Después de cerrar un acuerdo con el FMI para refinanciar la deuda externa, el Gobierno debe cumplir con el siguiente paso en el camino que está recorriendo para concretar un plan de financiación en el pago de los 44 mil millones dólares que el Fondo le prestó al gobierno de Mauricio Macri.
Ese paso es aprobar la ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública en el Congreso, para dejar el acuerdo firme y cerrar el capítulo de la deuda. En ese sentido, desde Juntos por el Cambio, sector mayoritario de la oposición, dieron señales positivas de que acompañarían la ley.
En tanto, este domingo el diputado del Frente de Todos Marcelo Casaretto, que es el secretario de la Comisión de Hacienda y Presupuesto en la Cámara Baja, aseguró que la ley se trataría a “fines de febrero o principio de marzo”.
Para tratar el acuerdo lo primero que debe concretarse es la redacción del memorándum de entendimiento, que tendrá el detalle del programa completo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese documento se empezará a redactar esta semana y llevará unos cuantos días, por lo que aún se desconoce cuando ingresará al Congreso.
Lo que aún no está claro en el oficialismo es si el acuerdo será tratado durante las sesiones extraordinarias, en el mes de febrero, o si será directamente en las ordinarias, que comenzarán el 1 de marzo. De cualquier forma, en el ministerio de Economía esperan tener la aprobación del Congreso para los últimos días de marzo.
“Argentina tiene una deuda de 45 mil millones de dólares con vencimientos concentrados en el corto plazo. Era necesario alcanzar un acuerdo. Cuando hay una negociación, ambas partes tienen que ceder en algo”, destacó el legislador en una entrevista con Radio Rivadavia.
Casaretto defendió la negociación con el Fondo y dijo que en otros entendimientos hubo “reformas previsionales en contra de los jubilados y reformas laborales en contra de trabajadores, y eso no está en este nuevo acuerdo”. Y agregó: “El acuerdo es bueno”.
En el Gobierno se enrareció el clima luego de que el kirchnerismo, especialmente la vicepresidenta Cristina Kirchner, hiciera un gran silencio después del acuerdo con el FMI. Una señal que parece indicar que no hay un aval tan claro del entendimiento final al que se llegó con el organismo internacional.
En ese sentido, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, un funcionario muy cercano al presidente Alberto Fernández, admitió hoy que existen “tensiones y matices” al interior del Frente de Todos por la refinanciación de la deuda.
En declaraciones radiales, el funcionario aclaró que, pese a haber “distintas miradas”, en la coalición oficialista prevalece un criterio de unidad en la “direccionalidad del rumbo”. En ese sentido, consideró que “el día que no estén esas diferencias y matices seguramente no haya más frente” y aseguró que las discrepancias internas son “una fortaleza” de la alianza oficialista.
No obstante, el Ministro se mostró confiado en que finalmente todos los sectores de la coalición terminarán cerrando filas en apoyo al acuerdo con el organismo multilateral de crédito.
En ese sentido, dijo que van a trabajar “para que toda la coalición pueda explicar lo que significa el acuerdo y dar una discusión más clara y articulada, vinculada con la militancia para dar los pasos que hay que dar como país”.
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