El fiscal federal Eduardo Taiano imputó a Leonardo Cositorto, el fundador de Generación Zoe, el “holding” que quedó en la mira del Gobierno argentino –y también del paraguayo– debido a los altos rendimientos que ofrece en dólares. El requerimiento firmado por el fiscal, al que tuvo acceso Infobae, implica el comienzo de una investigación penal, donde ya se sumó la información que obtuvo la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).
La causa que derivó en la imputación arrancó a partir de la denuncia de un particular ante el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires. En esa denuncia, se acusa a la organización liderada por Cositorto de una presunta estafa y defraudación económica al fisco, dado que “bajo una fachada de un supuesto culto y una falsa universidad...ofrece[ría] titulados en criptomonedas y coaching”.
La denuncia precisó que la maniobra delictiva consiste en “captar a jóvenes y adultos en situación de vulnerabilidad con promesas de obtener amplias riquezas sin tener que trabajar, tan solo invirtiendo 1000 uss, ofrecen ganancias superiores a los 100.000 pesos mensuales sin hacer nada, las víctimas que no tienen dinero, son obligadas a captar a 5 o 10 víctimas que pongan el dinero solicitado para poder ingresar”.
Este martes, la denuncia sumó el contenido de una investigación preeliminar (IP) que realizó la PROCELAC durante la feria judicial a partir de una denuncia de la Asociación Civil Decodes (ONG Bitcoin Argentina). “Desde nuestra área de legales hace tiempo que venimos siguiendo las acciones e intervenciones públicas de las distintas empresas del grupo ZOE y sus responsables. Hay elementos suficientes para que la justicia investigue y compruebe si es que a través del coaching coercitivo, la formación educativa y las finanzas, quienes llevan adelante este grupo empresarial realizaron un fraude conocido como esquema ponzi o estafa piramidal, además de otros posibles delitos como captación de ahorro no autorizada y manipulación del mercado”, dijo la ONG en ese momento.
La denuncia de la ONG acusaba a Cositorto de los delitos de estafa, captación de ahorro público no autorizado y manipulación del mercado.
En esa presentación se detallaba que Cositorto “creó una serie de sociedades comerciales con objetos sociales muy distintos entre sí y en muy poco tiempo”. Entre marzo y diciembre de 2021 constituyó “Universidad del Trading S.A.” (26/03/21); “Zoe Construcciones S.A.” (26/03/21); “Generación Zoe S.A.” (26/03/21), “Zoe Pets S.A.” (17/11/21), “Zoe Burger S.A.” (17/11/21), “Zoe Fitnes Gym S.A.” (9/12/21) y “Zoe Pizzas S.A.” (9/12/21).
También se destacaba que si bien Cositorto se promociona ofreciendo servicios de coaching “adicionalmente, ofrece distintos tipos de servicios financieros a través de las sociedades que conforman el Grupo Zoe- inversiones, en un fideicomiso financiero donde una de sus empresas actuaría como fiduciario” y se “encarga de mencionar e insistir en que el público general invierta en criptoactivos como el llamado “Zoe Cash”.
Fuera de la Justicia, Cositorto viene siendo investigado hace tiempo por organismos oficiales. En octubre pasado, en base a una serie de denuncias anónimas, la CNV intimó a Generación Zoe S.A. y a Universidad del Trading S.A. a cesar en forma inmediata “toda invitación u ofrecimiento público de negociación o de cualquier otro acto jurídico con valores negociables dirigido a personas en general o a sectores o grupos determinados y de todo asesoramiento en materia de mercado de capitales y cualquier otra actividad de intermediación en la oferta pública”.
La CNV emitió una alerta internacional en el portal de IOSCO –organización internacional que agrupa a todos los reguladores del mercado de capitales del mundo- y comunicaciones específicas a los reguladores de Colombia, España y Paraguay –países donde se ha detectado actividad de estos sujetos- informando la apertura del sumario y alertando a los demás reguladores y al público inversor en general sobre los hallazgos de la presente investigación.
Además, la Inspección General de Justicia dispuso investigar a varias sociedades vinculadas a Zoe Capital con el objetivo de verificar su real y efectiva actividad, así como el cumplimiento de su objeto social y contractual, la identificación de sus integrantes y miembros de sus órganos sociales, “en todo lo que legalmente corresponda”.
Generación Zoe forma parte de una red de empresas que ofrecen educación financiera, coaching ontológico y espiritual que, a través de su billetera digital, promete rendimientos en dólares del orden del 7,5% al 10% mensual o de hasta el 120% anual.
El grupo tiene además su propia criptomoneda y negocios en Deportivo Español y en el club Chacarita. No sólo eso, tiene hasta una supuesta cadena de hamburgueserías, Zoe Burger, con al menos un local en Olivos donde antes funcionaba un Burger King.
En su investigación interna, la PROCELAC certificó otras causas penales abiertas en el interior del país y le encargó una serie de tareas a la Dirección de Investigaciones de Delitos Económicos del Ministerio de Seguridad de la Nación. Además pidió informes a empresas vinculadas con criptoactivos, a varios organismos públicos y al Ministerio de Minería de la Provincia de San Juan y la Secretaría de Minería e Hidrocarburos de la Provincia de Jujuy. ¿Por qué?
Una de las afirmaciones más repetidas por Cositorto es que la emisión de su criptomoneda Zoe Cash va a estar respaldada con oro. Para justificar ese cambio “uno a uno” de cripto por oro, el líder de Zoe Cash aseguró contar con dos minas de oro a punto de producir. En sus posteos en redes sociales se mostró camino a Jujuy, donde estaría ubicada una, y también en San Juan, donde estaría ubicada la otra.
Al imputar a Cositorto, el fiscal Taiano le pidió al juez Ariel Lijo acelerar varias de las medidas de prueba que habían sido pedidas por a PROCELAC y sumó otras que se mantienen en reserva.
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