El Ministerio de Transporte de la Nación y el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires llevarán a cabo hoy la primera reunión para discutir el costo de los subsidios a 32 líneas de colectivos que el año pasado fue de alrededor de 14.600 millones de pesos.
El objetivo de la Casa Rosada es que la administración de Horacio Rodríguez Larreta se haga cargo de ese gasto y distribuir esos fondos en el resto de las provincias, un reclamo que hicieron varios gobernadores ante la disparidad en las tarifas.
De hecho, entre los mandatarios provinciales que se quejaron se destacaron dos miembros de la oposición: el jujeño Gerardo Morales y el correntino Gustavo Valdés. Morales incluso dio un paso más con sus declaraciones públicas. “Pagan el boleto $18 y los jujeñitos pagamos $50. ¿Por qué esa injusticia? Levántenlo a $50. ¿Por qué los yutitos jujeños tenemos que pagar $50 y ellos un subsidio por $750 mil por unidad?”, cuestionó.
El traspaso se daría solamente con las 32 líneas que comienzan y terminan sus recorridos dentro de la capital. Así, la administración porteña deberá analizar qué hará con las tarifas porque puede mantener el subsidio o aumentarlas. Las otras 268 líneas que cumplen servicios entre la Ciudad y el Conurbano mantendrían los subsidios como están. Mientras el boleto mínimo cuesta $18 en CABA y el conurbano bonaerense, en Córdoba, Rosario, Mar del Plata o Bariloche está entre 60 y 70 pesos.
Desde el Ministerio de Transporte adelantaron que el Gobierno busca un trato “igualitario” y “federal”, en consonancia con lo que reclaman “otras jurisdicciones, tanto oficialistas como opositoras”.
Por su parte, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, reclamó que el traspaso se haga por ley y con una mirada “metropolitana” de la problemática. “Es difícil pensar que un colectivo que atraviesa la Ciudad desde Avellaneda a Vicente López pueda tener una tarifa diferente con otra línea que hace parte de ese trayecto pero dentro de la capital, porque genera distorsiones muy importantes. Esto tiene que ver con la integralidad del colectivo, el tren, el subte y las tarifas tiene que tener una relación entre sí”, explicó.
En la ciudad de Buenos Aires circulan 135 líneas de autotransporte de pasajeros, de las cuales 103 son interjurisdiccionales (con recorridos que incluyen partidos del conurbano bonaerense), en tanto las 32 restantes tienen origen y destino dentro de su territorio. Son la 4, 5, 6, 7, 12, 23, 25, 26, 34, 39, 42, 44, 47, 50, 61, 62, 64, 65, 68, 76, 84, 90, 99, 102, 106, 107, 108, 109, 115, 118, 132 y 151.
Los subsidios que el Estado nacional destina para las tarifas de esas 32 líneas representan aproximadamente $14.000 millones anuales.
Si bien desde Transporte se puntualizó que el eje de la discusión pasa por la competencia de cada jurisdicción, más allá de la cuestión tarifaria y los consiguientes subsidios, en el Gobierno porteño se aseguró que lo que se pretende es un aumento del valor del pasaje y que sea la administración de Horacio Rodríguez Larreta la que se haga cargo del costo político de la decisión.
La Casa Rosada alega que la Ley 26.740 que fue sancionada en 2012 nunca terminó de traspasarle el transporte a CABA. En esa ley, sancionada mientras Mauricio Macri era el jefe de Gobierno, se estableció en su artículo 2° que “corresponde a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ejercer en forma exclusiva la competencia y fiscalización de los servicios públicos de transporte de pasajeros, a nivel subterráneos y Premetro; de transporte automotor y de tranvía cuya prestación corresponda al territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
La reunión de esta tarde tendrá un carácter más técnico pero inevitablemente estará atravesada por las tensiones políticas entre la Casa Rosada y el gobierno porteño. Un vínculo que quedó muy desgastado tras la pelea por la quita de fondos de la coparticipación. A las 15.30, al término del encuentro, las autoridades del Ministerio de Transporte de la Nación brindarán una conferencia de prensa.
SEGUIR LEYENDO: