(MADRID) - Una investigación por lavado de dinero del chavismo en España entregó una nueva pista hasta ahora desconocida que vincula estos fondos millonarios con el kirchnerismo. El domicilio de Néstor Marcelo Ramos, un personaje clave detrás del entramado offshore del empresario kirchnerista Lázaro Báez, aparece mencionado entre los papeles que recibió una jueza de la Audiencia Nacional de esta ciudad provenientes desde la lejana isla de Malta.
La información, que fue revelada hoy en el medio digital El Confidencial, indica que al menos 14 millones de euros de esa trama tendrían como origen fondos de la corrupción en Venezuela. Los datos que recibió la jueza María Tardón indican que uno de los inversores que aportaron dinero al fondo llamado Southern Cross Sivac Plc fue el italiano Aldo Ventola. “Las averiguaciones de Malta le ubican tras un entramado empresarial con domicilio en el número 5 de la calle Vía Masone de Bérgamo, en el norte de Italia, la misma sede de varias empresas pertenecientes al fiduciario argentino Néstor Marcelo Ramos”, escribió el periodista José María Olmo.
Ramos es un viejo conocido en los tribunales de Comodoro Py. De 57 años, nacido en la provincia de Córdoba, Ramos tiene pasaporte italiano pero reside en Suiza desde principios de los 2000. El juez federal Sebastián Casanello dio por probado que su empresa Helvetic Service Group funcionó como una sociedad vehículo y fachada para que Báez, sus hijos y su entorno lavaran al menos USD 33 millones, fugándolos al exterior y reingresándolos en bonos de la deuda argentina. Las maniobras de blanqueo fueron realizadas desde fines de 2010 hasta principios de 2013, a través de una red de empresas offshore que controlaba cuentas bancarias en Suiza.
Pero los tentáculos de Ramos, que en los últimos años sufre una grave enfermedad, podrían haber trascendido a Báez para formar parte de una red de lavado incluso mayor. La justicia española sigue la pista de la sociedad Columbus One Properties, que habría introducido decenas de millones de dólares en el mercado de este país a través de la compra de propiedades en Madrid, pero también en la costa del Mediterráneo.
No es el primer indicio de que prestó servicios para Venezolanos. Infobae reveló en FinCEN Files que Ramos actuó como testaferro de la familia Ceballos en Venezuela. Liderada por Alejandro Ceballos Jiménez, un magnate de la construcción con lazos estrechos con el gobierno chavista, el clan familiar es dueño de empresas sospechadas de maniobras de corrupción con funcionarios de ese país. El abogado cordobés figuró como “accionista nominal” y director de Sarleaf Limited, una firma creada por la familia Ceballos, un clan dedicado a la industria de la construcción y la obra pública, y sospechado de actos de corrupción en Venezuela.
La juez Tardón de la Audiencia Nacional recibió un informe de la unidad de investigación de la Policía Nacional que detallaba la trama de sociedades que se utilizaron en Malta para canalizar fondos que tendrían como origen la corrupción en Venezuela, según publicó hoy El Confidencial. El destino de esos fondos era, otra vez, la inversión en propiedades en España. El inyector de los fondos sobre las sociedades es Malta es el italiano Ventola, el hombre que comparte dirección con la sociedad de Néstor Marcelo Ramos.
“Los gestores del fondo Southern Cross Sicav Plc acordaron en marzo de 2016 ‘adquirir bienes inmuebles en España’ a través de una sociedad creada específicamente con ese objetivo, Columbus One Properties Hospitality SL, con domicilio en Madrid. Ventola comprometió presuntamente una inversión de 14,5 millones de euros, aunque se estima que el dinero que transitó por ese vehículo instrumental fue muy superior. A la vista de la información mencionada, la Autoridad [Financiera de Malta] considera que existe una alta probabilidad de que la actividad de Southern Cross Sicav Plc no sea legítima y podría utilizarse para actividades delictivas, incluido el blanqueo de capitales”, escribieron en El Confidencial.
El italiano Ventola estuvo vinculado a otro resonante caso de corrupción en Europa: fue el encargado de esconder 49 millones de euros de la Liga Norte, en Italia, que habían sido desviados para financiar la campaña electoral de ese partido.
El presente de Néstor Marcelo Ramos, por su parte, es una incógnita. Cuando la Justicia argentina reclamó su extradición a Suiza para investigarlo por “la ruta del dinero K”, este cordobés vivía en un pueblito suizo de Ticino, un cantón al sur de los Alpes donde se habla italiano. Pero ese país rechazó el pedido del juez Sebastián Casanello.
El otro argentino
La investigación comenzó en 2016, cuando la Justicia de Estados Unidos recibió una denuncia anónima de un involucrado en una red de lavado proveniente de la corrupción chavista. Como parte de esas operaciones, la persona habría recibido USD 78 millones para invertir en Miami, dinero generado mediante préstamos espurios con PDVSA, relató la fuente. La investigación logró finalmente desmantelar una red global de blanqueo de dinero que movió fondos por 1200 millones de dólares, todos del Estado venezolano, un caso conocido como “Money Flight”. Lejos de concluir, la investigación judicial tuvo ramificaciones en España y en Argentina.
La investigación de la justicia española tuvo un quiebre en 2018, cuando la Policía Nacional lanzó la operación “Carabela”, que contó decenas de allanamientos y la detención, entre otros, de un argentino: Luis Fernando Vuteff. Como parte de la operación, se embargaron 115 inmuebles en España por un valor aproximado de 60 millones de euros. Vuteff fue liberado un año después, pero la investigación continúa adelante en los juzgados de Madrid.
Vuteff era el administrador de Columbus One Properties, el hombre que manejaba entre Madrid y Caracas esta gestora de capitales que se dedicaba a comprar inmuebles en España. Desde allí le habría dado servicio a exfuncionarios y contratistas de PDVSA para la compra de propiedades y hoteles en ese país. El argentino comparte esa sociedad con José Vicente Amparán Croquer, uno de los venezolanos acusados en Estados Unidos por el presunto blanqueo de esos 1200 millones de dólares.
Como ocurre con Ramos, el nombre de Vuteff también está presente en los tribunales argentinos. La Justicia investiga las inversiones de este empresario por presunto blanqueo de dinero de la corrupción chavista a través de la compra de activos en el país por al menos tres millones de dólares. Vuteff compró propiedades, vehículos de lujo y otros activos financieros en la Argentina, según consta en una investigación de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).
La denuncia de la fiscalía detalla que Vuteff y su familia compraron cuatro inmuebles, dos camionetas importadas y, además, adquirieron más de un millón de dólares en el mercado cambiario entre 2015 y 2018, período en el que el empresario no registró ningún ingreso formal en la Argentina. Grandes movimientos de dinero en efectivo, transferencias bancarias fraccionadas, viajes relámpago a Montevideo y Madrid, y la adquisición de Cedines, un elemento financiero que habilitó el blanqueo de 2013, llamaron la atención de las autoridades argentinas.
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