Rápidamente, después de conocida la noticia de la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos, Alberto Fernández habló del tema y reconoció que el miércoles el líder de La Cámpora le comunicó su decisión. “Con toda franqueza, hablé el miércoles pasado con Máximo. Me contó sus diferencias con este tema. Hoy me llamó, me dijo que había tomado esta decisión. Le dije que creía que no era necesario”, contó en declaraciones a C5N.
Y remató revelando que Cristina Kirchner no está de acuerdo con esta determinación: “Me dijo que lo habló con Cristina y que tampoco estaba de acuerdo”.
En sintonía con esto, defendió el acuerdo con el FMI, principal detonante de la decisión del hijo de la Vicepresidenta: “Cristina también tiene sus matices con el tema del Fondo. Pero el Presidente soy yo y hay un punto en el que tengo que tomar las decisiones y que tengo que resolverlo. Yo estoy convencido de que tomamos el mejor camino, estoy seguro de eso”.
Y agregó: “Ahora, eso no quiere decir que dentro del frente haya matices y haya visiones un poco más preocupadas porque este acuerdo conduzca a algún tipo de ajuste, que es algo que nosotros no queremos hacer ni mucho menos. Pero yo lo respeto, Máximo tomó esta decisión y mañana estaremos viendo quién lo reemplaza”.
Respecto del entendimiento con el organismo de crédito, el mandatario expresó: “Sin dudas un default era un problema enorme, era salir del partido, era como si estuviéramos jugando un partido de fútbol y me sacan de la cancha. Es un problema muy serio por la forma en que el mundo a partir de la globalización se ha organizado. La pregunta que uno tiene que hacerse es ‘¿uno está contento de ser deudor del Fondo?’ No, definitivamente no, lamento mucho la decisión que en su momento tomó Mauricio Macri de endeudarnos. ¿Hay una alternativa de tratar de ponerse de acuerdo en un sistema de cumplimiento con el Fondo? Y no, porque el default no es una alternativa”.
“Por ejemplo, hablamos permanentemente sobre cómo crece la industria automotriz. Ahora, esa industria tiene un 45% de componentes importados. Y no estamos en condiciones de importarlos si no tenemos un acuerdo con el Fondo. Nuestras reservas se irían agotando, hasta que un día digamos ‘no podemos importar más’. Entonces esto era un paso necesario que dar. Si me preguntan si estoy contento, no, no hay nada que festejar. Simplemente me eligieron para resolver problemas y este era el mayor de todos”, añadió con respecto a la negociación con el FMI.
Asimismo, el Presidente recordó que fue parte de los negociadores en 2003, cuando Néstor Kirchner acordó con el Fondo, y sentenció: “No fue muy distinto a esto”. “Estaba Roberto (Lavagna), que llevaba la negociación central, estaba yo y un poco también (Carlos) Zannini, porque los dos colaboramos en la letra jurídica del acuerdo. Vi lo que pasó, vi cómo fue y no fue muy distinto a esto. Cuando todo esto empezó, empezaron con el tema de las jubilaciones, siguieron con el tema del empleo público, estaban preocupados por la necesidad de una flexibilización laboral... Nosotros fuimos a cada una de estas cosas dejándolas de lado con mucha persistencia, con mucha convicción, planteando claramente que, si nosotros no hacíamos esto, el riesgo de ajustar la economía en los términos que ellos pedían era un sacrificio muy grande para nuestro pueblo. Y para un pueblo que ya venía haciendo un gran sacrificio, muy castigado”, concluyó.
Por otra parte, Alberto Fernández dio su opinión acerca de la manifestación contra la Corte Suprema convocada para este martes. “La marcha de mañana es una marcha ciudadana”, arrancó el Presidente, en diálogo con el periodista Gustavo Sylvestre. Y siguió: “Hay que entender que, en una República, cada Poder se expresa por un instrumento. El Poder Ejecutivo en decretos, el Poder Legislativo en leyes y el Poder Judicial en sentencias. Todos estos son actos de Gobierno y, como tales, son públicos. Y, como son públicos, son susceptibles de ser cuestionados. Nadie tiene que molestarse porque un número ‘x’ de ciudadanos vaya y reclame a la Justicia que los actos de Gobierno no se están adecuando a la Justicia. Nadie tiene que molestarse con eso. Es más, tendrían que prestar atención y corregir lo que hay que corregir”.
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