“Voy a pelear voto a voto, no voy a dar ninguno por pedido”, dijo Germán Martínez durante las primeras reuniones que encaró como flamante presidente del bloque de diputados del Frente de Todos.
Tras haber sido elegido por Alberto Fernández y Sergio Massa como sucesor de Máximo Kirchner, el diputado rosarino aprovechó el primer día de su gestión para hacer una evaluación general de la situación.
Cerca del mediodía volvió a conversar con Máximo Kirchner sobre la coyuntura nacional, la agenda de las sesiones extraordinarias y cuestiones vinculadas a la gestión cotidiana del bloque. Nada se habló sobre cómo votará el hijo de la Vicepresidenta cuando el acuerdo con el FMI llegue al recinto.
Luego visitó al presidente de la Cámara, Sergio Massa, para ponerlo al tanto de sus primeros movimientos. También conversó telefónicamente con Mario Negri, presidente del bloque de la Unión Cívica Radical, con quien tiene una muy buena relación y será posiblemente su principal interlocutor durante los próximos dos años.
Martínez se puso como primer objetivo charlar en persona o telefónicamente con la mayor cantidad posible de legisladores del Frente de Todos. Según sus allegados, su primera impresión fue de “buena predisposición” por parte de todos.
A su vez, dejó en claro que intentará mantener el mismo funcionamiento de la bancada, es decir, como un bloque. Y descartó las versiones sobre un desprendimiento de los miembros de La Cámpora y sus aliados para formar un interbloque.
Justamente en pos de este objetivo, comunicó que vería con buenos ojos que continúen en sus funciones las personas que trabajaron hasta ayer junto a Kirchner hijo. En concreto, Cecilia Moreau como vicepresidenta de la bancada y Paula Penacca, como Secretaria Parlamentaria. Con la primera, que puso ayer su renuncia a disposición a través de las redes sociales, todavía no habló. Pero sí tuvo una primera conversación con la ex legisladora porteña integrante de La Cámpora.
Mantener la coherencia interna será el principal desafío de Martínez para los próximos meses. El Gobierno debe obtener la ratificación del acuerdo con el FMI antes del 21 de marzo, cuando tiene un importante vencimiento, y desde los sectores más duros de la oposición amenazan con no votar a favor si el kirchnerismo no acompaña.
Cerca del flamante presidente de la bancada oficialista explicaron que necesitará una “mesa de bloque muy dinámica” para encarar los próximos desafíos y pidió “más compañeros y compañeras que sean protagonistas”. Si bien por el momento no hay nombres definidos, confían en que a lo largo del tiempo surgirán naturalmente.
Las sesiones extraordinarias comenzaron formalmente ayer, pero desde la oposición lamentaron la falta de diálogo previo para consensuar temas y señalaron que tampoco se avanzó con la conformación de las comisiones a las que serán girados los proyectos que propuso el Poder Ejecutivo.
El terremoto político que generó la renuncia de Máximo Kirchner demoró todo aún más. Martínez incluso le pidió a los referentes de la oposición 72 horas para poder acomodarse en su nuevo rol y hablar con sus compañeros. Por lo que la definición de las comisiones quedará para los primeros días de la semana que viene.
Durante las últimas 48 horas, las especulaciones sobre la cantidad de legisladores que podrían seguir el ejemplo de Máximo Kirchner y no apoyarían el acuerdo con el FMI se sucedieron sin control. En el Frente de Todos ese número aún no está claro y el nuevo jefe de bloque todavía no se metió de lleno en el “poroteo”. “Primero tenemos que ver cómo estamos parados y después ver cómo avanzamos”, explicó a Infobae un miembro de la bancada.
En el oficialismo tampoco se animan a pronosticar cuándo será la primera sesión. Pero como los dos proyectos más importantes para la Casa Rosada -Pacto Fiscal 2021 y reforma del Consejo de la Magistratura- deben entrar por el Senado, calculan que las iniciativas del paquete productivo serán los primeros en llegar al recinto de la Cámara baja. Por ejemplo, el proyecto que regula la producción de cannabis, que ya tiene media sanción y no generó grandes disputas entre el oficialismo y la oposición.
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