En la reunión bilateral que mantuvo este domingo en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing, el presidente Alberto Fernández le agradeció a su par chino, Xi Jinping, el apoyo sanitario que recibió por parte del régimen en medio de la pandemia del coronavirus y le dijo al líder comunista que “si fuera argentino, sería peronista”.
De acuerdo con lo que miembros de la comitiva presidencial revelaron a Infobae, en el encuentro en el edificio situado en plena plaza de Tiananmén la conversación entre ambos jefes de Estado se extendió por casi una hora, a pesar de que estaba pactado que durara apenas 20 minutos.
Durante esta charla, acordaron continuar con el trabajo para profundizar las relaciones de cooperación política, comercial, económica, científica y cultural entre los dos países, y se anunció la incorporación de Argentina a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda del Siglo XXI, la ofensiva geopolítica del gigante asiático para expandir su influencia en diferentes regiones del mundo, y la inversión china de USD 23.000 millones.
En un momento del cónclave, Xi Jinping le agradeció a su invitado el discurso que dio en julio del año pasado, en el marco de las celebraciones que se organizaron por el centenario del Partido Comunista Chino (PCCh), y el argentino le respondió contándole acerca de la historia del Partido Justicialista, al que calificó como un espacio que siempre “intentó hacer un país más industrializado y con distribución de los ingresos”.
Alberto Fernández también comentó que el proceso iniciado por el peronismo siempre fue interrumpido “por algún golpe de Estado o por políticas liberales”. Y ya en un ámbito distendido, cerca del final del encuentro, buscó la complicidad de su par chino: “Si usted fuera argentino, sería peronista”.
Por otra parte, ambos mandatarios calificaron la reunión como “cordial, amistosa y fructífera”, y valoraron “altamente el vínculo profundo y sostenido de las relaciones chino-argentinas”.
Durante la reunión, Alberto Fernández estuvo acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero; los gobernadores de Río Negro, Arabela Carreras, y de Buenos Aires, Axel Kicillof; el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja; el senador Adolfo Rodríguez Saá y el diputado Eduardo Valdés.
En tanto, por el lado chino participaron Ding Xuexiang, miembro del Buró Político del Comité Central del PCCh, del Secretariado y director de la Oficina General del Comité Central del partido; Yang Jiechi, también miembro del Buró Político y director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central; Wang Yi, consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores; He Lifeng, presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma; Wang Wentao, ministro de Comercio; Ma Zhaoxu, viceministro de Relaciones Exteriores, y Hu Chunying, ministra adjunta de Relaciones Exteriores.
A su vez el Presidente le pidió a Xi Jinping entrar en el BRICS, el grupo de economías emergentes integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Este planteo ya se lo había hecho al mandatario ruso, Vladimir Putin, cuando estuvo de visita en Moscú, antes de llegar a Beijing. Desde la comitiva aseguraron a Infobae que ambos líderes dijeron estar de acuerdo con la propuesta de Alberto Fernández.
El argentino también aprovechó para también solicitar una mayor ayuda financiera para la Argentina mediante la renovación del SWAP y a través de los denominados DEGS (Derechos Especiales de Giros que envía el Fondo Monetario Internacional).
Al respecto, Xi Jinping respondió que está dispuesto “a estudiar proyectos de canalización” de los DEGS y manifestó “la necesidad” de que el FMI “lleve a cabo una revisión de su política de sobrecargos”, en coincidencia con el pedido de la Argentina en diversos foros internacionales.
También coincidieron en la relevancia del G-20 “como foro destacado para la cooperación económica internacional” y afirmaron que seguirán “trabajando conjuntamente en áreas de interés común, tales como salud, finanzas y comercio”.
Asimismo, Alberto Fernández agradeció la ayuda que le brindó el régimen a la Argentina mediante la venta de las vacunas contra el coronavirus que fueron producidas en el país asiático y enviadas a Buenos Aires para combatir a la pandemia. Es el caso de las dosis de Sinopharm o CanSino.
Por último, otra anécdota del Jefe de Estado argentino: recordó que cuando Juan Domingo Perón era presidente, en la década de 1950, decidió enviar alimentos a Beijing en un complicado momento económico para China, y que finalmente la asistencia se concretó con la firma del entonces ministro de Comercio Exterior de la Nación, Antonio Cafiero, abuelo de Santiago, actual canciller, presente en la reunión.
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