En el todos contra todos que está atravesando Juntos por el Cambio hay disputas personales por alzarse con la conducción de una coalición que quedó acéfala desde la derrota de Mauricio Macri en 2019 y por definir el rumbo que debe tomar el espacio frente al Gobierno y para canalizar las demandas sociales con la mira puesta en volver al poder en 2023.
Son varias las voces que protagonizan la interna opositora en este agitado comienzo de año. Una de ellas es la de Patricia Bullrich, que plantea ampliar la base de sustentación política abriéndole las puertas a Javier Milei, pese a que sus socios de la Unión Cívica Radical y de la Coalición Cívica insisten con que el diputado libertario es un límite que no se debería cruzar. La ex ministra de Seguridad busca calmar las aguas, pide “parar con la pirotecnia verbal” y centrarse en el objetivo primordial: “Hay que ganar las elecciones”.
Bullrich se tomó unos minutos de su semana de vacaciones en Mar del Plata para hablar con Infobae. El destino turístico lo eligió su marido, Guillermo Yanco, como forma de rememorar los viajes que hacía con su familia durante su niñez y adolescencia. Luego de horas de descanso en Playa Varese, la titular del PRO aprovecha para mantener reuniones con dirigentes locales e incluso agendó un encuentro con el intendente Guillermo Montenegro, en el marco de recorridas que se propuso realizar por la provincia de Buenos Aires y el interior del país con la mente puesta en “continuar interpretando, y no descuidar, las demandas sociales que nos llevaron al triunfo electoral” en las Legislativas 2021.
La ex ministra de Macri se jacta del rol asumido en la campaña del año pasado, también adelanta que pretende continuarlo en el presente. Siente que el camino a seguir de la coalición opositora debe ser posicionarse en las antípodas del kirchnerismo, tensando en uno de los extremos de la grieta, y “atendiendo este fenómeno” liberal que irrumpió en los últimos comicios con la llegada de Milei y Espert a la Cámara de Diputado de la Nación. “Juntos por el Cambio sacó el 42% de los votos, mínimo tenemos que llegar al 45%. Hay que buscar aliados posibles, y no hay muchos más”, argumentó.
En los primeros días de enero Bullrich compartió la foto de un encuentro aparentemente “casual” en un bar del barrio de Palermo con el diputado de La Libertad Avanza y Gerardo Milman, a la vez que se conocía que Milei y su compañera de bancada, Victoria Villarruel, apoyaron dos proyectos presentados por el ala dura de JxC: uno sobre la derogación de las retenciones y otro de reducción del IVA del 21 al 18 por ciento.
Este acercamiento entre los “halcones” de Juntos por el Cambio y el economista generó el cuestionamiento de Maximiliano Ferraro, presidente de la Coalición Cívica y mano derecha de Elisa Carrió: “Sería bueno que algunos colegas de Juntos por el Cambio dejen de hacer demagogia y populismo a la inversa. Seamos serios, entre todos estamos construyendo una alternativa para volver a gobernar la Argentina“.
En esta segunda semana de 2022 hubo otro acercamiento con los liberales. Pero ahora fue Espert el que respaldó con su firma una iniciativa para “subsanar el error cometido” a fin de año con la aprobación de las modificaciones sobre el impuesto a los Bienes Personales. El proyecto fue presentado por el diputado Luciano Laspina, impulsado por Bullrich y acompañado por Cristian Ritondo, Martín Tetaz, Rogelio Frigerio, Gerardo Milman, Facundo Manes, Ricardo Lopez Murphy, y Espert.
Milei y Carolina Píparo, quien entró a la Cámara Baja por la lista de Avanza Libertad, acompañaron el proyecto que volvió a presentar el diputado del PRO, Fernando Iglesias, “de reforma y democratización de las asociaciones sindicales”.
En dos semanas Juntos por el Cambio consiguió que los liberales apoyen sus iniciativas. Sin embargo el primero y el tercero fue respaldado por Milei y no por Espert, y el segundo por Espert pero no por Milei. “La idea es ir abriendo el juego”, explicó Bullrich al respecto. La estrategia de seducción de la titular del PRO radica en que entre ambos diputados cosecharon alrededor de un millón de votos entre la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. “La unidad política que precisamos en la Argentina tiene que concentrar en una coalición la mayor cantidad de expresiones posibles, tiene que haber nuevas aperturas”, planteó la ex ministra de Seguridad.
A la par que sucedieron los acercamientos con los liberales, hubo dirigentes de JxC que hicieron pública su oposición hacia ellos. Milei recibe el rechazo que él mismo cosechó al incluir en su definición de “casta” a todos aquellos que no sean “halcones”. En incontable cantidad de oportunidades habló de la necesidad de “un ordenamiento ideológico” en el que queden de un lado los radicales, la Coalición Cívica, las “palomas” de Juntos por el Cambio, y la izquierda; y del otro liberales, libertarios, conservadores, halcones y el peronismo republicano. Durante la campaña la UCR abucheó su nombre, y en los últimos días fue Gerardo Morales quien volvió a plantear que “Milei es el límite”. “No estamos de acuerdo en acordar con Milei o la derecha más rancia porque ya es suficiente con el PRO”, fustigó el gobernador de Jujuy.
“¿Quién dijo que me interesa compartir un lugar en el que esté parte de la casta parasitaria como vos?”, le respondió el economista libertario.
Esta semana sorprendió que una diputada nacional promovida por Bullrich saliera a cuestionar a Milei por la donación de su dieta. “¿De qué vive Milei? ¿Cómo paga sus cuentas? A favor de una dirigencia política que viva de sus sueldos. Si no, solo los ricos podrían hacer política, cómo pasaba en general en el siglo XIX”, tuiteó Sabrina Ajmechet.
“Ella utiliza los recursos del Estado para vivir por encima de sus posibilidades reales, es alguien que destruye riqueza”, le retrucó el diputado de la Libertad Avanza.
La historia no termina ahí. Días atrás, Espert definió como “estafa electoral” a aquellos opositores que acusaron a los liberales de ser “funcionales al kirchnerismo”. “Ustedes no son el liberalismo, Joseluí. Vos sos un conservador autoritario que de liberal solo tenés el discurso económico. Y un armador de colectoras pejotistas que no se sabe quién financió y en 2019 nos costaron caras. Estudiá”, atacó Fernando Iglesias mediante su cuenta de Twitter.
De inmediato, Espert denunció que el diputado del PRO lo bloqueó en dicha red social, pero de todas formas le respondió: “Te contesto así porque como buen cobarde me bardeás pero me tenés bloqueado. A ver ¿Conservador? Creo que cada uno tiene derecho de hacer de su vida, su cuerpo y sus deseos lo que quiera ¿Autoritario? Nací en 1961 y jamás participé de nada que atentara contra la democracia”.
Frente al desprecio mutuo que mantienen dirigentes de Juntos por el Cambio y los libertarios, Patricia Bullrich intenta lograr la paz y plantear un norte que sirva para la oposición en su conjunto: “No tenemos que decir ‘mi límite es…', durante muchos años, al principio del kirchnerismo, eso nos hizo muy mal. La oposición estuvo muy dividida por decir ‘mi límite es...’.
En ese sentido planteó como “base fundamental” entre los miembros de la coalición “y los que sumemos” firmar “una base programática común”: “Será la prueba de fuego, ¿firmamos o no?”
“Todos tenemos que bajar las aguas y entender que hay que ganar las elecciones, muchas veces hay demasiada pirotecnia verbal, hay que parar y ver si se puede o no. El tiempo lo dirá...”, concluyó Patricia Bullrich.
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