Juntos por el Cambio transita una nueva etapa luego de la última reunión de la mesa nacional, en la que resolvieron acompañar el acuerdo entre el Gobierno y el FMI (”para evitar el default”) con la condición de que no haya una suba de impuestos. Una “síntesis” que se arribó despúes de días de diferencias expuestas y que volvió a tener a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, como una de las voces más confrotativas del coro coalicional. Con ese reordenamiento que el tiempo dirá si será provisorio o definitivo, la ex ministra de Seguridad continuará viajando por el país en la búsqueda de aliados, con el objetivo de posicionarse en la interna opositora.
Patricia Bullrich arranca este domingo con una visita a la provincia de Córdoba, uno de los destinos donde la oposición amarilla suele sacar mayor diferencia en caudal de votos. Allí, volverá a juntarse con dos de sus apuestas legislativas de 2021, el senador Luis Juez (Frente Cívico) y el diputado nacional Rodrigo de Loredo, jefe del bloque de Evolución-UCR que responde a la vertiente del radicalismo porteño.
El intinerario, que durará dos días, incluirá una picada en la localidad turística de Carlos Paz y conversaciones con las últimas camadas de turistas de esta temporada de verano. El color de la jornada tendrá un escenario curioso para Bullrich. A propuesta de la diputada cordobesa Laura López Machado, recorrerá el backstage del Cosquín Rock junto a uno de sus organizadores, el empresario José Palazzo.
El lunes, la presidenta del PRO tiene previsto un café informal con el diputado radical Mario Negri. Entre ambos quedó “fría” la relación, luego de que la referente del PRO decidió apoyar a los adversarios del presidente del bloque radical en Diputados en 2021. Alineado con la estructura de la UCR orgánica que representan el gobernador Gerardo Morales y Facundo Manes, Negri suele encontrarse con otros referentes por fuera de ese sector. Salvo con el senador Martín Lousteau, el cordobés se habla con todos. Hace dos semanas recibió a Rodríguez Larreta y lo llevó a la casa de Juan Carlos “La Mona” Jiménez.
Bullrich no quiere hablar de candidaturas, ni de las presidenciales ni las subnacionales, pero el futuro electoral es un espectro que sobrevuela en cada movimiento. En Córdoba, según la dirigente del PRO, Juntos por el Cambio afronta dos problemas difíciles de deshilvanar. En las elecciones provinciales no hay primarias obligatorias, lo que incide como un factor de disgregación ante la falta de mecanismos alternativos. El segundo punto es institucionalizar y darle organicidad a la coalición a nivel local, en sintonía con el mandato de la mesa nacional de JxC durante el “retiro” del jueves pasado en Olivos.
Aunque es una fuerza consolidada en la provincia mediterránea, la coalición opositora enfrenta dilemas que desafiarán su integridad, a raíz del rol que puede llegar a tener el gobernador Juan Schiaretti ante un posible armado nacional en 2023. Algunos sectores de Juntos por el Cambio, más dialoguistas con el peronismo, son afines de ampliar la alianza hacia el peronista disidiente. Patricia Bullrich, en cambio, rechaza de plano confluir en una misma oferta política.
El paseo por Córdoba es una escala más de la hoja de ruta que Patricia Bullrich viene transitando en las últimas dos semanas. Inició con Mauricio Macri en Villa la Angostura, el “lugar en el mundo” del ex presidente y donde suele pasar sus vacaciones. En estos intercambios, la “convicción más profunda” de la referente de PRO que suele destacar ante cada oportunidad es fortalecer la “construcción” de la oposición de este año, para recién hablar de candidaturas en 2023. El objetivo de esta etapa es capitalizar las victorias del año pasado, ganar la “confianza social” y sostener la organización política, sin adelantar ninguna interna.
Más reciente fueron las reuniones que en la esquina de su casa con el diputado nacional y economista Ricardo López Murphy y el ex candidato a vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto. En esas reuniones políticas se habló sobre todo de estrategias legislativas, cuestiones vinculadas al acuerdo con el FMI. En el caso del ex senador neuquino, Bullrich conversó en la ampliación del espacio y el trabajo “territorial”.
Los interlocutores no se limitan a los sectores “duros” afines al estilo de Bullrich. El 2 de febrero viajó a San Rafael, Mendoza, donde dialogó con Ernesto Sanz, uno de los tres fundadores de Cambiemos. Con el dirigente radical, que desde hace años bajó su perfil y volvió a integrarse esta semana a la mesa nacional de la opoisción, tuvo una “charla profunda”. Hablaron de fair play en la coalición, focalizar en el mecanismo de reglas ante posibles discrepancias y pensar un mecanismo para diseñar un programa de gobierno en 2023.
La gira política tuvo también paradas en Punta del Este, donde se privilegiaron las charlas con empresarios, y varias actividades por la Costa Atlántica. Aprovechó para visitar distintas ciudades turísticas en plena afluencia de veraneantes, acompañada por el escritor y filósofo Santiago Kovadloff y se juntó con los intendentes Guillermo Montenegro (Mar del Plata) Martín Yeza (Pinamar), Javier Iguacel (Capitán Sarmiento), José “Pepe” Rodríguez Ponte (General Lavalle), Esteban Santoro (General Madariaga) y Esteban Reino (Balcarce). Otras figuras partidarias fueron parte de esos convites al sol, como el presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, el diputado Hernán Lombardi, el doctor Carlos Kambourian y dirigentes como Florencia Retamoso, Martín Culatto y Damián Arabia.
En la provincia de Buenos Aires, Patricia Bullrich evaluaba presentar una lista interna en las elecciones partidarias del PRO. Finalmente, se supo que hubo una negociación y acuerdo para que presida, en un armado de unidad, el ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, el intendente de Vicente López en uso de licencia.
Interna en tensión
Ante cada debate estratégico o de coyuntura que pone contra las cuerdas al Gobierno, en Juntos por el Cambio afloran las diferencias. El principio de acuerdo entre el FMI y el Poder Ejecutivo, o el debate legislativo sobre el Prespuesto 2022, dejaron expuestos los criterios dísimiles para ejercer el rol de oposición. Las institucionalización de esa pluralidad se vuelve crucial para que sobreviva el espacio, sin estallar.
Patricia Bullrich fue una de las protagonistas de la discusión de la semana, al proponer que la oposición tiene que votar el acuerdo en la medida que el oficialismo en su conjunto apoye en bloque incluida La Cámpora, tras la renuncia a la presidencia de la bancada de Máximo Kirchner. Rápidamente, la Coalición Cívica y la UCR de Gerardo Morales enviaron un mensaje de que se pronunciarían a favor, independientemente de lo que ocurra con el Frente de Todos.
El ruido interno, después del “retiro” en Olivos, pareció ordenarse provisoariamente con el cónclave opositor. Como en otras reuniones de la mesa nacional, los dirigentes de Juntos por el Cambio hablaron sobre las discrepancias expuestas y por adelantar posiciones políticas “individuales”, sin consensuar con el resto de los integrantes.
Los dos posturas más adversarias sobre el acuerdo con el FMI se acecaron; tanto Patricia Bullrich como el gobernador de Jujuy dieron “por zanjada” la cuestión. Ambos se conocen hace tiempo, desde los años noventa. La dirigente macrista suele recordar que ellos dos batallaban en soledad contra el kirchnerismo. Este sábado, el gobernador jujeño confesó que le gustaría que fuera su compañera de fórmula presidencial en 2023.
El jueves pasado, los dirigentes de Juntos por el Cambio definieron una directriz y se pusieron de acuerdo que se debe “evitar el default” y que “hay que honrar la deudas”, “no votar una suba de impuestos” y evitar adelantar el sentido del voto hasta que se conozca el texto definitivo en el Congreso. Un importante diputado que participó del encuentro en Olivos, y que no integra el PRO, evitó afirmar que se disciplinó a la línea “dura” . “Se puede decir que se encontró una síntesis. Esos puntos nos representan a todos”, graficó.
A menos de 48 horas del último encuentro de Juntos por el Cambio, donde se definió una mayor institucionalización y la incorporación de Luis Juez, Lopez Murphy, Marcelo Orrego y Graciela Ocaña al órgano rector partidario, otra polémica volvió a generar roces públicos. Nuevamente, reapareció el gobernador Gerardo Morales. El jujeño cuestionó los subsidios que se reciben en el AMBA para el transporte público, en medio del conflicto entre Nación y Ciudad por la quita de esas transferencias para los colectivos porteños. El mandatario radical fue efusivo en fustigar contra el “porteñismo” y la desigualdades con el interior, lo que implicó un tiro por elevación al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
“Juntos por el Cambio tiene que dejar de hablar para adentro y hacerlo para afuera. No nos hace bien. Esto se toma contra Larreta y no está bueno. Tenemos que cuidarnos entre todos por más que hubiera una reinvidicación natural de las provincias contra el porteñismo que recibe subisidios”, lamentó Patricia Bullrich a este medio.
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