Alberto Fernández puede anunciar en las próximas horas que Argentina ingresará a la Ruta de la Seda, una iniciativa geopolítica que ejecuta China para profundizar su influencia ideológica alrededor del planeta. La incorporación del país a esa agenda global significarían inversiones aprobadas en Beijing por un monto aproximado de 20 mil millones de dólares, aseguraron a Infobae integrantes del Gobierno que acompañan al Presidente en su gira internacional.
Santiago Cafiero encabeza la negociación con los representantes del régimen comunista, que pretenden comunicar la incorporación de Argentina a la Ruta de la Seda antes que Alberto Fernández y Xi protagonicen su encuentro bilateral en Beijing. El cónclave está previsto para las 0.40 del domingo (hora de aquí) y será en el imponente Gran Salón del Pueblo.
Un documento oficial de 18 páginas, redactado en la Cancillería, describe los proyectos de inversión que Cafiero negocia con los funcionarios asignado por XI. Bajo el título Visita Presidencial a la República Popular China, se puede leer el siguiente índice de emprendimientos:
1. CENTRAL HIDROELÉCTRICA DEL RÍO SANTA CRUZ – REPRESAS DEL SUR “NÉSTOR KIRCHNER – CARLOS CEPERNIC”
2. ADQUISICIÓN DE MATERIAL RODANTE - ROCA ELÉCTRICO
3. REHABILITACIÓN DEL FERROCARRIL BELGRANO CARGAS NORTE
4. REHABILITACIÓN INTEGRAL DEL FFCC SAN MARTÍN CARGAS ETAPA 1 Y 2
5. PROYECTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA AMBA
6. PARQUE FOTOVOLTAICO CAUCHARI SOLAR IV Y V - AMPLIACIÓN
7. CENTRAL NUCLEAR IV
8. PARQUE EÓLICO/SOLAR “CERRO ARAUCO” (200MW)
9. GASODUCTOS TRANSPORTAR.AR – ETAPA II
10. CIERRE ENERGETICO NORTE – ENTRE RIOS
La Casa Blanca observa con muchísima atención la ofensiva global china a través del plan Ruta de la Seda. Xi considera que una estrategia basada en la financiación de proyectos de infraestructura para países con fuertes desequilibrios económicos puede multiplicar su influencia a nivel mundial.
Y en este contexto de diplomacia estratégica, el líder comunista ofreció a la Argentina facilitar la construcción de centrales hidroeléctricas y nucleares, la ampliación de parques fotovoltáicos y eólicos, y la rehabilitación de líneas ferroviarias, entre otros proyectos estructurales.
Con la instrucción directa del Presidente, Cafiero aún negocia la incorporación de otras iniciativas y la mayor participación de pequeñas y medianas empresas nacionales en lugar de compañías de origen chino.
Si Xi abre su mano por razones de estrategia global, Argentina podría obtener un compromiso de inversión cercano a los 20.000 millones de dólares. “Puede ser más, no lo descartaría”, comentó desde Beijing un miembro del Gobierno que conoce la marcha de las negociaciones.
-¿Y por qué?-, preguntó Infobae.
-Para ellos es muy importante la Ruta de la Seda. Y nosotros estamos entrando. Por eso.
La decisión diplomática de sumar a la Argentina en la Ruta de la Seda complica las relaciones con Estados Unidos, cuando aún se negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Joseph Biden considera un enemigo global a China, y cree que la Ruta de la Seda es una diagonal estratégica para ocupar espacios geopolíticos que pertenecen al área de influencia de la Casa Blanca.
Estados Unidos boicoteó los Juegos Olímpicos de Invierno que se inauguraron ayer con el Presidente argentino cerca de Xi. Y el voto de Washington es clave para lograr que el board del FMI acepte el programa de refinanciación del crédito Stand-By por 44.000 millones de dólares que contrajo Mauricio Macri en 2018.
No es la primera vez que Alberto Fernández aparece vinculado a las promesas de inversión de China por un monto cercano a los 20.000 millones de dólares. En noviembre de 2004, cuando Néstor Kirchner era presidente y Alberto Fernández su jefe de Gabinete, se anunció que China invertiría 20.000 millones de dólares en la Argentina.
Estaba previsto que Hu Jintao, antecesor de Xi Jinping, llegara a Buenos Aires el 16 de noviembre. Y en una ceremonia junto a Kirchner se anunciaría la fantástica inversión que llegaba desde China. “Si me sale soy Gardel”, le dijo Kirchner al actual presidente, cuando Hu aún no había aterrizado en Ezeiza.
Nunca salió.
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