En Juntos por el Cambio están muy desorientados. La versión de que Alberto Fernández decidió que el encuentro del martes próximo del ministro Martín Guzmán con gobernadores y jefes parlamentarios de la oposición se haga en el Ministerio de Economía y no en el Congreso llenó de dudas y nuevas diferencias a la coalición. Tantas, que si se confirma el cambio de escenario debatirán el mismo martes al mediodía qué actitud van a tomar. Algunos quieren ir igual. Otros, propondrán rechazar la convocatoria oficial.
En las filas opositoras creen que el Presidente tomó partido por su ministro de Economía en lugar de seguir los consejos del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien tejió reservadamente un acuerdo con legisladores de JxC para que el encuentro se hiciera en el Congreso, uno de los pedidos formalizados por la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio la semana pasada.
“No tenemos novedad oficial al respecto”, fue la escueta respuesta de allegados al líder de la UCR, Gerardo Morales, consultados acerca del cambio de lugar de la reunión. Lo mismo advirtieron cerca de la jefa del PRO, Patricia Bullrich: “Nosotros no tenemos ninguna comunicación oficial sobre eso”. Tanto en el radicalismo como en el PRO hay dirigentes a los cuales les da lo mismo dónde se concrete el diálogo con Guzmán para hablar sobre las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero la postura más irreductible surgió de la Coalición Cívica: “Ya dijimos que el ámbito debe ser el Congreso y con todos los bloques”, insistió uno de los referentes del partido fundado por Elisa Carrió, que insistió en que allí “se debe debatir una posible carta de intención”.
Los más desconfiados de JxC suponen que el Gobierno dejó trascender la modificación del sitio de encuentro porque no quiere hacerlo. Para la Casa Rosada, según interpretan, la reunión con el titular de Economía será aprovechada por la oposición para obtener un rédito político de las zonas grises que tiene el plan económico oficial y el posible acuerdo con el Fondo, y quiere evitarlo.
Esa decisión dejará descolocado a Morales, quien fue el nexo de Juntos por el Cambio con Alberto Fernández y operó para que se concretara la reunión con Guzmán, convencido de que el país debe avanzar hacia un acuerdo con el FMI para normalizar la economía. “Es una interna del Gobierno. Saben que vamos a hacerles preguntas incómodas y no quieren quedar expuestos”, dijo a Infobae un miembro de la Mesa Nacional de JxC que no le da importancia al lugar donde se concretará el diálogo con el ministro.
Los referentes opositores estaban a la espera de una respuesta de Massa, quien estuvo desconectado para asistir a su esposa Malena Galmarini, contagiada de COVID-19. Hasta anoche no tenían un panorama claro sobre lo que sucederá la semana próxima, pero ya tienen decidido que harán un Zoom el mismo martes a las 12 para analizar la situación y tomar una decisión sobre el tema.
Ningún dirigente de JxC quiso anticipar su posición. Entre los que opinan que deben ir igual a Economía predomina la idea de que no concurrir le permitirá al Gobierno victimizarse y enfocar sus cañones contra la oposición si no llega a un acuerdo con el Fondo.
Pero la postura más dura es la de la Coalición Cívica, presidida por el diputado Maximiliano Ferraro. “El acuerdo con el FMI es un tema de envergadura institucional y debe canalizarse a través del Congreso -sostuvo uno de sus máximos dirigentes-. Y creemos importante que también se convoque al resto de los bloques y que sean informados de lo que suceda en la reunión”.
En un Zoom realizado el jueves pasado, la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio decidió concurrir al encuentro con Guzmán, pero consideró que “es indispensable que (el Gobierno) traiga información concreta sobre cuáles son los pasos a seguir para que la Argentina retome este cambio de crecimiento”. “Remarcamos la importancia que este diálogo se dé en el Congreso, contemplando a toda la representación parlamentaria”, destacó la conducción de JxC en un comunicado.
“Como oposición estamos firmemente comprometidos en la colaboración con el futuro país. Sin embargo, es oportuno remarcar que el país necesita un plan de desarrollo a largo plazo que genere crecimiento y trabajo para los argentinos”, sostuvo el comunicado de la coalición, que incluyó otra definición contundente: “Remarcamos la necesidad de tener un preacuerdo o una carta de intención con el FMI para que podamos manifestar nuestro parecer en base a esta información”.
Aun en medio de críticas al Gobierno, una exponente del ala dura de JxC como Bullrich se mostró en favor de respaldar al oficialismo en las negociaciones con el FMI: “Podemos acompañar un acuerdo con el FMI si es razonable, aunque hasta ahora no tenemos la menor idea de lo que es la profundidad de ese acuerdo”, dijo el miércoles pasado al diario Clarín.
Las próximas horas serán decisivas para determinar si el diálogo con Guzmán se hará en el Congreso o en Economía, pero, sobre todo, para que Juntos por el Cambio resuelva aceptar la decisión gubernamental o patear el tablero para profundizar su pelea.
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