Santiago Cafiero se reunió por poco más de una hora en Washington con el secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, con quien analizó distintos aspectos de la agenda bilateral, en días clave para las negociaciones del gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda de 44.000 millones de dólares contraída con ese organismo multilateral de crédito durante la gestión de Mauricio Macri, en 2018. El cónclave se llevó a cabo en el salón Thomas Jefferson.
Durante la reunión, el funcionario clave de Joe Biden le dijo a Cafiero que Estados Unidos “apoya fueretmente una economía argentina vibrante” y destacó que lograr esto “fortalecerá las relaciones bilaterales y el liderazgo de Argentina en el hemisferio norte y el resto de la región”.
“Esperamos con ansias que Argentina asuma en el Council de Derechos Humanos para poder trabajar juntos”, agregó Blinken.
Por su parte, Cafiero agradeció la bienvenida y remarcó que para el país “es muy importante” que se llevara a cabo la reunión: “Es muy importante que sigamos fotaleciendo la relación con Estados Unidos. Esperamos trabajar en una agenda constructiva que incluya derechos humanos, cambio climático, desarmamiento y desarrollo económico sustentable”.
En un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Gobierno informó que Blinken y Cafiero “destacaron el excelente nivel de la relación bilateral y el diálogo franco y fluido existente entre los dos gobiernos” y que “valoraron los principios, visiones e intereses compartidos, al tiempo que analizaron temas de interés común en el escenario global y regional”.
Otro de los temas fue la designación de Argentina para presidir la CELAC y ambos confirmaron que el 21 de enero estarán en al reunión ministerial convocada por Canadá sobre Haití.
“Cafiero transmitió que la Argentina ha emprendido una senda que pretende consolidar la estabilidad macroeconómica y el crecimiento económico sostenible e inclusivo. El Canciller concluyó que es necesario un mensaje de la autoridad política al Tesoro para contar con el apoyo de Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional y que, de este modo, no se restrinja el crecimiento de la Argentina”, resumió la cartera que dirige el ex jefe de Gabinete.
Y completó: “Blinken sostuvo que apoya firmemente las negociaciones con el FMI y aspira a una pronta resolución positiva. Asimismo, destacó los índices de crecimiento macroeconómicos que expuso el canciller Cafiero y remarcó la importancia de Argentina para el hemisferio y para potenciar la relación bilateral”.
Jorge Argüello, embajador argentino en EEUU, también participó de la reunión, y subrayó la “agenda intensa” que se desplegará con el departamento de Estado y las autoridades del gobierno de los Estados Unidos.
Según lo que había señalado la semana pasada la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, el acuerdo con el organismo que preside la búlgara Kristalina Georgieva “no es solamente un tema económico” y, por lo tanto, en esta negociación participa no solo el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien lleva adelante reuniones “permanentemente”, sino también el embajador Argüello, por parte de la Cancillería argentina.
”Argentina ya presentó su propuesta (al organismo multilateral de crédito) y espera, está en manos del FMI ahora tratar de dar la respuesta lo más rápido posible”, sostuvo el jueves pasado Cerruti en su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno.
En el cónclave de Cafiero con Blinken también estuvo Brian Nichols, subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, quien se ocupa de todos los temas relacionados con América Latina. Fue Nichols quien escribió en sus redes una crítica muy dura tras la asunción de Daniel Ortega, con una alusión al iraní Mohsen Rezai, sobre quien pesa un alerta roja de Interpol proque es uno de los acusados de la voladura de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) el 18 de julio de 1994.
“En su ´inauguración´, Ortega-Murillo estuvieron acompañados por @DiazCanelB @NicolasMaduro y Mohsen Rezaei, un iraní implicado en el atentado a la AMIA en Argentina. El hemisferio no puede mirar al otro lado mientras Ortega-Murillo socavan la democracia y seguridad regional”, consignó en su cuenta oficial. Un dato que no es menor en vísperas de esta visita al departamento de Estado. En ese acto en Managua, participó el embajador argentino en el país centroamericano, Daniel Capitanich, quien no denunció la presencia del iraní para que fuera detenido.
Cafiero debió explicar la actitud que adoptó el Gobierno que encabeza Alberto Fernández en Nicaragua y también que los próximos viajes del jefe de Estado argentino a Rusia y China no implican un alineamiento automático con los presidentes de esas naciones, Vladimir Putin y Xi Jimping.
Esa cercanía con el líder chino causa incertidumbre en el Salón Oval. La Casa Blanca lo considera como un adversario global, y Estados Unidos le declaró el boicot político a los Juegos Olímpicos de Invierno que se desarrollarán desde el 4 de febrero en Beijing.
En plena negociación con el FMI, la eventual presencia de Alberto Fernández al lado de Xi causa -al menos- incertidumbre en el Salón Oval. Como sucederá con Putin, Cafiero explicará que Xi apoya al Gobierno con divisas, vacunas e inversiones, y que el Presidente aún no decidió firmar la Ruta de la Seda, una iniciativa geopolítica que preocupa -mucho- a Biden.
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