Después del pronunciamiento de los católicos, a través de la Conferencia Episcopal, expresando su rechazo a la legalización de las drogas en medio del escándalo por las dosis de cocaína adulterada que ya dejaron 24 personas muertas, hoy fue el turno de las iglesias evangélicas agrupadas en Aciera, que manifestaron su “profunda conmoción” por lo ocurrido y pidieron por la “inmediata recuperación” de las personas que continúan internadas por el consumo de cocaína envenenada.
“Rogamos a Dios por el consuelo divino en el corazón de los familiares de cada una de las víctimas. De igual manera pedimos por la recuperación de aquellos que están internados en grave estado”, dice el comunicado difundido hoy sábado por la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA).
Mientras continúa la investigación sobre las dosis de droga adulterada distribuidas en distintos puntos del Conurbano bonaerense, desde ACIERA advirtieron que este caso “es una señal de la peligrosidad y una muestra del masivo daño que produce el consumo de estupefacientes en la población”.
“No hay duda que la droga destruye y que el narcotráfico mata sin piedad alguna”, sentencia la nota de la agrupación más numerosa de iglesias evangélicas en Argentina.
Asimismo, la ACIERA instó a las autoridades nacionales a que impulsen “políticas públicas serias” para combatir el narcotráfico en el país. “Anhelamos que se brinde especial atención a un trabajo social profundo e integral que provea la solución a esta problemática”, indicaron.
Por último, la entidad evangélica destacó la importancia de prevenir el consumo de estupefacientes, como así también el tratamiento de aquellas personas con problemas de adicciones. “Los hogares de rehabilitación evangélicos cuentan con capacidad para atender a 3000 internaciones en distintos lugares del país, 1000 en centros de día y otros tantos en grupos familiares. El porcentaje de recuperación es mayor al 30% y demuestra la importancia de atender como sociedad al cuidado de las personas y las familias que atraviesan esta situación”, detalla el comunicado.
La postura expuesta por la ACIERA se suma a la manifestada ayer por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), desde donde plantearon que la despenalización de las sustancias “solo traerá más consumo y marginalidad”.
“Seguramente se instalará en la sociedad que las drogas legales no hacen daño: las drogas matan siempre”, apuntaron en el comunicado de la CEA.
Al igual que la ACIERA, las autoridades de la CEA instaron a las autoridades del Estado Nacional a avanzar contra los “mecanismos de corrupción en todos sus niveles, que alimentan este circuito del narcotráfico, que destruyen tantos barrios, comunidades, familias, hermanos”. Y agregaron: “Alentamos también la creación de mayores espacios de contención e internación, para que las familias más pobres puedan llevar a sus familiares adictos”.
En tanto, la entidad presidida por Monseñor Oscar Ojea lamentó la indiferencia de la sociedad antes este o otro tipo de injusticias, como los muertos por la pandemia, las personas que viven sin agua potable, no tienen lo suficiente para comer o una vivienda digna. “Seguramente este hecho de la “droga adulterada” será noticia por un tiempo, y después a otra cosa. De esta forma, nos desconectamos y naturalizamos todo tipo de violencia, nada ya nos llama la atención”, dijeron.
El documento lleva las firmas de Monseñor Oscar Ojea, Obispo de San Isidro; el Cardenal Mario Poli en Buenos Aires; el Obispo de la zona de la tragedia que es Martín Fassi, Obispo de San Martín; Pedro Laxague, Obispo de Zarate Campana y Delegado de la Región Buenos Aires; y Monseñor Jorge Lugones, Presidente de la Pastoral Social.
Este viernes por la noche, el gobierno de la provincia de Buenos Aires confirmó una muerte más por las dosis de cocaína adulterada que fueron distribuidas en algunos sectores del Conurbano bonaerense, y ahora son 24 las víctimas fatales. Además, otras 23 personas permanecen internadas y bajo observación.
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