A raíz del reclamo iniciado por Pablo Moyano para que el Gobierno prorrogue el decreto que obliga a las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) a otorgar cobertura a los choferes del sector que contraigan la COVID-19, especialistas en derechos laborales abren el debate sobre si efectivamente se trata de una enfermedad del trabajo, en un contexto en el que los contagios también surgen en encuentros sociales. Según advierten, en el fondo hay una disputa económica ya que el Fondo de Sustentabilidad agotó sus capacidades de financiamiento.
A principios de este mes, el líder camionero amenazó con paralizar todas las actividades si no se realiza una inmediata prórroga del decreto, que venció el 31 de diciembre último, por lo que los choferes dejaron de tener cobertura. Incluso, realizaron una movilización masiva en el Ministro de Trabajo de la Avenida Leandro N. Alem al 600.
“Las ART no atienden a los trabajadores, por lo que los gastos recaen en las obras sociales”, denunció el dirigente y ratificó la continuidad del plan de lucha gremial y adelantó que “el sindicato paralizará la actividad cuando el primer trabajador camionero sufra el descuento salarial por no cubrir las ART el coronavirus, porque el sector fue en su momento declarado esencial y, los choferes, dieron la vida para abastecer el país”.
Por su parte la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) aseguró en enero último que “los trabajadores tienen cobertura por la Covid-19 de acuerdo con el régimen que corresponda según la actividad”, y sostuvo que el decreto 260/20 que el gremio reclama prorrogar expiró el 31 de diciembre ante “el cambio de la coyuntura sanitaria por la exitosa implementación del programa de vacunación nacional”.
Pablo Moyano aseveró que los choferes de camiones que contraigan el virus “perderán salario” y remarcó que ese personal fue declarado “esencial” en “la peor etapa de la pandemia” y que el requerimiento ya fue formulado ante Trabajo.
Justamente, los abogados laboralistas consultados por Infobae, recordaron que el Covid-19 fue considerado como una enfermedad profesional hasta diciembre de 2021. “Comenzó tal camino cuando, en virtud del aislamiento social preventivo y obligatorio, quienes se encontraban mayormente sujetos al contagio eran quienes debían trabajar por ser personal considerado esencial”, detallaron.
“El financiamiento de esa atención médica estaba en cabeza del Fondo de Sustentabilidad que había sido creado originariamente para cubrir las incapacidades y atención médica derivada de la hipoacusia en el trabajo. Pero ese fondo se agotó y las entidades de salud no habrían sido compensadas todavía por la atención brindada durante todo ese período”, agregaron.
En ese sentido, los referentes del derecho laboral consideraron que “ya no es posible asignarle al trabajo el contagio de esa enfermedad por cuanto es mayormente producto de eventos sociales o familiares y del menor cuidado que las personas realizan. El trabajo es totalmente ajeno a la enfermedad pero igualmente se está pidiendo que sean las ART quienes la cubran. Obviamente se resisten a tal carga por la cual no han asegurado a los trabajadores”.
A diferencia de los inicios del 2020, hoy los contagios se dan entre los que trabajan y los que no lo hacen. De hecho, según resaltan, “es en el trabajo donde hay más cuidados y burbujas para evitar la propagación de la enfermedad”.
“La pregunta es entonces cuál es el motivo de la disputa y sin duda la respuesta es económica. Las empresas no quieren pagar alícuotas superiores por el aseguramiento y las obras sociales no quieren atender esa enfermedad que ya no resulta discutible que es inculpable como el contagio de cualquier otro tipo de enfermedad virósica”, aseguraron.
En su análisis, los especialistas alertan que se trata de “una disputa económica” y agregaron: “Las empresas deben abonar los días de enfermedad hasta los plazos que la ley indica siendo que si fuera una enfermedad profesional deberían hacerse cargo solamente de los primeros diez días de salarios. Pero siendo que la enfermedad hoy es de escasa virulencia y de pocos días para recuperarse, no se modificaría en nada la situación del empleador pero el problema es quien atiende la salud del trabajador durante los días en que transita la enfermedad y cuando ello sea necesario”.
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