Alberto Fernández mantiene su gira relámpago a Moscú para almorzar con Vladimir Putin en el Kremlin, pese a la reticencia de Interpol Rusia para informar sobre el terrorista iraní Moshén Rezai, acusado de participar en el atentado a la AMIA que causó 85 muertos y más de 300 heridos.
“El viaje se mantiene”, confirmaron al unísono dos importantes miembros del Gobierno que habitualmente trabajan en la Casa Rosada y el Palacio San Martín.
La embajada argentina en Teherán informó a la Cancillería que el terrorista Rezai -vicepresidente de Irán- estaba de viaje en Moscú. Y el Gobierno actuó con celeridad para evitar la repetición del escándalo diplomático que protagonizó en la asunción del dictador nicaraguense Daniel Ortega, cuando el embajador Daniel Capitanich obvió avisar sobre la presencia de Rezai en Managua.
“MUY URGENTE- CONFIDENCIAL -AMIA - EX-2021-75686457- -APN-DAJI#MRE
Estimadas/os: Junto con saludar atentamente, cumplo en poner en conocimiento la información que se ha transmitido a UFI AMIA:
Se hace saber que se recibió información procedente de la Representación de la República Argentina en Irán a través de la cual se indica que Mohesen Rezai, Vicepresidente para Asuntos Económicos, forma parte de la delegación iraní que se encuentra en el día de la fecha en Moscú (19 de enero), Federación Rusa, en el marco del viaje del Presidente Raisi.
Asimismo, se ha tomado conocimiento que el Presidente iraní visitará la Universidad Estatal M.V. Lomonósov de Moscú, y en el día de mañana (20 de enero) pronunciará un discurso ante la Duma”, dice el cable enviado por el Ministerio de Relaciones Exteriores a Interpol-Argentina, el miércoles 19 de Enero a las 18:59:43.
La información aportada desde la embajada en Teherán -a cargo de un diplomático reconocido por su capacidad profesional- fue remitida sin dilaciones por Interpol Argentina a Interpol Rusia. Y la respuesta desde Moscú fue reticente, en una inequívoca maniobra para proteger al terrorista Rezai.
“Estimados colegas, amablemente se informa que la persona mencionada es desconocida para nuestros registros policiales centralizados. En caso que recibamos información adicional, serán puestos en conocimiento.
Cordial saludo, IP MOSCÚ”, contestó Interpol para evitar detener a Rezai, que es invitado oficial de Putin.
Putin tiene el control absoluto sobre Interpol Rusia, y es obvió que hizo una valuación geopolítica: optó por proteger a Rezai, que llegó a Moscú acompañando al presidente iraní Ebrahim Raisi, en visita oficial para apoyar la ofensiva de Moscú sobre Ucrania.
La escalada bélica de Rusia sobre Ucrania enfrenta al Kremlin con la Casa Blanca. Esta puja geopolítica quedó explicitada durante la reunión bilateral que protagonizó Santiago Cafiero con Antony Blinken, secretario de Estado. “Estamos preocupados por lo que sucede con Rusia y Ucrania”, reveló Blinken cuando se inició la bilateral.
-Nosotros siempre estamos a favor de resolver las diferencias con acuerdos políticos”, respondió el canciller argentino.
Alberto Fernández y Cafiero se encontraron ayer en Olivos, y analizaron la relación bilateral con Estados Unidos y el conflicto geopolítico que escala entre Rusia y Ucrania. “Yo viajo en cualquier hipótesis. No va a haber conflicto armado en ese momento”, opinó el jefe de Estado frente al canciller.
La especulación presidencial podría no alcanzar para satisfacer la perspectiva de Washington. Biden aseguró que Argentina no es Venezuela, pero aguarda que la Casa Rosada mantenga equidistancia con los deseos de Putin de exhumar al Imperio Ruso.
Si Alberto Fernández tiene la fortuna política de almorzar con Putin en el Kremlin y finalmente no hay guerra entre Rusia y Ucrania, la Casa Blanca recordará el hecho como una boutade de un presidente que no termina de asumir el peso de la Argentina en el tablero global.
Pero si el conflicto se enciende y el Ejército Rojo avanza sobre las calles de Kiev defendidas por miles de partisanos pertrechados por Estados Unidos, Alberto Fernández estará complicado cuando la maquinaria informativa del Kremlin exhiba al Presidente almorzando con Putin.
Biden no va a perdonar esa foto, y quizás revea su mirada sobre las diferencias entre Argentina y Venezuela, cuando aún esta trabada la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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