En medio de las tensiones que vive el Frente de Todos luego de la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista en Diputados, Alberto Fernández trató de llevar un poco de calma con el objetivo de mostrar una coalición unida de cara a un debate que se anticipa áspero por el pre acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por la deuda de más de 44 mil millones de dólares contraída por Mauricio Macri.
Desde Barbados, en donde el Presidente y la comitiva que lo acompaña están terminando la gira internacional que incluyó paradas en Rusia y China, Fernández brindó una conferencia de prensa que incluyó varios temas de su viaje. Si bien el mandatario hizo foco en lo hablado con Vladimir Putin y Xi Jinping, la negociación con el FMI atraviesa por estos días la agenda del Gobierno y, sobre todo, lo que sucederá con el sector del kirchnerismo duro que anticipó que no está de acuerdo con lo firmado.
Ante esto, el jefe de Estado sentenció: “Hablé con Cristina cuando estaba en Beijing. No tengo dudas de que nos van a acompañar. No le asigno importancia a las especulaciones”.
Puntualmente sobre su relación con la Vicepresidenta, respondió: “Seguimos trabajando para poner de pie la Argentina de las dificultades que heredamos, algunas con una mirada y otras con otra, pero con el denominador común de querer hacer lo mejor para la Argentina. Escucho y presto atención a todos, también a Cristina. Desde acá lo que veo es que Argentina no entiende que el mundo es otro. No lo entienden a veces los medios. He leído que le mordí las manos a quien me ayudó. Sé quién hizo mucho para que el préstamo sea dado, es el gobierno anterior. No lo digo yo, lo dice el FMI. Por lo tanto, en esa lógica binaria que muchas veces hay en Argentina sería buenísimo que miren al mundo y vean cómo funciona”.
Sobre la posibilidad de que el board del FMI apruebe lo pactado con la Argentina, Fernández contó que termina la gira con el apoyo de Rusia y China: “Agradecí el apoyo de ambos países. Ambos expresaron su satisfacción con el acuerdo alcanzado porque tiene mucho que ver con las posibilidades de avanzar en materia de inversiones. Hablamos con ambos la posibilidad de que lleguen los DEG, ambos estaban al tanto y son conversaciones que ocurren hace un tiempo. Vamos a intentar seguir encaminándolas”.
Con respecto a la ampliación del SWAP con China por 3 mil millones de dólares, el Presidente admitió que “está bastante avanzado” pero que ahora hay que esperar a “las partes técnicas de los dos gobiernos para ver el modo de materializarlo”.
El mandatario también fue consultado por sus dichos en Rusia sobre la dependencia que Argentina tiene con Estados Unidos, pero optó por bajarle un tono a la política y aseguró que no hubo repercusiones negativas: “No recibí ninguna declaración pública de ningún funcionario preocupado por lo que dije. Leí páginas escritas hablando del malestar que hay en Washington, que no entiendo, deben estar más preocupados por temas más importantes que la Argentina. No vi ninguna declaración pública cuestionando lo que dije”.
Y agregó: “Creo que lo que dije es una verdad de perogrullo. Si uno piensa, nosotros tenemos un gran acreedor por la preeminencia de EEUU en el Fondo. Me pregunto qué dije de novedoso, siento que no dije nada novedoso sino que todos sabemos. No creo que nadie se haya molestado por eso. Lo digo desde siempre estando en Buenos Aires, no viendo a Putin. Le dije lo mismo que digo públicamente”.
“Con EEUU tenemos que mantener relaciones respetuosas, serias y responsables como las que mantenemos con China, Rusia, Alemania, Chile, Uruguay o cualquier país del mundo porque creemos en el multilateralismo y lo practicamos. Es el camino que la Argentina tiene que tomar. Algunos siguen creyendo que hay un mundo bipolar con los comunistas del este y los occidentales del oeste pero ese mundo no existe más. Sería bueno que miremos cómo funciona el mundo. Cada día estoy más convencido de la necesidad de vínculos multilaterales. Si encuentro en China y Rusia interés por mejorar sus vínculos con Argentina, bienvenido sea y si EEUU quiere lo mismo, bienvenido sea”, completó.
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