La escena puede repetirse frente a la torre Eiffel, festejando el Año Nuevo en Río de Janeiro, navegando por el Mar Mediterráneo, en una playa del Caribe o en una góndola por los canales de Venecia. Ella posa sonriente para su Instagram con unos pendientes Chanel. Él suele vestir remeras Armani cuando visitan hoteles cinco estrellas. Son Carlos Liuzzi, ex número de Carlos Zannini, y su mujer Thaiss del Corazón de Jesús Hidalgo, dos ex funcionarios kirchneristas investigados por enriquecimiento ilícito.
Lejos de las preocupaciones del expediente judicial que tramita en Comodoro Py, ellos esquían en los picos de España después de disfrutar las olas en Ibiza. Pero no todos son viajes desde que se instalaron en Marbella, hace unos dos años. También hay cenas en restaurantes de lujo, un Mini Cooper y un Mercedes Benz. La pareja que cuidó las espaldas de Carlos Zannini durante 12 años ahora vive en una mansión valuada -como mínimo- en unos 2 millones de euros, a diez minutos del Mediterráneo, tal como reveló ayer Infobae.
La nueva vida de Liuzzi y su mujer comienza en el barrio Nueva Andalucía. Viven en una mansión de 500 m2 con una estructura de estilo egipcio moderno y líneas minimalistas en su interior. Esculturas, cuadros y muebles de diseño son parte de la decoración puertas adentro. Ella le aseguró a Infobae que no son los dueños de la casa, que se levanta entre tres campos de golf. Los alquileres de viviendas similares comienzan en 6500 euros mensuales, pero pueden llegar a los 15.000, coincidieron agentes inmobiliarios.
Thaiss del Corazón de Jesús Hidalgo transforma la escalera con baranda de cristal en una pasarela para sus videos de Instagram. Desde allí posa para sus seguidores con unos pendientes colgantes con el logo de Chanel que tiene un precio aproximado de 1700 euros. También comparte una foto con unos zapatos de la diseñadora top Amina Muaddi, valuado en 1200 euros. Es el modelo Begum, que lleva un broche de piedras al frente, que suelen vestir Wanda Nara o Antonela Roccuzzo, la mujer de Lionel Messi. Tampoco prescinde de Louis Vuitton, aunque sea para comprarse un pequeño monedero.
Su vida social también transcurre entre las desiertas calles del barrio Nueva Andalucía y el centro comercial en Puerto Banús. Ella recorre las calles de este Beverly Hill andaluz con un Mini Cooper descapotable verde metalizado. El vehículo está contratado por un renting, una especie de alquiler a largo plazo, según los registros oficiales. El precio mensual para un auto con similares características comienza en los 400 euros mensuales. El Mini Cooper es acompañado por un Mercedes Benz color gris, que suele estar estacionado en el mismo garaje familiar.
Los festejos con Liuzzi están reservados para el restaurante de Puerto Romano Beach Resort, un comedor del hotel cinco estrellas, frente a la playa del Mediterráneo. Para sus hijos eligieron un colegio privado internacional cuyo costo anual por alumno es de 6500 euros, según publica la institución en su página web.
Los hoteles de lujo son una debilidad para el matrimonio, que suele colgar en su Instagram visitas a los lobbies de diferentes cinco estrellas. Cuando esquiaban en la Sierra Nevada de Granada, mientras compartía una foto en la nieve con Liuzzi, su mujer escribió “Lo mejor del día” y citó a El Lodge, un hotel boutique y spa con restaurante. En otras de sus visitas a Granada las fotos se dispararon desde el lobby de La Alhambra Palace, otro cinco estrellas.
Carlos Liuzzi ingresó a la Casa Rosada en 2003 con un patrimonio de apenas 265.000 pesos. Durante doce años fue “el monje negro” de Carlos Zannini, un hombre clave para los Kirchner. Hidalgo, una abogada 25 años más joven, lo conoció en los pasillos de la Rosada. Hubo un flechazo y comenzó una relación que continúa hasta estos días.
Liuzzi siempre hizo gala del bajo perfil. “Nunca hablé con un periodista”, contaba con orgullo. En 2014, cuando estalló el escándalo que lo llevó a las primeras planas de los diarios, puso a disposición su renuncia, pero Cristina Kirchner no se la aceptó.
Su vida transcurría entre la Casa Rosada y Puerto Madero, donde abrió un centro de estética junto a su mujer y hasta un restaurante.
Su mujer trabajó durante casi diez años en la Rosada. Primero, en la Secretaría General de la Presidencia y, luego, en la Secretaría de Legal y Técnica, donde Liuzzi también logró acomodar a varios familiares y amigos. En noviembre de 2015, un mes antes del final del mandato de Cristina, fue “salvada” con un pase a la Procuración del Tesoro. Menos de un año después, el entonces presidente Mauricio Macri y el ministro de Justicia Germán Garavano firmaron el decreto que anuló esa designación y significó el final de su carrera pública.
Los viajes
Tras la salida de la Casa Rosada, Liuzzi y su mujer dieron varias vueltas por el mundo.
Días después del desembarco de Macri en la presidencia, comenzaron en Punta del Este en enero de 2016, donde ella tenía un departamento. Antes de que terminara el mes, ellos ya estaban visitando Disney en Orlando, Estados Unidos. Las fotos de Instagram muestran visitas en junio a Villa La Angostura (donde Liuzzi tenía un tiempo compartido), julio en Miami, septiembre en Playa del Carmen -hospedaje en el all inclusive Melia Hotel Paradisus-, octubre de nuevo en el Sur argentino y noviembre en Punta del Este.
Para terminar 2016, los Liuzzi recibieron el Año Nuevo vestidos de blanco en Copacabana, Río de Janeiro, y luego volaron a una playa en Salvador Bahía. Su Instagram mostró que los viajes continuaron en 2017: vuelta a La Angostura en febrero, Punta del Este en abril y regreso a Miami en junio, con fotos desde el Hotel Faena y paseos en coche descapotable. Pero más allá de las vacaciones, los ex funcionarios todavía instalados en un departamento de Puerto Madero visitaban con frecuencia Málaga y Marbella, su nuevo lugar de residencia.
Los paseos cambiaron en 2018, más enfocados en Europa. La torre Eiffel apareció en el Instagram de la ex funcionaria en marzo de ese año, también con fotos desde el Hotel Costes. Una habitación en este cinco estrellas, a metros de la Place de la Concorde cuesta unos 1000 euros por noche. Hubo más fotos desde Roma y Venecia, en Italia, pero también recorridas por Sevilla, Ibiza, Granada y Cádiz, en España. El matrimonio volvió a París en septiembre pasado, con paseo incluido por Eurodisney, según consta en el Instagram de Hidalgo.
El 13 de marzo de 2020, Hidalgo se despidió de Buenos Aires con un emotivo posteo desde su piso en Puerto Madero. A diferencia de su marido, ella expone su vida en sus redes sociales y se muestra con una empresaria exitosa, aunque también es investigada por enriquecimiento ilícito. Desde Marbella, continuó con sus estudios y logró terminar un Doctorado en Derecho en la UCA.
¿De qué viven Liuzzi y su mujer? Seis años después de haber dejado la Rosada, esa pregunta es una incógnita. Hidalgo no aparece en ningún registro mercantil de España y Liuzzi está vinculado a dos sociedades con movimientos comerciales prácticamente simbólicos. El ex funcionario era apoderado de dos sociedades españolas: Sefht Commerce, dedicada a venta de productos de pádel, y Natus Tecnología, habilitada para la comercialización de productos informáticos. “Mi marido está en esas dos sociedades y yo trabajo con un equipo de mujeres emprendedoras”, explicó Hidalgo.
Pero Liuzzi renunció oficialmente a sus cargos de ambas firmas en noviembre de 2021. Las ventas anuales de las compañías manejaron valores simbólicos en los últimos dos ejercicios, según los balances revisados por Infobae. Ninguna de las empresas tiene página web ni teléfonos disponibles. Sólo tienen un empleado inscripto legalmente y un único accionista: Pablo Alberto Liuzzi, un familiar del ex funcionario kirchnerista, que aparecía también como administrador de la sociedad Mashfrog Ibérica SL, con sede en Barcelona.
Las cuentas de Natus Tecnología indican que la compañía tuvo una inyección de capital a modo de inversión en 2020: fueron 650.000 euros que ingresaron al balance de la compañía en materia de inversiones financieras, según consta en los documentos oficiales. Ninguna de estas dos empresas, sin embargo, quedaron en el radar de la justicia argentina, que investiga el patrimonio de Liuzzi hasta fines de 2014.
La Justicia argentina investigó los viajes de Liuzzi, pero sólo en una primera etapa, cuando él era funcionario público. Hasta 2014, la lista incluía 26 vuelos a Estados Unidos (la mayoría son a Miami), 52 a Uruguay, 10 a Europa, 9 a Brasil, y 3 llamativos viajes a Panamá. También había viajes a México, Sudáfrica, Perú y Chile. Pero esos viajes quedaron por fuera del radar de los investigadores.
¿Por qué? En la última pericia sobre el patrimonio de la pareja, los expertos no tuvieron en cuenta los gastos de las tarjetas de crédito ni estos viajes. Por ese motivo, el fiscal Ramiro González los dejó afuera de la causa y se concentró en las propiedades. Menos aún, están los nuevos viajes, que hicieron los Liuzzi desde 2016 en adelante.
La causa por enriquecimiento está a punto de cumplir diez años. Arrancó en 2012 a partir de una denuncia del abogado Ricardo Monner Sans y pasó por varios jueces. Norberto Oyarbide archivó el expediente. En 2014, luego del escándalo de la llamada telefónica de Liuzzi a Oyarbide para frenar un allanamiento, el fiscal Patricio Evers pidió que se desarchive la investigación. El expediente pasó entonces al juzgado de Luis Rodríguez, quien sobreseyó a Liuzzi en otras dos causas. La Cámara Federal le sacó el expediente y se lo dio a Marcelo Martínez de Giorgi.
Lejos de la Argentina, la nueva vida de Luizzi continúa distante de los ojos de la Justicia.
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