La referente de la Coalición Cívica, y socia fundadora de Cambiemos, Elisa “Lilita” Carrió opinó sobre la refinanciación de la deuda de 44 mil millones de dólares contraída con el Fondo Monetario Internacional durante la gestión de Mauricio Macri, y dijo que las consecuencias de no acordar con el organismo multilateral de crédito “significaría un dólar a 350 pesos”. Además, vaticinó que luego de la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos, “va a haber mucha fragmentación” en el oficialismo.
La ex diputada nacional reapareció en una charla virtual que brindó junto al ex vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. Allí arremetió contra Cristina Kirchner a quien acusó de “apartarse” de la discusión con el FMI que lleva adelante Alberto Fernández como “estrategia” para “conformar una pseudo izquierda” en los próximos años.
“Es parecido a lo que hizo Chacho Álvarez”, comparó pero aclaró que “en este caso no renuncia Cristina porque pierde los fueros”, y en su lugar renuncia Máximo Kirchner. “Cuando se fue Chacho dejó a todos sus funcionarios y diputados”, recordó y remarcó que “siempre” dijo que el vicepresidente “debe ser de confianza del presidente”. “La fragmentación se produce porque ella deja de liderar y Alberto Fernández tiene que volver a una alianza histórica del PJ que es la liga de los gobernadores que ahora tienen la responsabilidad de sostenerlo”, agregó.
En este marco, Carrió sostuvo que a raíz de la renuncia de Máximo Kirchner “va a haber mucha fragmentación” en el Frente de Todos. “Las crisis económicas traen crisis sociales y períodos sin esperanza”, argumentó.
Pese a que la deuda con el Fondo Monetario Internacional fue contraída durante la gestión del Gobierno que ella colaboró a fundar, dijo en esta oportunidad que la negociación “no compromete a mi fuerza”. No obstante, aclaró que “por responsabilidad histórica no se puede no acordar con el FMI, después se verán las condiciones”.
“No acordar con el Fondo significaría un dólar a 350 pesos, una imposibilidad de la industria y de mantener los trabajos, porque si no se importan los insumos, si se produce un default, los números muestran el aislamiento total”, declaró.
“La industria argentina, que depende de insumos extranjeros, si no puede importar y no entran dólares no puede producir, con lo cual van a suspender las fábricas”, explicó y agregó como ejemplos de rubros que “necesitan de la importación” al campo, autopartes, y “toda la tecnología”.
“No se va a solucionar el problema de la crisis acordando con el FMI, pero hay una responsabilidad histórica, ética y colectiva, que es honrar la deuda”, remarcó Carrió.
Luego, dijo que “fue una mentira” que la administración de Néstor Kirchner cancelara la deuda con el organismo multilateral de crédito: “Canceló 10 mil millones de dólares que no es nada; vendió como una liberación pero se endeudó en bonos con Hugo Chávez,”.
La líder de la Coalición Cívica planteó la necesidad de “acordar el tema cambiario y la estabilidad de la moneda”, y señaló que “la democratización de la economía, de las oportunidades, de los mercados, nos va a hacer salir”. “Pero si nosotros no generamos dólares y tenemos deuda en dólares, estamos en este modelo industrial que ha fracasado”, agregó.
Por último, en un mensaje hacia dentro de Juntos por el Cambio, declaró que “no quisieron que fuera diputada por la provincia de Buenos Aires”, algo que le pareció “maravilloso en lo personal”, pero “sabía que venían tiempos difíciles y que tenía que haber una conducción racional”.
“Estoy orgullosa de las decisiones que está tomando la Coalición Cívica, el problema es que somos minoría”. También señaló como “un problema de los argentinos” que “nunca me dejaron ser presidente”.
“Lilita hizo estas declaraciones en un curso virtual que realizó en vivo junto a Mario Quintana, este miércoles. El ciclo, titulado “La democracia y la cuestión del otro: un alegato contra toda forma de racismo y fanatismo”, fue organizado por el Instituto Hannah Arendt. “En este curso nos proponemos abordar el mayor problema moral que enfrenta el siglo XXI: cómo vivir en sociedad aceptando al otro, reconociendo lo que tenemos de diferentes y de iguales, en paz y sin ambición de dominio”, describió la organización.
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