El conflicto en Química Rame, la pyme familiar de Villa Luzuriaga que cerró por un bloqueo sindical que no la dejaba trabajar, aún no se solucionó y tiende a complicarse porque no cede el enfrentamiento entre dos gremios de la actividad que se disputan la afiliación de trabajadores de la empresa. Incluso entró en discusión la existencia o no del bloqueo que se prolongó durante diez días: el titular del Sindicato de la Industria Química y Petroquímica de Buenos Aires (SPIQYP), Facundo Aveiro, negó ante Infobae que hayan realizado ese tipo de protestas porque “es perjudicial y no resuelve el problema”. “No hacemos bloqueos porque se nos vuelven en contra y no quiero tener compañeros presos. Aunque resulte un poco antipático para algunos compañeros del movimiento obrero, no bloqueamos y estamos en contra de las tomas”, dijo.
Quien desmintió a Aveiro es el titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química y Petroquímica del Conurbano Sudoeste (STIQYPCSO), Jorge Romero, el otro contendiente de esta pelea sindical que mantiene como rehenes a empresarios y empleados de Química Rame: “Sí, hubo un bloqueo porque tengo las imágenes -señaló a este medio-. Los trabajadores filmaron todo y me lo pasaron. No sé si hubo amenazas y agresiones. Eso lo dijo el empresario y le creo porque eso mismo le hicieron a otras empresas como Callegari, Agrofacil, Alcofrac, Química Epsilon y Baterías Champion, con la misma metodología violenta”.
¿Cuál es el motivo del conflicto? Walter Cividino, de 50 años, dueño de Química Rame, una pyme dedicada a la comercialización y a la fabricación de productos químicos que está ubicada en Villa Luzuriaga, partido de La Matanza, decidió bajar las persianas la semana pasada por un bloqueo sindical que, según dijo, le impedía trabajar: el origen de todo fue la pretensión del sindicato que conduce Aveiro de disputarle al gremio de Romero la afiliación de 10 de los 29 empleados.
El empresario, que pidió al Ministerio de Trabajo que determine la validez o no del reclamo, denunció que desde entonces una decena de trabajadores comenzó un bloqueo en la puerta de la pyme, en Camino de Cintura al 1000, que incluyó activistas en actitud intimidatoria, bombos, redoblantes, neumáticos quemados, pintadas y pancartas, además de insultos y agresiones.
Aveiro afirmó que las acusaciones son una “mentira” de Cividino y que esas actitudes violentas “no son parte del estilo del gremio”. Incluso negó que en la pyme de Villa Luzuriaga exista un conflicto intersindical: “No lo es porque el 100% de los trabajadores (de Química Rame) están afiliados desde hace aproximadamente un año a nuestro gremio y se desafiliaron hace mucho tiempo del sindicato de Monte Grande, que según el dueño de la empresa es el más representativo. El otro sindicato no presentó un reclamo en el Ministerio de Trabajo ni en ningún lugar. El problema es que el dueño de la empresa no quiere reconocer el convenio colectivo que se firmó y homologó en julio, y pretende aplicar el convenio del otro gremio que no tiene personería”.
Desde la empresa, su abogada Florencia Arietto también salió al cruce de las declaraciones de Aveiro: “Ante la existencia del bloqueo sistemático del sindicato y el impedimento de poder trabajar para la empresa, se realizó una denuncia penal que recayó en la UFI 3 de La Matanza y el Juzgado de Garantías Nº 2, que estaban de turno. Más allá de presentar la denuncia por el bloqueo, que es coacción, privación ilegítima de la libertad, turbación de la propiedad, tentativa de extorsión y todos los delitos penales cuando se comete una medida de esta envergadura, presentamos la figura del particular damnificado, que es acreditar ante el fiscal y el juez que somos víctimas de ese delito. Y el Juzgado de Garantías Nº 2 nos concedió esa figura del particular damnificado, que determina que existió un delito, por eso se abre una causa y ahora hay que identificar a los autores y determinar el rol de cada uno para avanzar en las indagatorias, en el juicio oral y en una eventual condena”.
Mientras los dirigentes gremiales discrepan sobre el bloqueo y la existencia de un conflicto entre dos sindicatos que se disputan afiliados, Química Rame sigue cerrada y su futuro parece incierto, aunque hay tratativas que se iniciaron y que podrían abrir el camino hacia una solución.
Por un lado, funcionarios de la Municipalidad de La Matanza se pusieron en contacto con la empresa para “mantener una mesa de diálogo”, ya que, según fuentes de la comuna que encabeza Fernando Espinoza, “el objetivo es llegar a un acuerdo y que la pyme no cierre”.
Además, el viceministro de Trabajo de la Nación, Marcelo Bellotti, recibió este mediodía a empleados de Química Oeste que habían pedido una audiencia porque quieren “preservar las fuentes de trabajo” y consideran que el bloqueo sindical “quebranta y viola” sus derechos laborales, según afirman en la nota que presentaron en la mesa de entradas de la cartera laboral.
En la reunión, por cuestiones de protocolo sanitario, concurrieron dos empleados en representación de un total de 15 que no adhirieron al bloqueo, que también plantearon su preocupación por la posibilidad de que si reabre la pyme persista el conflicto con el sindicato de Aveiro e impacte en una empresa que maneja insumos químicos y debe extremar los recaudos en materia de seguridad.
Para graficar el enfrentamiento entre los dos sindicalistas que se pelean en Química Oeste, se reproducen a continuación algunas sugestivas definiciones de ambos sobre este conflicto:
Aveiro: “Quiero desmentir el tema del bloqueo. Lo tenemos probado en fiscalía. Todavía no se resolvió la causa y por eso el dueño aparece en la tele llorando, diciendo que la justicia no le da bola. Porque no hay un bloqueo comprobado. Nuestro gremio no tiene historia de bloqueos, no tiene una sola resolución en contra de la justicia por bloqueos y mucho menos por tomar fábricas. Cuando levantaron la medida, a los compañeros no los dejaron entrar a trabajar. Por eso les llegaron telegramas de despido. Ahí queda expuesta cuál es la estrategia: criminalizar trabajadores. Como no se logró sacar a esta gente que hacía una medida legítima en la puerta, que nada tiene que ver con un bloqueo, se asesoró a la empresa para que cierre las puertas y deje a más de 20 familias en la calle”.
Romero: “Sí, hubo un bloqueo en Química Rame porque tengo las imágenes. Los trabajadores filmaron todo y me lo pasaron. No sé si hubo amenazas y agresiones. Eso lo dijo el empresario y le creo porque eso mismo le hicieron a otras empresas como Callegari, Agrofacil, Alcofrac, Química Epsilon y Baterías Champion, con la misma metodología violenta”.
Aveiro (sobre los videos que demuestran que para la empresa era imposible trabajar con normalidad con 15 personas en la puerta con bombos, redoblantes y neumáticos en llamas): “Yo entiendo que puede perjudicar todo el folklore del reclamo gremial, pero no hay otra manera de hacerlo. Esto de los bombos y un poco de ruido es el folklore que ves acá y en los reclamos de todo el mundo. Nunca avalamos (un bloqueo) y si alguna vez vemos un reclamo así de alguno de los compañeros, nosotros mismos corregimos esa situación. Acá no se agrede a nadie, no hay bloqueos, no hay delito cometido. En eso somos muy cuidadosos desde hace mucho tiempo porque vemos que a veces ese accionar genera una imagen que termina dañando a los trabajadores. Hacer un bloqueo es perjudicial porque no resuelve el problema. Cuando tengo el 100% de los afiliados que deciden democráticamente a través de las asambleas ir a una medida, no hace falta ningún bloqueo porque ellos mismos dejan de trabajar sin bloquear ninguna puerta ni acceso.
Romero: “Esta gente (por la organización que lidera Aveiro) roba afiliados de otros gremios. Lo hizo con los sindicatos de San Martín, de Pilar, de Florencio Varela. También avanzaron ahí, pero siempre perdieron porque tienen esa manera agresiva de bloquear todo y llega un momento en que el compañero se da cuenta de que esa no es la forma. No hay que ser violento sino inteligente”.
Aveiro: “No hacemos bloqueos porque se nos vuelven en contra. Por el tema de la propiedad privada con los bloqueos te terminan metiendo preso a algún compañero. Pero si tenés al 100% de los afiliados, no necesitás ningún bloqueo. Yo no quiero tener compañeros presos. Aunque resulte un poco antipático para algunos compañeros del movimiento obrero, no bloqueamos y estamos en contra de las tomas. Lo dije siempre públicamente e incluso en congresos y en asambleas”.
Romero: “¿Los bloqueos como método de protesta? No me manejo de esa manera, tengo otros métodos. Una situación gremial de ese tipo pone en riesgo a los trabajadores, que se pueden quedar sin trabajo. Aveiro dice que no bloqueó a Química Oeste porque no fue (a la empresa)”.
Tampoco hubo acuerdo en la caracterización del conflicto en la pyme de Villa Luzuriaga: ¿es o no un conflicto intersindical? Según Aveiro, “no es así” y explicó: “Los muchachos estuvieron afiliados en su momento (al gremio de Romero), pero fue una afiliación realizada por la empresa a partir de la buena relación con él. En siete años, los compañeros no vieron nunca al representante de ese sindicato y se cansaron de llamar por teléfono y de denunciar un montón de cosas, como, por ejemplo, que tienen un solo baño para más de 20 personas. El 100 % de los trabajadores están afiliados desde hace aproximadamente un año a nuestro gremio. El problema es que que el dueño de la empresa no quiere reconocer el convenio que se firmó y homologó en julio, y pretende aplicar el convenio del otro gremio que no tiene personería. En nuestro país se aplican los convenios colectivos del sindicato que tiene personería. Y nuestro sindicato es el más representativo”.
Para Romero, en cambio, lo que destacó Aveiro no es cierto: “Los afiliados son nuestros desde 2012. Teníamos a seis de los diez despedidos por este movimiento absurdo y a 15 compañeros más que están adentro, la gran mayoría administrativos. Ellos afiliaron a cuatro y después a seis más. Con eso intentaron hacer una comisión interna, pero no les da la antigüedad. No es un conflicto conmigo. Es un conflicto de él con nuestra federación. Y ahora pretenden que todas las empresas se pasen al convenio trucho, como fue declarado por la Justicia. Lo único que lograron es que Química Rame cierre”.
Moderado, Romero resaltó: “No tengo ningún problema con la empresa. Es una pyme muy responsable, muy buena con respecto a los trabajadores, cumple el pago que les corresponde de acuerdo con el convenio colectivo que logramos año tras año. Pagó bonos de 33 lucas, las vacaciones, el aguinaldo. Ahora dijo que cerraba por reestructuración, pero nos reuniremos para ver cómo lo solucionamos. Los sindicalistas tenemos que ser más inteligentes. En algún momento tenemos que hacer alguna manifestación, pero para eso salimos a la calle, tocamos los bombos y le decimos al gobierno qué estamos queriendo. Sé lo que el trabajador necesita para llevar a su casa”.
En la otra vereda, Aveiro sostuvo: “Hay algo fundamental para destrabar, no hay ganadores o perdedores. Acá tiene que triunfar el trabajo y la empresa tiene que seguir trabajando y con el esfuerzo de ambas partes. Si hay cosas que no se pueden resolver ahora, estamos dispuestos a darle más tiempo a la empresa. No soy un dirigente de prender fuego las empresas. Entiendo muy bien que yo sigo siendo secretario general, pero los que se quedan en la calle son los trabajadores”.
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