Los diez gobernadores de la denominada Asamblea del Norte Grande Argentino firmaron esta tarde una declaración en la que piden que se le quiten al gobierno de la ciudad de Buenos Aires los subsidios que recibe para afrontar el pago a 32 empresas de colectivos que están bajo su exclusiva jurisdicción. Esa suma alcanzó los 14.600 millones de pesos en 2021, de los cuales un 56% los afrontó la Nación y el resto el Ejecutivo porteño.
Los mandatarios provinciales de Misiones, Chaco, Formosa, Santiago del Estero, La Rioja, Tucumán, Jujuy, Corrientes, Salta y Catamarca suscribieron el documento de apoyo a la medida que desde esta semana impulsó el ministerio de Transporte de la Nación, luego de la reunión que mantuvieron en la localidad misionera de Puerto Iguazú con el jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur, con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro y con la secretaria de Provincias, Silvina Batakis.
Si bien este encuentro, el octavo que realiza este grupo de gobernadores, fue pactado con la intención de discutir y avanzar sobre la generación de energía y la reasignación de recursos sobre esta problemática, en su transcurso surgieron otros temas relacionados con la relación entre las provincias. Otros distritos como Córdoba y Santa Fe ya se habían puesto a la cabeza de los reclamos desde principios de este mes de febrero por los subsidios al transporte público de pasajeros que recibe la Ciudad Autónoma.
En la lista de quienes hacen este pedido figuran gobernadores de distinto color político. Están los oficialistas Jorge Capitanich (Chaco), Gildo Insfrán (Formosa), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero); dos que responden a la oposición como Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) y dos de fuerzas provinciales que suelen acompañar las iniciativas del Frente de Todos como el misionero Oscar Herrera Ahuad del Frente de la Concordia de Misiones y el salteño Gustavo Sáenz, del Partido Identidad Salteña (PAIS).
A comienzos de esta semana el ministerio de Transporte conducido por Alexis Guerrera anunció que pretende quitarle los subsidios a CABA y repartirlos con “equidad federal”. Desde esa cartera informaron que desde que desde 2012 existe la ley 26.740 que establece el traspaso de esas 32 líneas así como ocurrió con el manejo de la red de subterráneos metropolitana (que recién a raíz de prolongadas negociaciones pudo concretarse en 2015).
El traslado de esos subsidios a las provincias, que están incluidas desde que se desató la pandemia de COVID-19 en un Fondo Compensador -el año pasado entregó 24.500 millones de pesos-, es un reclamo de larga data de los gobernadores quienes desde la firma del Consenso Fiscal durante el gobierno de Mauricio Macri en 2018, debieron hacerse cargo de los costos del transporte automotor propio de cada distrito. Esto los obligó a introducir fuertes subas en el precio del boleto mínimo: en Necochea, Mar del Plata, Bariloche, Córdoba o Santa Fe, el mínimo cuesta entre 50 y 80 pesos, mientras que en la Ciudad y el Gran Buenos Aires es de 18 pesos.
Varios de los miembros del PRO, incluido el jefe de Gobierno porteño, salieron al cruce de estas intenciones y temen que ocurra lo mismo que con el quite de la coparticipación en septiembre de 2020 o con el traspaso de la Policía al ámbito de la Ciudad.
El ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, sostuvo este jueves que el recorte de los subsidios a las líneas porteñas tendrá un “impacto tremendo en la gente” y afirmó que “no está planteado ningún traspaso” de la jurisdicción. “Si el Gobierno nacional decide sacar subsidios, es una decisión que toma el Gobierno y va a implicar una suba”, advirtió el ex intendente de Vicente López.
En línea con Rodríguez Larreta, quien aseguró que el oficialismo “está atacando” a la Ciudad, Jorge Macri atribuyó el retiro del apoyo económico a los usuarios de la Capital Federal a un atributo partidario porque “somos de otro palo político” para que se paguen “los platos rotos”.
Con ese cuadro, Jorge Macri estimó que “el subsidio se pone para que la tarifa no suba” y “si se lo saca, la tarifa va a subir el doble o el triple”. Estimó que el costo del boleto mínimo treparía a 45 o 50 pesos. Y reclamó que es momento de “parar la pelota” y “acordar un sistema que funcione, cuidando a la gente”, con una coordinación que evite un desfasaje entre los colectivos que quedarán bajo la órbita de Nación, por ser interjurisdiccionales, y aquellos que dependerán de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
“No podemos tener un colectivo que si lo tomás en el Metrobús te puede salir 50 pesos y otro, con el mismo recorrido, unos 18 pesos”, ilustró. “La Ciudad está dispuesta a sostener el mismo esquema, compartir subsidios y hacer un esfuerzo compartido para que la gente que viaja en bondi no sufra un aumento tan alto”, definió en declaraciones radiales.
El ministerio de Transporte llamó a una mesa de diálogo y las primeras reuniones entre los equipos técnicos de Nación y Ciudad se produciría la semana que viene.
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