Desde Honduras, a donde viajó para participar de la asunción de la presidenta electa Xiomara Castro, Cristina Kirchner brindó un duro discurso dirigido a los organismos multilaterales de crédito -nunca mencionó explícitamente al FMI-, los gobiernos neoliberales y las grandes empresas. Cargado de referencias históricas, como en casi todas sus últimas apariciones en público, la Vicepresidenta hizo una amplia referencia a que “el pueblo siempre regresa”, que fue el nombre con el que se presentó el acto en el que ella fue la última oradora.
Curiosamente, la ex presidenta centró gran parte de su alocución -como ejemplo de lo que quería enmarcar- en el combate contra el narcotráfico. Según sostuvo, las “políticas de ajuste” de los gobiernos neoliberales apoyados por organismos como el FMI son las que finalmente no permiten dar una lucha efectiva contra el avance de las drogas o de las grandes mineras o petroleras.
“Es curioso que los que impulsaron los programas de ajuste después dicen que hay que combatir al narco, como si solamente se pudiera combatir desde el Ministerio de Seguridad y no desde donde hay que combatirlo. Que la gente pueda acceder al progreso, si hasta las fiestas de 15 terminan organizando los narcos porque los padres no pueden dársela a los hijos. ¿No se dan cuenta de la paradoja horrible que significan las políticas de ajuste y el impacto en la vida cotidiana?”, expresó.
De hecho, la ex mandataria recordó una reunión que tuvieron años atrás con Fernando Lugo (Paraguay) y Dilma Rousseff (Brasil) con el entonces presidente de Guatemala Álvaro Colom: “Recuerdo cómo el narco le iba ocupando la región porque era el que construía escuelas que él desde el Estado no podía construir. No tenía recursos porque tenía que aplicar las políticas de ajuste que dictan los fondos. Bueno, que dictan digamos… para evitar.. los organismos internacionales de crédito”.
En esa misma línea, ejemplificó con las decisiones que deben tomar algunos gobiernos al carecer de recursos para financiar políticas. “Terminan autorizando cualquier cosa (en referencia a explotación ambiental) porque no tienen posibilidades de ingresos y recursos. Cuando alguien viene a invertir exige condiciones”.
“La desaparición o disminución del Estado, lejos de traer seguridad y bienestar, trae otras cosas. El gran desafío que tiene nuestra región y el mundo es ver los graves problemas que hoy acechan a todos”, resaltó.
En el inicio de su discurso en la exposición titulada “Los pueblos siempre vuelven”, que se realizó en el auditorio Alma Máter de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Fernández de Kirchner hizo un repaso de la historia latinoamericana desde los inicios del siglo XIX hasta la actualidad donde hubo “avances y retrocesos”, según su visión.
“A fines del siglo XX, luego de haber impuesto el neoliberalismo, comienzan a surgir nuevos movimientos populares y nacionales con otros nombres pero con el mismo objetivo: la autodeterminación de los pueblos. Y así comienza en Venezuela. En mi país también se había impuesto el neoliberalismo”, describió.
Según su mirada, “la caída del muro de Berlín hizo creer a muchos que la historia se había terminado y creían que no había otra opción de política que no fuera el neoliberalismo. Pero comienzan a a surgir nuevos liderazgos. La característica de que ‘los pueblos siempre vuelven’, no siempre tienen la misma forma en todas las décadas pero sí los mismos objetivos”.
“En esta década y media que comienza en el siglo XXI también surgen retrocesos. No ya bajo la forma de los golpes. Ya no es necesario. Ahora es conseguir jueces educados en comisiones, en foros, que financian se golpes judiciales en América Latina. De la misma manera y con los mismos financiadores”, alertó.
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