Al dictador cubano Miguel Díaz-Canel poco le importó que la justicia federal argentina hubiera reclamado al régimen sandinista de Nicaragua la captura del terrorista iraní Moshén Rezai, acusado de volar a la AMIA y causar 85 muertos. Cuando la orden de detención internacional ya había llegado a Managua, Díaz-Canel se reunió con Rezai para fortalecer la relación bilateral entre La Habana y Teherán.
La foto del presidente cubano y el vicepresidente iraní llegó a la Cancillería y hubo una cerrada condena en sordina respecto a Díaz-Canel, pero el Palacio San Martín optó por dejar en pie un acuerdo comercial entre la Argentina y el régimen comunista que abre la posibilidad de comprar vacunas contra el COVID-19 fabricadas en la isla caribeña.
El ministro Santiago Cafiero podría haber suspendido el acuerdo suscripto con su colega Bruno Rodríguez Parrilla, que establece la posibilidad de comprar las vacunas Soberana 01, Soberana 02 y Abdala, aunque todavía no fueron aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).
Sin embargo, Cafiero mantuvo la vigencia de un acuerdo sobre la eventual compra de vacunas cubanas que no tienen aún aval científico y que por ahora no son aceptadas para ingresar a Estados Unidos y Europa.
Se trata, entonces, de un benévolo gesto diplomático que Díaz Canel pagó con una foto departiendo con el terrorista Rezai.
En el anexo II del acuerdo comercial se detallan los medicamentos que Cuba le podría vender a la Argentina. Hay una larga lista de vacunas que fabrica BioCubaFarma, entre ellas cuatro inyectables contra el coronavirus: Soberana 01, Soberana 02, Abdala y Soberana Plus.
Pero BioCubaFarma todavía no consiguió que la OMS las apruebe para su uso de emergencia. Solamente un puñado de países que comulgan con el gobierno comunista consintieron su uso de emergencia: Nicaragua, Irán, Vietnam y Venezuela.
Pocos días antes de que finalice 2021, la vacuna Abdala también obtuvo la autorización de México, a través de la Cofrepis (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios). Y también se sumó a la decisión San Vicente y Granadinas.
El 23 de diciembre pasado, la OMS sostuvo que está “esperando información sobre la estrategia y el cronograma de envío” de documentación de parte de Cuba para iniciar el proceso de autorización. Si Argentina finalmente compra las vacunas a Cuba, tampoco las podrá autorizar porque su composición técnica aún no fue avalada por la ANMAT.
En el artículo 6 del convenio argentino-cubano se establece realizar una addenda (un agregado) “al Texto Ordenado de Contrato de Fideicomiso de Intercambio Comercial del 14 de febrero de 2013″. Ese fideicomiso será organizado por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), y “administrado por el Banco de la Nación Argentina en su caracter de fiduciario”.
Los primeros acercamiento por las vacunas cubanas
En abril de 2021, por iniciativa del entonces canciller argentino Felipe Solá, hubo una charla mediante videoconferencia entre el presidente Alberto Fernández y su par cubano, Díaz Canel, donde hablaron de la posibilidad de adquirir las vacunas que Cuba estaba desarrollando. Desde que asumió en diciembre de 2019, el jefe de Estado argentino se mostró como un país solidario con el régimen cubano con repetidas críticas hacia el bloqueo que Estados Unidos mantiene sobre la isla desde hace seis décadas.
Un mes más tarde, la ministra Vizzotti viajó a La Habana junto a la asesora presidencial Cecilia Nicolini con el fin de conocer el proceso de elaboración de las vacunas cubanas. Ambas habían participado con anterioridad en la firma de los contratos con el Fondo Ruso de Inversión Directa para la llegada de las primeras Sputnik V desde la nación que gobierna Vladimir Putin.
“Hablamos del proyecto común y de trabajar no sólo para poner en valor una vacuna totalmente desarrollada, producida y aplicada en Latinoamérica, sino también hacerlo en otros ejes de lo que es salud y la ciencia y tecnología”, señaló quien encabeza la cartera sanitaria en Argentina.
Vizzotti explicó en esa ocasión que nuestro país “está trabajando fuerte para estrechar los lazos, acceder a la vacuna, pero sobre todo colaborar en todo lo que pueda, tanto desde lo que es la provisión de insumos, la posibilidad de la compra y el apoyo para escalar la producción y avanzar con nuestra entidad regulatoria y la de Cuba estudiar los análisis interinos de Fase 3″.
Mientras la Casa Rosada continúa apoyando al régimen de la Habana, Díaz-Canel respalda al terrorista Rezai que aún escapa a la justicia federal de la Argentina, a casi treinta años del ataque fundamentalista a la AMIA.
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