El affaire desatado a raíz del viaje inconsulto de Luana Volnovich, lejos de disiparse, escalaba en las últimas horas, y en Casa Rosada atan la permanencia de la titular del PAMI en el cargo a una decisión de Máximo Kirchner. Al fin y al cabo, la dirigente fue designada al frente de la obra social de los jubilados como representante de La Cámpora durante la repartija de espacios en el Gobierno en 2019. Y su salida depende, en última instancia, del líder de esa organización.
El mecanismo no es nuevo. En la coalición del Frente de Todos cada espacio ocupa distintos lugares, que fueron distribuidos minuciosamente después de largas negociaciones, hace dos años, antes de la asunción de Alberto Fernández al frente del Ejecutivo. Las salidas de los principales funcionarios dependen de sus referentes políticos, recordaron hoy en Balcarce 50, y aseguraron que el caso de Volnovich no es la excepción.
La jefa del PAMI quedó en el foco de los cuestionamientos del propio Frente de Todos el martes, cuando trascendió un video que la mostraba en una playa del caribe mexicano junto a su pareja, Martín Rodríguez, segundo en la línea de mando del organismo. Después se confirmó que habían partido de vacaciones juntos, y que no habían dado aviso al Presidente.
Aunque en un primer momento el Jefe de Estado le bajó el tono a las críticas, con el pasar de las horas aumentó el descontento en sus propias filas y en las del kirchnerismo, y su discurso recrudeció. Consideró “imprudente” la salida de Volnovich del país en un contexto de crisis económica, en especial cuando el oficialismo intenta incentivar las vacaciones en el interior. “Ser funcionario tiene sus cosas. Yo no me voy hace años y lo acepto porque es parte del trabajo. Te tenés que quedar”, dijo ayer una fuente del círculo del Presidente en los pasillos del Palacio de Gobierno.
En la Casa Rosada había reserva sobre la posibilidad de darle salida a Volnovich a raíz del escándalo que generó fuertes ruidos no sólo de parte de la oposición sino dentro del propio oficialismo. Aunque entre el martes y el miércoles esa posibilidad se había negado a rajatabla, ayer la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, evitó responder una consulta periodística durante su conferencia de prensa de los jueves por la mañana. “Sin comentarios”, dijo la vocera presidencial. Sus palabras parecieron dejar abierta la posibilidad de una salida.
Hoy, en Balcarce 50 ataban la decisión sobre el futuro de Volnovich exclusivamente a Máximo Kirchner, el presidente de la Cámara de Diputados y titular de La Cámpora, fuerza política a la que pertenece la funcionaria. “El Presidente respeta los espacios de poder de cada uno”, dijeron desde la Presidencia. “La permanencia de Volnovich depende de Máximo y de Cristina”, agregaron en una dependencia comandada por el kirchnerismo.
Por ahora el futuro del PAMI es una incógnita. Hasta ayer, como publicó Infobae, había malestar en las filas del Instituto Patria y La Cámpora con la funcionaria, que desobedeció una de las máximas del espacio al vacacionar en el exterior en lugar de privilegiar el fomento de la economía interna. Sin embargo, no había indicios de que se piense en reemplazarla. Más bien, todo lo contrario. “Estuvo mal, seguro. O fuera de lugar. Esto es una mancha por una actitud personal de falta de tacto. Pero nunca se puso en juego su continuidad, porque su gestión es excelente”, plantearon esta mañana desde el kirchnerismo.
Sin embargo, algunos creen que no correría la misma suerte el segundo del organismo. “Si bien son pareja no se pueden ir juntos: ¿Quién quedó a cargo del PAMI?”, cuestionó una fuente del círculo íntimo del camporismo que, además, sumó otro dato: “El hermano de Rodríguez también trabaja ahí en prensa. ¿Administran el organismo en los asados del domingo?. El futuro de ellos no está tan claro”.
Por ahora desde el Gobierno se espera el retorno de Volnovich a la Argentina, con fecha aún no especificada.
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