Tras dos años de arduas negociaciones, el gobierno de Alberto Fernández anunció este viernes un acuerdo con el FMI para reestructurar la deuda de 44 mil millones de dólares que contrajo el gobierno de Mauricio Macri.
El Presidente adelantó a través de un mensaje grabado que el programa será elevado al Congreso y expresó un pedido a la oposición: “Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas”.
El acuerdo deberá pasar por el Congreso para cumplir con lo estipulado en la la ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, sancionada en febrero de 2021. Según esta norma, impulsada por el propio Alberto Fernández, el Poder Legislativo debe autorizar cualquier endeudamiento por encima de los límites del Presupuesto, al igual que los préstamos con organismos internacionales como el FMI o el Banco Mundial.
Pero primero la carta de intención del acuerdo debe ser firmada por el board del FMI, que hoy mismo analizó los detalles del acuerdo preliminar al que llegó el staff técnico. Este proceso podría demorar varios días, lo que dificultará el tratamiento del acuerdo en el Congreso durante las sesiones extraordinarias de febrero.
Si bien el Ejecutivo ya envió el temario para ese período, entre cuyos proyectos más importantes están el Consenso Fiscal 2022 y la reforma del Consejo de la Magistratura, podría sumar el acuerdo con el FMI con un simple decreto.
En la conferencia de prensa que el ministro de Economía, Martín Guzmán, brindó después del anuncio del Presidente, detalló que prevé que el acuerdo tenga aprobación parlamentaria para el 21 de marzo, lo que permitiría evitar el pago de US$2800 programado para esa fecha, los US$1900 que debería ser abonados 10 días después.
Por lo tanto, el acuerdo podría ingresar a la Cámara de Diputados durante las sesiones extraordinarias pero será debatido y aprobado en la primera mitad de marzo, tras el inicio de las sesiones ordinarias.
Allí se espera un debate cargado de tensión con la oposición de Juntos por el Cambio que celebró el acuerdo pero también señaló algunas críticas por la ausencia de “reformas de fondo” y plan económico que baje el déficit.
“Todo lo que lleve a acordar con los organismos internacionales es una buena noticia”, dijo el gobernador radical Gerardo Morales. No obstante, cuestionó la demora para cerrar el acuerdo en virtud de “la obsesión del relato del kirchnerismo”. “Se podría haber evitado un año de angustia”, planteó.
En la misma línea se expresó el senador radical Alfredo Cornejo: “Hace 40 meses que se sabe de este vencimiento de hoy y todo ese tiempo se ha estado dando vueltas con el acuerdo con el FMI; en el medio se han perdido reservas”.
Según detalló Guzmán, el entendimiento implica un nuevo programa de dos años y medio durante el cual el FMI hará revisiones trimestrales de las metas acordadas y desembolsos de dinero que la Argentina utilizará para cancelar el stand by contraído por el gobierno de Mauricio Macri y fortalecer las reservas. Luego habrá un período de 10 años para cancelar la refinanciación, que comenzará dentro de cuatro.
Aunque el Gobierno recibió un guiño alentador por parte del bloque Córdoba Federal, que aglutina tres diputados: Diputados Carlos Gutiérrez, Natalia de la Sota, Ignacio García Aresca. A través de un comunicado adelantaron ayer que tanto el acuerdo con el FMI como “las consecuencias que pueda traer aparejadas” son responsabilidad del Gobierno y, por lo tanto, no “obstaculizarán el tratamiento en el Congreso”. Los tres diputados facilitarán el quórum pero se abstendrán a la hora de votar.
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