En la Argentina la tercera ola de coronavirus comienza a amesetarse. Al menos eso es lo que revelan los partes epidemiológicos de esta semana difundidos por el Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Carla Vizzotti. No obstante, y por la evolución propia de la enfermedad, que genera casos graves, sobre todo entre los que no están vacunados o tienen su esquema de inoculación incompleto, los fallecidos informados cada 24 horas sigue siendo muy alto (el jueves 318 y el viernes 288), y el número de camas de terapia intensiva ocupadas siguen en aumento.
Por más que la variante Ómicron genere síntomas más leves que la Delta, ya generó más de 20,6 millones de nuevos contagios a nivel global en los últimos siete días y un 13% más de muertes que la semana anterior, con más de 70.200 fallecidos: así lo indica el sitio de estadísticas Worldometers. En la Argentina, en tanto, la ola de contagios de enero provocó el 25% del total de casos de toda la pandemia producto de su mayor contagiosidad.
Un estudio realizado por la cartera de Vizzotti, al cual accedió Infobae, revela que hay doce provincias que tienen su sistema de salud estresado. Es decir, las camas de cuidados intensivos ocupadas supera el 60 por ciento. En los mapas, y según el porcentaje de ocupación, tanto en el sector privado como en el público, los colores utilizados para identificar la situación de cada distrito sanitario son verde, amarillo, naranja y rojo.
De estas regiones sanitarias, la situación es muy crítica en dos: Neuquén y Salta. Allí la ocupación en las terapias es mayor al 80% y, en otras cinco (Santa Fe, Tucumán, Santiago del Estero, Río Negro y Chubut) el requerimiento de cuidados intensivos supera el 70 por ciento.
Como contrapartida, hay cinco distritos dónde los requerimientos de camas UTI es menor al 40%: Córdoba, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, San Juan, San Luis y La Pampa.
Si bien hasta ahora no hay riesgo de desborde sanitario, el estrés sufrido por los trabajadores de la salud durante las olas anteriores, las licencias vacaciones acumuladas, renuncias de profesionales y auxiliares, sobre todo en el subsector privado; y licencias psiquiátricas derivadas de las presiones sufridas durante el pico de muertes e internaciones en mayo de 2021, un 8% de las camas de terapia intensiva de adultos y un 2% de pediatría “están cerradas por falta de recurso humano”. Así lo informó la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) en su último informe fechado el 25 de enero.
Ese estudio, del cual participaron 131 unidades de terapia intensiva de todo el país, e involucró a 2.099 camas, estableció que desde el 13 de diciembre de 2021 hasta el 25 de enero de 2022 “se registró un incremento en la ocupación total de camas del 68% al 85%, a expensas de pacientes COVID-19 positivos, registrándose un aumento de este grupo del 4% a 34%, pero con una menor pendiente de la curva en las últimas semanas”.
Como ya viene informado este medio, el estudio de la SATI demuestra que son mayoría los internados sin vacunar. También son los que en mayor porcentaje que debieron ser conectados a un respirador.
“Del total de los pacientes, el 52% tenían vacunación incompleta o nula, de los pacientes en asistencia respiratoria mecánica (ARM), el 32% registro vacunación completa, mientras que un 68% tenía vacunación incompleta o nula”, dice el informe de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.
Provincia por provincia
El parte epidemiológico dado a conocer ayer por el Ministerio de Salud de la Nación destaca que en todo el país ya son 2.269 los pacientes internados en camas críticas. Esto representa el 49,2% de la capacidad de las UTI a nivel país. En la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el porcentaje es del 46,5.
El mapa de la ocupación de unidades de cuidados intensivos al que accedió Infobae demuestra que la mitad de las provincias del paí ya pasaron del color verde a naranja, pero hay otras en rojo.
La región del NOA es la más comprometida. Allí se destaca la provincia de Salta con el 83% de ocupación de sus camas de terapia.
Le siguen Tucumán y Santiago del Estero con una saturación del 76%. Jujuy tiene una ocupación del 66% y Catamarca (54%) es la provincia de la región con el sistema sanitario más descomprimido. La Región Patagónica tiene varias provincias con su camas de unidades intensivas en rojo: Neuquén (86%), Río Negro (77%) y Chubut (71%).
En naranja aparece Tierra del Fuego (65%) y en verde Santa Cruz (47%) y La Pampa (36%).
La región cuyana por ahora parece tener las internaciones de terapia menos demandadas del país junto a la región del NEA y centro del país.
Siempre según el trabajo realizado por la cartera que conduce Vizzotti, San Luis (37%) y San Juan (38%) son los distritos sanitarios que menos porcentajes de camas UTI tienen demandadas.
La Rioja (68%) y Mendoza (65%) comenzaron a ver una mayor demandas de sus camas críticas. En el Noreste la situación esta lejos de ser critica. Tanto sus camas privadas como públicas se dividen entre los colores verde y amarillo: Corrientes (42%), Misiones (50%), Formosa (51%) y Chaco (55%).
En la región central de la Argentina la situación es dispar, aunque por ahora no preocupa a las autoridades provinciales que siguen atentos la evolución de los contagios por Coronavirus.
Santa Fe (74%), Entre Ríos (66%), Buenos Aires (53%), CABA (31%) y Córdoba, la provincia dónde se detectaron los primeros casos de la variante Ómicron, presenta la menor ocupación de camas UTI del país, apenas el 27%.
Hasta el momento todos los estudios científicos revelan que si la cantidad de fallecidos por COVID-19, por la explosión de contagio que produjo la variante Ómicron, no es mayor en la Argentina y en el mundo, se debe al avance de la vacunación contra el coronavirus.
La importancia de este hecho también quedó plasmada ayer durante el encuentro virtual que la ministra Vizzotti mantuvo con el viceministro de Salud ruso, Sergey Glagolev.
En un encuentro destinado a intercambiar información estratégica sobre los estudios realizados por ambos países, el Ministerio de Salud de la Nación compartió los resultados del Estudio Colaborativo para la Evaluación de Esquemas Heterólogos de Vacunación contra COVID-19 desarrollado en Argentina en colaboración con el Fondo Ruso de Inversión Directa.
En esa comunicación, Vizzotti destacó que los resultados del Estudio demostraron “la efectividad de las vacunas Sputink V, AstraZeneca y Sinopharm en la reducción de la mortalidad en personas de 60 años y mayores”.
Las autoridades rusas, por su parte, compartieron el avance del estudio clínico de la vacuna Sputnik M en adolescentes de entre 12 y 17 años.
El valor de la vacunación para contrarrestar la enfermedad que ya causó 122.439 muertes en el país es tan relevante que en el último párrafo de su informe la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva aconseja: “tener un esquema de vacunación completo, a los efectos de reducir los ingresos por esta patología grave y requerir menor uso de ventilación mecánica”.
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