El período de sesiones extraordinarias del Congreso comenzó el 1 de febrero, hace ya 15 días. Sin embargo, el movimiento en la Cámara de Diputados todavía es mínimo y la demora en la conformación de las comisiones vuelve casi imposible que se concrete alguna sesión antes del 1 de marzo, cuando Alberto Fernández dará inicio al período de sesiones ordinarias.
Para ser tratados en el recinto, los proyectos deben primero obtener un dictamen de su comisión correspondiente. Por ejemplo, las iniciativas relacionadas con cuestiones sanitarias deben ser debatidos en la Comisión de Salud Pública. Por eso, desde el punto de vista político, resulta clave determinar qué fuerza tendrá la presidencia de cada una de ellas. Y como los resultados de la última elección aumentaron la representación de la oposición, ahora Juntos por el Cambio puja por quedarse con algunas comisiones más importantes, como la de Agricultura.
“El kirchnerismo quiere sostener la foto de 2019 y Juntos por el Cambio quiere mejorar lo que tenía”, resumieron a Infobae desde el radicalismo. Por su parte, en el Frente de Todos retrucan: “Están pidiendo cosas lejanas a lo que se venía hablando”.
A esta disputa política se suma una complicación relacionada con el trámite parlamentario: el viernes vence el plazo para emitir los dictámenes, y sin estos, la única posibilidad de sesionar la semana que viene es con el tratamiento “sobre tablas” de algunos proyectos. Pero para que esto ocurra debe existir un amplio consenso político entre oficialismo y oposición. “Si hay consenso, todo se puede hacer. Pero aún no lo hay”, concluyó una de las espadas legislativas de la Casa Rosada.
En el bloque del Frente de Todos no se resignan e insisten en que todavía apuntan a lograr al menos una sesión extraordinaria la próxima semana. Por dos razones: por un lado, para que la convocatoria del Ejecutivo no se convierta en un sinsentido; por otro, para que los legisladores nuevos “sumen rodaje” y tengan más experiencia legislativa antes del inicio de las sesiones ordinarias. Especialmente teniendo en cuenta que durante la primera semana se tratará el acuerdo con el FMI, un proyecto de vital importancia para el Gobierno que no cuenta con demasiado consenso interno. Estiman que hasta 30 diputados podrían abstenerse.
Desde el oficialismo apuntan a concretar una reunión con los referentes de la oposición entre hoy y mañana. Allí podría destrabarse la negociación por las comisiones. Pero hasta el momento, en los principales bloques reina el escepticismo.
Al mismo tiempo, el nuevo presidente del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, busca apagar un incendio más urgente. La renuncia de Máximo Kirchner a la conducción del espacio dejó las internas a flor de piel y la Casa Rosada le encomendó a Martínez “tomar la temperatura” del bloque para evitar sorpresas a la hora de tratar el acuerdo con el FMI en el recinto. El flamante titular del bloque encadena reuniones con sus compañeros de bancada para acercar posiciones y aclarar algunas dudas sobre lo que negoció el ministro de Economía, Martín Guzmán. Todavía quedan 15 días para persuadir a los indecisos.
“No hay otro tema, el Congreso recién se activa con el FMI”, pronosticaron desde la oposición. Todos están pendientes de conocer la “letra chica” del memorando de entendimiento con el Fondo para terminar de definir su posicionamiento.
SEGUIR LEYENDO: