El presidente de la Nación, Alberto Fernández, declarará el martes como testigo en el juicio oral por la obra pública en el que la principal acusada es su vicepresidenta, Cristina Kirchner. Es un hecho histórico. Nunca un jefe de Estado fue testigo en un proceso contra su segundo. Tampoco ocurrió que una ex presidenta y actual vice sea juzgada por un hecho de corrupción. Lo más cercano fue hace 10 años cuando Carlos “Chacho” Álvarez declaró en el juicio por las coimas en el Senado contra Fernández De la Rúa.
Alberto Fernández está citado en los tribunales de Comodoro Py para las 9.30. Por su cargo, la ley le permite declarar por escrito. Pero optó por ir personalmente, lo que se leyó como un gesto político de apoyo a Cristina Kirchner.
El Presidente fue citado a pedido de tres defensas: la de Cristina Kirchner, la del empresario Lázaro Báez y la del ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. En 2018 solicitaron su testimonio cuando las defensas presentaron en el tribunal la prueba y los testigos para el juicio. Fue antes que se proclame la fórmula presidencial Fernández-Kirchner. La vicepresidente solicitó que todos los fue fueron sus jefes de Gabinete declaren. Uno de ellos fue Alberto Fernández.
“En el año 1994 se introduce la figura del jefe de gabinete, el responsable de la ejecución del presupuesto, sin embargo acá no está citado ningún jefe de gabinete y no digo que tengan que estar acá. El que ejecuta el presupuesto es el jefe de gabinete, no el presidente o presidenta de la nación. Si es así, van a tener que citar al presidente de la República, que fue jefe de gabinete de 2003 a 2008″, dijo Cristina Kirchner cuando declaró en diciembre de 2019 en el juicio oral.
El juicio empezó en mayo de 2019. Es el primero a la vicepresidenta de las cinco causas penales en las que fue elevada a esa etapa, de las cuáles tres se cerraron el año pasado (dólar futuro, firma del memorándum de entendimiento con Irán y “Los Sauces-Hotesur”). Se juzgan las presuntas irregularidades en las 52 obras públicas que las empresas de Báez recibieron para Santa Cruz de 2003 a 2015, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Los acusados son 13. Además de la ex presidente están acusados Báez, Julio De Vido, el ex secretario de Obras Públicas José López y el ex titular de Vialidad Nacional Nelson Periotti, entre otros ex funcionarios nacionales y provinciales.
Otros ex jefes de Gabinete de Cristina Kichner ya declararon en el juicio. Lo hicieron Juan Manuel Abal Medina, Jorge Capitanich, gobernador de Chaco, y Aníbal Fernández, ministro de Seguridad de la Nación. El 21 de febrero lo hará Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados de la Nación, por videoconferencia.
De las audiencias de Abal Medina, Capitanich y Aníbal Fernández se puede tener el espejo de lo que ocurrirá el martes en la de Alberto Fernández.
El Presidente está citado a las 9.30. Se espera que la audiencia comience puntual. Después de los pasos de rigor (el juramento de decir verdad, si conoce a los imputados y qué relación tiene con cada uno) comenzará el interrogatorio. Lo iniciará Alberto Beraldi, abogado de Cristina Kirchner y lo seguirán Juan Villanueva, de Báez, y Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, de De Vido. Son las defensas que pidieron que su testimonio. Luego podrán preguntar el resto de las partes.
A los ex jefes de Gabinete les consultaron por cuáles eran sus funciones, qué rol tenían en la elaboración del presupuesto, cómo se reasignan las partidas presupuestarias para las obras públicas, si había un plan de obra pública nacional y cómo se hacían la distribución de la obra pública por provincias y si Santa Cruz era más beneficiada. Un cuestionario más técnico.
Las preguntas más políticas, de parte de las defensas, fueron si en alguna oportunidad Cristina Kirchner les pidió beneficiar a las empresas de Báez y si el empresario les solicitó que hagan o dejen de hacer algo a su favor. Esas preguntas las hicieron las defensas de Cristina Kirchner y Lázaro Báez. La respuesta a ambas de todos los ex jefes de Gabinete fue que no.
El fiscal del juicio, Diego Luciani, llevó su interrogatorio a más precisiones sobre la asignación de las obras públicas y principalmente de las decisiones administrativas que los jefes de Gabinete firmaban para reasignar partidas que estaban fuera de presupuesto: si sabían para qué obras eran y para qué empresarios, si la presidenta conocía esas decisiones, si supo de denuncias por corrupción, si se hicieron auditorias sobre la obra pública.
Un clásico de casi todas las audiencias es la pelea entre la Fiscalía y las defensas en las objeciones por las preguntas que hacen. Por el peso político de Alberto Fernández esa escena se descuenta que se repetirá.
Algunos de los interrogantes que se le hicieron a los ex jefes de Gabinete, Alberto Fernández ya los contestó públicamente. Por ejemplo, si conoce a Báez. “Lo vi una vez en mi vida a Lázaro. Lo conocerán de Santa Cruz que es donde Lázaro hacía su obra, su trabajo o su desfalco, no sé, cómo lo llamen. Pero no era alguien que venía al gobierno nacional. Yo lo vi una vez en mi vida en Calafate. Lo vi en lo que era la obra de Los Sauces cuando lo estaban construyendo”, contó el 22 de marzo de 2016 el entonces ex jefe de Gabinete en el programa “Plan M” que conducía Maxi Montenegro.
Entonces, Fernández estaba alejado de Cristina Kichner luego de dejar en 2008 su gobierno. Los Sauces es uno de los hoteles de familia Kirchner que “Valle Mitre”, empresa de Báez, gerenció. Ese ese uno de los hechos por los que Cristina Kirchner y Báez fueron procesados y enviados a juicio oral en el caso “Los Sauces-Hotesur”, en el que en noviembre del año pasado fueron sobreseídos y esa decisión está bajo revisión de la Cámara Federal.
Alberto Fernández habló en ese programa sobre lo que hacía pocos días se había conocido: el video en el financiera S.G.I en el que se ve a uno de los hijos de Lázaro Báez y a otras personas que trabajaban para él contando cinco millones de dólares.
“Esto me parece gravísimo. Lo que a mí me asombra es que nadie de una explicación”, dijo entonces Fernández señalando las imágenes. “Olvídate de lo judicial porque es muy complejo. Pero tienen que explicarlo políticamente porque cuando uno habla de estas cosas enseguida aparece la locura cristinista de ´ah te entregaste´. No, esto hay que explicarlo porque el que calla otorga. Y si no tiene explicación entonces es muy grave. Uno ve semejante cosa, porque yo no puedo decir que los Kirchner no tienen que ver con los Báez si van al mausoleo de Néstor juntos. ¿Cómo no van a tener que ver? Lo que espero es que alguien diga algo, alguien explique algo. Algo más que decir que esto es una persecución”, había dicho el hoy Presidente.
Sobre la obra pública defendió la actuación del gobierno nacional: “El gobierno nacional gira fondos a intendencias y a gobernaciones y los que hacen las licitaciones son las intendencias y las gobernaciones. Y uno gira fondos para cubrir el gasto pero uno no resuelve necesariamente esas licitaciones. Pero no puedo desatender el dato de que todo ocurrió en Santa Cruz y que esa era la provincia de Néstor porque es un dato objetivo”.
“No me importa quién lo hizo, yo sé que no lo hice. No me importa quién lo hizo. A mí me pidieron que colabore con un gobierno, nadie me pidió que sea cómplice de un delincuente. Si alguien hizo esto, pues que responda”, fue otra de sus frases y dijo “no lo sé” cuando le preguntaron si Báez era testaferro de Néstor Kirchner.
Ya como candidato a presidente en la fórmula de Cristina Kirchner, Fernández volvió a hablar del tema en junio de 2019. “Eso puede ser una falta ética, un descuido ético, pero una cosa es eso y otra cosa es un delito; por favor, eso no es serio. Sí es serio que debió tener la precaución de no hacer esto con un contratista del Estado”, respondió cuando la periodista María O’ Donnell preguntó por los negocios de Cristina Kirchner con Báez mientras recibía obra pública del estado nacional.
Por el caso del video de los cinco millones de dólares, Báez fue condenado a 12 años de prisión por lavado de dinero. La mayoría del Tribunal Oral Federal 4 dijo que el dinero que lavó era de la obra pública que recibió durante el kirchnerista y de la falsificación de facturas. Esa condena está bajo revisión de la Cámara Federal de Casación Penal.
El Presidente estará el martes frente a los jueces del Tribunal Oral Federal 2, Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso. La audiencia será en la Sala B, en la planta baja de Comodoro Py. Si bien los juicios orales son públicos, por la pandemia no puede haber gente en la sala. Se puede seguir por videoconferencia con una previa inscripción en el tribunal.
La seguridad de Comodoro PY se comunicó en la semana con la custodia presidencial para organizar el operativo. Se prevé que personal de Casa Militar vaya mañana a Comodoro Py para conocer el lugar y establecer cómo llegará Fernández -al lado del edificio hay un helipuerto-, por donde ingresará, por donde saldrá, si se requiere un vallado al edificio o que la zona de la sala de audiencias esté despejada. No se espera que haya manifestaciones públicas, como ocurrió cuando Cristina Kirchner iba a Comodoro Py. Hay diferencias. La ex presidenta iba como acusada y contaba así con respaldo político. Fernández es testigo, lo que no tiene en sí implicancias política su presencia.
Sin embargo, entre los abogados que están en el juicio apareció como pregunta si el Presidente hará alguna manifestación explicita de apoyo a Cristina Kirchner o de crítica a la Justicia, sobre todo porque el kirchnerismo planeta que todas las causas contra la vicepresidente son una persecución política. Inclusive, en varias oportunidades Fernández avaló esa tesis con críticas a la Justicia. Las últimas, a la Corte Suprema.
Ninguno de los ex jefes de Gabinete tuvo esa línea en sus declaraciones como testigo. Solo Carlos Zannini, ex secretario de Legal y Técnica de Néstor y Cristina Kirchner y actual procurador del Tesoro de la Nación. “Quiero expresarle que tengo el peor de los conceptos del requerimiento y de la causa. Se trata de una acción desde la política que trata de instrumentar al poder judicial”, dijo el funcionario, tal vez el más cercano a los Kirchner, al inicio de su declaración a principio de mes.
Al jefe de Estado lo recibirá un edificio con poca gente. Por la pandemia, los pasillos de Comodoro Py están casi vacíos ya que muchas audiencias se hacen por videoconferencia y se estableció el trabajo a distancia. Inclusive los abogados no tienen que llevar personalmente los escritos porque pueden hacerlo de manera digital.
De hecho, la audiencia del martes es mixta. En la sala estarán solo los jueces, los secretarios del tribunal y el Presidente. Las defensas, la Fiscalía, las querellas y los imputados la siguen por videoconferencia. Los acusados no están obligados a presenciarla pero si quieren pueden conectarse. Cristina Kirchner no estuvo en ninguna de las audiencias en las que declararon testigos.
Alberto Fernández ya declaró como testigo en una causa en la que estaba acusada Cristina Kirchner. Fue el 10 de julio de 2019 -ya candidato a presidente- ante el juez Claudio Bonadio en la causa por el memorándum con Irán. Dijo que esa decisión fue un error, pero no un delito. “No tengo dudas de que esto es una cuestión política. Voy a venir todas las veces que me citen”, había dicho en esa oportunidad.
Pero la presencia del martes de Alberto Fernández no tiene antecedentes. Nunca un jefe de Estado argentino declaró en un juicio en el que esté imputada su vicepresidenta. También este es el primer proceso a una vice.
Lo más cercano a eso fue lo que ocurrió en el juicio por las llamadas coimas en el Senado. El ex presidente De la Rúa era el principal acusado y Alvárez, su vice que renunció por ese caso, declaró como testigo. Fue el 13 de septiembre de 2012 también en Comodoro Py.
Ese día, De la Rúa interrogó personalmente a su vice. Estaban a un metro de distancia.
-¿Por qué renunció?, le preguntó de la Rúa.
–Renuncié porque usted ratificó en los cargos y promovió a los sospechados. Yo dejé mi fuerza política pagando los costos de un Gobierno que fue un fracaso – contestó Álvarez.
De la Rúa y el resto de los acusados fueron absueltos.
Otro hecho que involucró a ex presidentes en Comodoro Py ocurrió un año después. El 20 de septiembre de 2013 Carlos Menem y De la Rúa se cruzaron en un pasillo y charlaron unos minutos. Cada uno, ambos ya fallecidos, estaba ahí para audiencias de juicios en los que estaban acusados. Menem por ocultar en su declaración jurada una cuenta bancaria en Suiza, De la Rúa por el caso de las coimas. Los dos iban a terminar sobreseídos.
El martes, con Fernández y Cristina Kirchner la historia de las máximas autoridades de la política y Comodoro Py tendrá otra página.
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