Mapa de la inseguridad: cuáles son los delitos que más se cometen y los municipios bonaerenses más peligrosos

Casi la mitad de los hechos podrían ser prevenidos con más patrullajes e investigación criminal. Qué otros datos revelan los informes del Ministerio de Seguridad

Marcha de vecinos contra la inseguridad en el conurbano bonaerense (Gustavo Gavotti)

El ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de Sergio Berni, elaboró el mapa de la inseguridad del conurbano bonaerense. Los puntos rojos sobre calles y barrios representan las zonas más calientes, los lugares donde los delincuentes operan con mayor frecuencia. Allí los homicidios, robos, entraderas, asaltos, suelen ser moneda corriente. La valía del trabajo realizado por la Superintendencia de Análisis Criminal no es elaborar un ranking de las intendencias donde más infracciones al Código Penal se cometen cada cien mil habitantes, sino identificar los lugares donde se deberá (o se debería) enviar refuerzos de efectivos de seguridad para prevenir futuros hechos. Es decir, para elaborar un plan de seguridad que lleve tranquilidad a los vecinos.

Tres distritos sobresalen. Forman parte del top ten del mapa del delito bonaerense. Se trata de La Matanza, Quilmes y San Martín. También son los territorios más populosos, como el primero de ellos, donde viven unas 2.400.000 personas. Allí, el año pasado, hubo 54.257 “eventos”, la mitad de ellos eran “prevenibles”, es decir, que los uniformados podrían haberse anticipado a los hechos, por ejemplo, con patrullajes, investigación e inteligencia criminal.

Las estadísticas marcan que a La Matanza le siguen, por el número de delitos cometidos, Quilmes con 28.224 hechos y San Martín con 17.739. Sobre este punto, es válido recordar una vez más que si se promedian las violaciones al Código Penal en relación a la cantidad de habitantes, ninguno de ellos ocuparía el podio de las localidades más inseguras; en cambio, podrían ser reemplazados por intendencias como Avellaneda, Lomas de Zamora o Lanús. Al margen de esto, la mecánica y la forma de actuar de los maleantes se repiten en la inmensa mayoría de las alcaldías.

El trabajo estadístico abarca el período comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2021 y está fechado en enero de 2022.

Los puntos rojos del mapa de inseguridad en La Matanza

Hay datos que también se repiten a lo largo de los años y que marcan la violencia que a diario padecen los ciudadanos más allá del barrio dónde desarrollen sus vidas: los robos “simples” y los robos “agravados” crecen de forma sostenida desde el año 2015 (salvo en 2020 por el aislamiento social). Cabe aclarar que los investigadores englobaron en el apartado “robos” aquellos que son simples y también los que son “agravados por uso de arma”, sin distinciones. De todas formas, siempre es un dato para tomar con pinzas, dado que no todos los robos se denuncian.

Tampoco hay diferenciación en el ítem homicidio. Allí las autoridades no desagregan si estos fueron cometidos por agentes de fuerzas de seguridad, por ajuste de cuentas o violencia intrafamiliar.

A contramano de la reducción en los homicidios en varios distritos del conurbano, como en Merlo, José C Paz, o la propia La Matanza, sí crecieron los femicidios, que recién empezaron a contarse como tales en 2015, y desde entonces, incluso superaron en número a los homicidios en contexto de robo. También crecieron significativamente los delitos vinculados a la violencia de género y contra las diversidades.

Los principales delitos

El triste cuadro de honor está compuesto por quebrantos a la ley como el robo de automotores y sus delitos vinculados; esto es venta de autopartes y adulteración de numeración y documentación.

Le sigue el robo en sus distintas modalidades ya sean entraderas y motochorros, entre otros. En tercer lugar, figuran los hurtos. Es un delito menor al robo ya que se realiza sin utilizar violencia, como la sustracción de un celular o la billetera de un bolsillo o cartera sin que la víctima lo advierta.

En cuarto lugar, se posicionaron los asaltos. Son protagonizados, por lo general, por dos o más personas utilizando la violencia ya sea física o verbal y el empleo de armas de fuego o blancas, como cuchillos y puñales.

Estas modalidades están presentes en los cuatro primeros lugares de la mayoría de los municipios. Según el distrito sobre el cual se pose la lupa, esa posición puede cambiar. No así la porción que ocupan en la torta de denuncias: la sumatoria de ellos, representa entre el 90 y el 95% de los delitos que cometen los delincuentes.

En el quinto lugar se ubican las denominadas violaciones a “leyes especiales”. Se trata de delitos federales que investiga la Policía de la provincia de Buenos Aires, como por ejemplo los vinculados al tráfico de estupefacientes, por lo general, venta al menudeo en barrios a través de los denominados bunkers o kioscos de drogas.

En promedio este tipo de causas representan alrededor del 3%; pero esto depende de las comunas. Por ejemplo, el año pasado en San Martín el 8,6% de los ilícitos que se cometieron estaban vinculados a la violación de la ley de drogas; y en La Matanza el 5,4%.

Robo en Ramos Mejía durante una marcha contra la inseguridad

Si bien los homicidios son los hechos aberrantes que más conmoción generan en la sociedad, en términos relativos, los porcentajes son bajos, pero no por eso menos dolorosos.

El año pasado en La Matanza se cometieron 123 homicidios representaron el 0,5% de la totalidad de los delitos que allí se registraron. Le sigue Quilmes, con 36 asesinatos (0,4%) y San Martín con 35 crímenes (0,4%).

En esos tres municipios también destacan las violaciones a mujeres, niños y niñas. En La Matanza se registraron 239 hechos aberrantes lo que representa el 0,9%.

En San Martín, en cambio, se registraron 126 delitos contra la integridad sexual y representó el 1,8%. En Quilmes las investigaciones abiertas por violaciones fueron 113, y representó el 1,3%.

Al final de la lista aparecen delitos como piratería del asfalto y cuatrerismo, pero, en línea general, no superan el 0,1% de las Investigaciones Penales Preparatorias, más conocidas como IPP.

Los principales delitos que se cometen en el conurbano bonaerense según la información que maneja el ministro de Seguridad, Sergio Berni

Los puntos rojos del delito

El puntilloso trabajo realizado por la Superintendencia de Análisis Criminal al que accedió de manera exclusiva Infobae destaca que una buena porción de los crímenes cometidos durante el año pasado en el conurbano bonaerense se podría haber prevenido, quizás con un mayor despliegue de efectivos o patrullajes más efectivos en las calles y barrios calificados como más peligrosos por los hechos de inseguridad denunciados.

Por esa razón, los funcionarios de Berni cargaron cada uno de los IPP que se abrieron, y los lugares donde se cometieron los hechos. Con esos datos volcados al sistema, el programa elaboró el mapa del delito de cada municipio, en los cuales aparecen en rojo las calles en las que sucedieron los “eventos”.

Durante la última campaña electoral se entregaron patrulleros en casi toda la provincia de Buenos Aires, pero sobre todo en los puntos de mayor inseguridad (Crédito MSPBA)

Esos registros son reveladores. Allí queda plasmado que en San Martín y Quilmes los delitos están distribuidos en casi la totalidad del territorio; en cambio, en La Matanza, disminuyen en la zona sur, y se concentran en el centro y el norte, es decir la zona más poblada.

En La Matanza, el área preferida por los delincuentes es la lindera a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una de las razones, aunque no la única, es la inmejorable vía de escape -y de comunicación- que ofrece la Avenida General Paz, la arteria que divide a CABA de la provincia de Buenos Aires.

Según el mapa elaborado por el Ministerio de Seguridad bonaerense, entre las zonas rojas se destacan barrios como Puerta de Hierro, 24 de Marzo, Villa Tachito, El Triángulo, Villa Constructora, Luz y Fuerza y entre otros lugares marcados por los investigadores, destacan las inmediaciones de las estaciones de La Tablada y Aldo Bonzi.

En San Martín, algunos de los barrios y zonas marcadas como de mayor concentración de delitos son: Barrio Sarmiento, Costa Esperanza, Las Violetas, Los Aromos, Villa La Rana, Villa Pueyrredón y La Cárcova. En Quilmes, algunos de los lugares más inseguros son barrios como Morel, Papa Francisco, Esperanza Chica y los alrededores de las estaciones Don Bosco, Bernal, Quilmes y Ezpeleta.

Tanto Berni como los intendentes locales anunciaron que enviarían a esas zonas rojas refuerzos policiales. Durante la última campaña electoral, uno de los ejes fue la entrega de patrulleros a lo largo y ancho de toda la provincia, pero sobre todo la más caliente del conurbano en materia de inseguridad.

Es más, las autoridades de La Matanza, por ejemplo, gestionaron a través del Ministerio de Seguridad de la Nación un refuerzo de efectivos de Gendarmería para realizar rondines y desplegar puestos de control en los principales accesos al distrito.

El mapa de inseguridad de Quilmes, las zonas más peligrosas están repartidas en todo el distrito

¿Baja del delito?

El trabajo del Ministerio de Seguridad revela que un alto porcentaje de los delitos que se cometen en el conurbano bonaerense pueden ser prevenidos por un buen accionar de la policía o de efectivos de alguna fuerza de seguridad, como el funcionamiento de bunkers de drogas o el robo de vehículos en la vía pública. En cambio, otros no. Estos últimos. Según le explicaron a Infobae funcionarios que trabajan con Berni, son los crímenes denominados “intramuros” como pueden ser los femicidios, los crímenes vinculados a disputas familiares o entre conocidos, como vecinos; o los homicidios culposos, es decir los que se realizan sin estar planificados (como golpear a una persona en una pelea callejera, que esta caiga, impacte su cabeza contra un superficie dura y muera).

La Superintendencia de Análisis Criminal también realizó un estudio comparativo de los delitos cometidos en los primeros 15 días de enero de este año, con el mismo período de 2021. Esos datos elaborados sobre los “delitos prevenibles”, marcan que hay un descenso promedio en la criminalidad de un 16,05%.

De los 8.085 delitos cometidos el año pasado y que la policía podría haber prevenido, descendieron a 6.787. Las modalidades que más destacan son homicidios dolosos (-34,69%); los asaltos (-27,17%) y el robo automotor (-3,77%).

La explicación para esta novedad no es clara ya que la política de prevención de delitos no se modificó de manera sustancial en las primera dos semanas del año. De todos modos, uno de los más estrechos colaboradores del ministro de Seguridad bonaerense ensaya una posibilidad: la temporada estival es récord en la Costa Atlántica. Los delincuentes, sobre todo los de poca monta, se trasladaron a esas playas para realizar robos de celulares, carteras y algunos departamentos, pero -siempre según el funcionario bonaerense- se encontraron con un fenomenal despliegue de 17.000 efectivos que integran el Operativo Sol, de los cuales, 15.000 están patrullando las calles para brindarle seguridad a los turistas.

En los últimos meses las encuestas, los relevamientos, los focus group, que el salvajismo de los delincuentes; los motochorros que parecen ser los dueños de las calles; los asesinatos a sangre fría por un celular; los despiadados asaltos a jubilados que son maniatados, torturados y saqueados; comenzó a calar profundo entre los votantes sin importar sus tendencias partidarias o ideológicas. La saturación por la “maldita inseguridad” llevó a crear un clima “punitivista” entre los encuestados. Esto es, entender que solo con leyes más duras y de aplicación efectiva, la autoridad política y judicial podrá contener a una delincuencia que parece “desmadrada, al menos según la sensación que expresan los ciudadanos, por ejemplo, la que realizaron de manera conjunta GOP (Grupo de Opinión Pública) y 3 Trespuntozero, investigación + comunicación.

La dirigencia política lo sabe y por esa razón, además de la situación económica, la inseguridad vuelve a estar en sus agendas.

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