Diego Lagomarsino, quien fuera el perito informático de Alberto Nisman y quien le prestó el arma con que recibió el disparo que le causó la muerte el 18 de enero de 2015, se refirió al caso. “No hay pruebas de homicidio”, señaló quien además está procesado como partícipe necesario en la causa por la muerte de fiscal.
“Es un tema que hasta que no se diga realmente qué pasó, va a estar en boca de todos. Y tal vez después también. Pero si Alberto se autodisparó como claramente está en el expediente… Porque la pericia de Gendarmería no hace más que afirmar que para decir que a Nisman lo mataron, hay que mentir”, comentó Lagomarsino en declaraciones a Futurock.
“¿Vos decís que claramente Nisman se autodisparó?”, le repreguntó el periodista. “Lo dice la Policía Federal. Hay un informe en la foja 5453. Por favor, busquen esa foja para taparle la boca a todos los que dicen que no hay ninguna prueba de autodisparo en el expediente”, respondió el ex perito del fiscal de la causa AMIA.
Vale recordar que el 18 de enero de 2015, el fiscal a cargo de la la UFI-AMIA apareció muerto en su departamento de Puerto Madero con un tiro en la cabeza. Eso ocurrió cuatro días después de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner y a un grupo de colaboradores por el encubrimiento del atentado, a raíz de la firma del Memorándum con Irán.
En su relato de esta mañana, Lagomarsino insistió en su postura crítica sobre la pericia realizada por Gendarmería a propósito de las causas que provocaron la muerte de Nisman. “Lo que tenemos es eso: una pericia trucha para demostrar algo que no pasó”, señaló. A continuación, insistió: “La Justicia se basa en una pericia trucha para decir que yo sabía que era parte de un plan”.
“Ni a (Steven) Spielberg se le ocurre una película así”, agregó en relación al director de cine estadounidense. Y completó en relación a esa idea: “Él diría no, es exagerada”.
“La Justicia no dijo: ‘Che, Gendarmería dice una cosa y el Cuerpo Forense y la junta criminalística de la Policía Federal dicen otra totalmente distinta. Los juntemos’. La pericia de Gendarmería fue en 2017. Es una pérdida de tiempo o tal vez es ganar tiempo para que no se sepa qué es lo que pasó”, comentó Lagomarsino.
En su postura crítica, advirtió. “Viste que esta causa trae muchas otras causas. Yo creo que la pericia de Gendarmería va a ser otra causa que en algún momento va a ser un escándalo con letras mayúsculas”.
En relación a un nuevo año que se cumple de la muerte del fiscal, Lagomarsino señaló: “Todos los 18 significan algo para mi: 17, 18, 19 y los días que vinieron después. Lamentablemente por hacer un bien, terminé metido en esto que no me gusta, pero lamentablemente tengo que pelearla”.
El juez federal Julián Ercolini procesó a fines de 2017 a Diego Lagomarsino, el perito tecnológico que trabaja para Nisman, como partícipe necesario del delito de homicidio. Lagomarsino fue quien le llevó la noche del sábado 17 de enero de 2015 al fiscal una pistola Bersa calibre 22. De esa arma salió el tiro que terminó con su vida. También fueron procesados por encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público los cuatro custodios de la Policía Federal que tenía Nisman.
Lagomarsino fue una de las últimas personas que vio con vida a Nisman y siempre expresó su inocencia: dijo públicamente y en la Justicia que llevó el arma por pedido del fiscal. Según aseguró, Nisman le había dicho que temía que “algún loquito” lo agrediera y quería estar protegido. En su indagatoria, Lagomarsino calificó su relación con Nisman como de “amo-esclavo”. Dijo que el fiscal lo llamaba varias veces por día y que nunca podía decirle que no a nada que le pidiera.
“El diablo se esconde en los detalles”. La frase la suelta al pasar uno de los investigadores de la muerte de Alberto Nisman, que repasa al derecho y al revés el expediente en busca de algún ingrediente que haya pasado desapercibido y así poder dar con la clave de un caso que hasta ahora sigue siendo un misterio y que se cruza, una y otra vez, con el mundo del espionaje y la política.
La Cámara Federal porteña aseguró que Nisman fue asesinado en el marco de sus funciones. Estaba en vísperas de ir al Congreso a presentar las pruebas de una denuncia que hoy quedó al borde de la nada: en octubre, el tribunal que debía llevar adelante el juicio oral a la hoy vicepresidenta dijo que el Pacto con Irán no fue un delito. El fallo sobreseyó a todos los acusados, aunque las querellas buscan revertir esa decisión en Casación. Mientras tanto, el ataque terrorista que el 18 de julio de 1994 voló la mutual judía y mató a 85 personas sigue impune.
La causa que busca esclarecer la muerte de Nisman tiene a cinco procesados. El principal es Diego Lagomarsino, el técnico informático que fue acusado de haber sido partícipe necesario en el crimen porque su arma se usó para dar muerte a Nisman; el resto son los cuatro custodios -Rubén Benítez, Néstor Durán, Luis Miño y Armando Niz- que debían proteger ese fin de semana al fiscal de la causa AMIA, implicados en encubrimiento de homicidio e incumplimiento de los deberes de funcionario.
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