La empresa satelital del Estado Arsat dejó en suspenso la designación en su directorio de la ex funcionaria menemista Claudia Bello, luego de la polémica que generó la noticia y las diferencias dentro del propio oficialismo.
El nombramiento de Bello se dio a conocer el pasado miércoles a través del Boletín Oficial, donde se publicó la resolución 17/2022 firmada por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, por la cual se proponía a Bello como nueva integrante del directorio de la empresa.
Inmediatamente se dispararon especulaciones en torno al motivo de esa designación, algunas de las cuales apuntaron a que no todos en el Ejecutivo estaban al tanto de esa propuesta.
El mismo martes por la tarde se reunió la asamblea ordinaria y extraordinaria de Arsat que había sido convocada por la resolución 17/2022 y decidió dejar en suspenso el temario que tenía pendiente de tratamiento, en el cual figuraba la propuesta de designación de la ex funcionaria menemista.
“Por tratarse de un temario que incluye 14 puntos, la asamblea continuará sesionando en los próximos días para analizar cuestiones relativas al presupuesto y la designación de autoridades que integrarán el directorio de la empresa”, indicó la empresa.
Bello fue subsecretaria de prensa de la Juventud Peronista de la Capital Federal en 1987, cargo desde el que apoyó la campaña presidencial de Carlos Menem.
El triunfo de Menem impulsó su carrera política, ya que al principio de la gestión asumió como subsecretaria de la Juventud de la Nación. Durante estos años tuvo una estrecha relación con el entonces ministro de Justicia y actual funcionario de Alberto Fernández, Gustavo Béliz.
Luego fue designada como subsecretaria de Acción Pública y Derechos Humanos y, posteriormente, secretaria de Relaciones con la Comunidad del Ministerio del Interior, cargo desde el cual pasó a ser designada como interventora federal de la provincia de Corrientes, en 1992.
Al frente de esa provincia convocó a elecciones a gobernador, pero el proceso terminó en un escándalo rodeado de sospechas de sobornos con participación de la Casa Rosada.
Ante esto, Bello debió solicitar a la Justicia la anulación de las elecciones y después la sucedió como interventora Ideler Tonelli, quien reformó la Constitución provincial y llamó a nuevas elecciones.
Años después, Raúl Romero Feris, quien resultó ganador de esos comicios, denunció que durante la gestión de Bello la provincia se había endeudado en 70 millones de dólares.
Tras su paso por Corrientes, Bello regresó a la Ciudad de Buenos Aires y asumió como secretaria de la Función Pública, puesto que ocupó hasta el final del segundo mandato de Menem.
En este cargo también fue señalada por casos de corrupción: se la acusó de haber incurrido en contrataciones irregulares en el proyecto “Y2K”, adjudicando en forma directa y sin licitación, contratos por nueve millones de dólares para la campaña de prevención a posibles daños en las computadoras por la llegada del año 2000.
Los delitos que se le imputaron fueron incumplimiento de los deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles, que le impedirían de manera perpetua ejercer cargos públicos, pero diez años después, el Tribunal Oral Federal 1 decidió absolverla. Luego, en 2014, el Tribunal Oral resolvió que la causa había prescripto y por ese motivo Bello fue absuelta.
Tras la designación de Bello en el directorio de ARSAT, distintos dirigentes políticos manifestaron sus opiniones a través de las redes sociales.
Por su parte, la ex embajadora ante Rusia Alicia Castro cuestionó la posible designación de Bello a través de su cuenta de Twitter, desde donde suele ser crítica con el presidente Alberto Fernández, y afirmó: “Creo que Alberto Fernández interpretó mal el voto popular de quienes lo llevamos al poder. Pero interpretó aún peor la pérdida del 40% de sus votos en las recientes elecciones”.