Víctor Manzanares, el ex contador del matrimonio Kirchner, volvió el lunes a los tribunales de Comodoro Py para formalizar una declaración como “arrepentido” en el marco de la nueva indagatoria a la que lo había convocado el juez federal Julián Ercolini, en el marco de la investigación por lavado de dinero de Daniel Muñoz, el ex secretario privado de Néstor Kirchner, uno de los expedientes anexados a la megacausa “cuadernos”.
Tal como había revelado Infobae la semana pasada, Manzanares no tenía previsto hacer nuevas declaraciones en la causa pero sí buscaba garantizarse que la nueva citación quedara bajo el paraguas de la ley del arrepentido, como sus anteriores exposiciones. Fue por eso que el trámite en la fiscalía de Carlos Stornelli, en el quinto piso de Comodoro Py 2002 demoró casi tres horas. Se le leyeron las cuatro declaraciones anterior y él se remitió a aquellos dichos frente a esta nueva citación.
“Los hechos que se me imputan en este acto son los mismos a los que hice referencia en mi acuerdo anterior en esta misma causa, habiendo aportado los elementos y documentos correspondientes. Ratifico y me remito en un todo al contenido de las declaraciones” que prestadas en la fiscalía el 5, 7, 12 y 19 de febrero de 2019, sostuvo Manzanares, según precisaron a Infobae las fuentes consultadas.
Apenas terminó su declaración, el contador se volvió a Río Gallegos, donde vive, y ahora el juez Ercolini deberá decidir si homologa esta declaración bajo los considerandos de la ley de imputado colaborador. Y luego resolver la suerte procesal de todos los indagados en este capítulo, en donde aparecen nombres ya conocidos para esta causa: Elizabeth Ortiz Municoy, Ricardo Fabián Barreiro, Roberto Néstor Sosa, Carlos Temístocles Cortez; Jorge Isaac Shemi, Amílcar Héctor Acosta, Miriam Norma Barrenechea Isla; Ernesto Antonio Candotti, Karina Verónica La Porta y Gustavo Sergio Dorf.
Allí se investiga el origen y el destino del dinero que estuvo en la manos de Daniel Muñoz, que para cuando explotó la causa de los cuadernos ya estaba siendo investigado por su patrimonio. Tras el escándalo Panama Papers, le había detectado una quincena de propiedades en el exterior. Incluso un departamento en el Plaza Hotel de Nueva York. Se calcula que había movido unos 70 millones de dólares. Parte de ese dinero, luego de vender las propiedades, terminó en el archipiélago de Turks and Caicos. Fueron a parar a un emprendimiento turístico que se iba a realizar en una de las islas por unos 30 millones de dólares de los que había conseguido Muñoz. La información de dónde estaba oculto el dinero fue aportada en la causa por Carolina Pochetti, quien había sido la última pareja de Muñoz. Declaró en calidad de arrepentida ante los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo y reveló el destino final de esos 30 millones de dólares. Las autoridades de Turks and Caicos congelaron las parcelas que habían comprado las sociedades que se constituyeron por orden de Muñoz y esos 30 millones de dólares están en un largo proceso para ser decomisados y repatriados a la Argentina.
Fue al ingreso de los tribunales de Comodoro Py cuando Manzanares y su abogado Roberto Herrera hablaron con la prensa. Una vez más, el contador volvió a hablar de su situación actual, en donde casi no tiene trabajo. “Esto es lógico”, admitió. Y volvió a ratificar su arrepentimiento por haber cometido delitos- “Me arrepiento de las decisiones que tomé en su momento para llegar adonde llegué. Si hubiera actuado de otra manera no estaría viviendo lo que vivo”, dijo.
Periodistas que lo esperaban en el ingreso le preguntaron sobre Cristina Kirchner. “Ojalá uno pudiera tener un GPS en la vida y recalcularse para no cometer errores. Yo me equivoqué absolutamente. Trato de no pensar en ellos (los Kirchner)”, afirmó. “Lo que haga la vicepresidenta y su familia es un tema de ellos”, agregó. “El error lo cometí cuando ingresé a la órbita de los políticos”, insistió.
Según dijo, ahora su cabeza está enfocada en “cumplir con la sociedad. Espero que la Justicia tome definiciones, estoy en un limbo hasta que la Justicia defina lo que tengo para cumplir para recomenzar la vida. Seis años de proceso es una enormidad”.
Manzanares fue detenido en julio de 2017 por orden del juez federal Claudio Bonadio, en el marco de la causa “Los Sauces”, en donde estaba procesada Cristina Kirchner y sus hijos Máximo y Florencia. “Me queda claro que estoy preso porque soy el famoso 4 de copas, como se dice en la jerga popular, al que es más fácil pegarle. O si fueran los dichos de mi abuela: ‘El hijo de la pavota’”, llegó a decir en una de sus indagatorias cuando llevaba 19 meses detenido. Durante mucho tiempo se especuló en que podía arrepentirse. Pero eso nunca sucedió en la causa Los Sauces
La opción de ser imputado colaborador llegó recién cuando lo llamaron a declarar en indagatoria en la causa de los Cuadernos, cuando ese expediente absorbió el expediente que investigaba los bienes de Daniel Muñoz, ya fallecido. “Soy culpable, tengo que seguir preso”, decía después de haber declarado en esa investigación.
Es que en su declaración, el contador hablaba de “confesarse”, casi como un acto de contrición cristiana. Allí pidió perdón. Primero, a los amigos de su padre, todos fallecidos. Después, a toda su familia, a su mujer y a sus hijos. “Y al pueblo de Río Gallegos, para quien pude haber lucido como una estrella, pero les fallé al decidir ingresar en las tierras de la oscuridad”, dijo.
En mayo de 2019, Manzanares fue excarcelado pero se encontraba con tobillera bajo el régimen de Protección de Testigos del Ministerio de Justicia. En junio consiguió permiso para volver a Río Gallegos. Pero según sus palabras su vida ya nunca fue la misma.
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