensaje de reconocimiento a Estados Unidos para subsanar la herida. “Así como Trump en su momento trabajó para favorecer al gobierno de Macri poniendo en riesgo el futuro de Argentina, hoy digo que el actual gobierno norteamericano, a la hora de de darle un comienzo de solución al problema, acompañó con su voto a Argentina, y eso lo valoro”, sostuvo Alberto Fernández el sábado, a través de un tuit.

En el Gobierno aspiran a sellar la reconciliación tras las diferencias que hizo conocer la Casa Blanca cuando el Presidente cuestionó, en el Kremlin, la excesiva “dependencia” de la Argentina de Estados Unidos, para luego deslizar en su visita Barbados que la Argentina no había recibido ayuda del gobierno de Biden en la negociación con el FMI.

Preservar la relación con Estados Unidos es clave en el tramo final de los análisis por parte del directorio del Fondo, donde la Casa Blanca tiene un papel preponderante. Pero también para asegurar el acceso de la Argentina al financiamiento internacional en organismos multilaterales de crédito, donde ese país también tiene poder de decisión.

En los próximos días podría haber novedades sobre la decisión final del board del organismo internacional. Ayer, sus integrantes, representantes del G7, tuvieron una reunión informal para deliberar acerca del pacto con la Argentina para refinanciar la deuda de 44 mil millones de dólares que contrajo el gobierno de Mauricio Macri. Si bien Estados Unidos dio el aval al acuerdo en general, hubo reparos sobre el sendero fiscal pactado por Argentina con el staff que lidera Kristalina Georgieva, y se cuestionó que no se impusieran reformas estructurales para garantizar una reducción profunda y constante del gasto público. De todas formas, el Gobierno festejó el acuerdo, y el encuentro entre Cafiero y Stanley será una muestra de sintonía entre ambos gobiernos después de los fuertes ruidos que sacudieron la relación diplomática.

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