El Consejo de la Magistratura aprobó este martes un nuevo reglamento para elegir a una jueza federal de primera instancia que integre el organismo, de cara a la nueva-vieja composición que obligó el fallo de la Corte Suprema de Justicia dictado a fines de diciembre. Sin embargo, se complicó la posibilidad de avanzar con un criterio único para convocar a elecciones en el ámbito de los abogados y volverán a reunirse en los próximos días. En lo que sí se pusieron de acuerdo en que también serán dos mujeres las que se sumen antes del 15 de abril.
La reunión de la comisión de reglamento y de Plenario duró más de tres horas. Algunos estuvieron presentes en la sede del Consejo y otros conectados vía zoom. Por eso la reunión no quedó exenta de los problemas que estaban viviendo más de 700 mil usuarios del Gran Buenos Aires. A tres de los consejeros se les cortó la luz y tuvieron complicaciones para poder conectarse.
Para lo que sirvió, de todas maneras, la reunión fue para volver a criticar a la Corte Suprema por el fallo que dictó a mediados de diciembre: allí se estableció que la reforma al Consejo de la Magistratura, que impulsó Cristina Kirchner como legisladora en 2006, era inconstitucional porque no respetaba el equilibrio entre los distintos representantes del organismo. Así las cosas, el Consejo que hoy tiene 13 miembros debía volver a la vieja composición de 20 integrantes o el Congreso debía votar una nueva ley con una composición que respete el espíritu original. El Gobierno se apuró a mandar un proyecto de ley con 17 integrantes antes de leer el fallo. El problema está en el tic-tac que puso la Corte al cumplimiento del fallo: 120 días corridos, por lo que si para el 15 de abril el Consejo no se adaptó –con ley nueva o integración original- todos los actos que dicte serán nulos.
“La Corte se equivocó”, dijo en tres oportunidades el presidente del Consejo Diego Molea. Habló de las complicaciones de llevar adelante las elecciones del sector de jueces y abogados con 100 contagios de covid por día. También se quejó porque cuando todos los integrantes del Consejo juraron en 2018 ante el máximo tribunal su nombramiento la Corte ya tenía en sus manos el análisis del fallo y sin embargo no hicieron ninguna salvedad sobre la cuestión. Y cuestionó que no se pudiera nombrar un juez que hubiera salido segundo en las elecciones de 2018, en vez de tener que convocar ahora a sufragios para un cargo por seis meses.
“No fuimos parte, lo miramos desde afuera. No me gustó el fallo de la Corte –insistió el juez Leopoldo Lugones-. Los 120 días son un error”. Sin embargo, no coincidió con la propuesta de la elección pasada porque hay entre un 30 o 40 por ciento de jueces del padrón nuevos que deberán pronunciarse ahora.
La Asociación de Magistrados había establecido que el nuevo integrante a sumarse a los otros tres que ya forman el Consejo debía ser una mujer de primera instancia. El diputado del PRO Pablo Tonelli advirtió la posibilidad de futuros cuestionamientos sobre la potestad del Consejo para poner ese condicionamiento de género, más allá de aclarar que a él le parecía bien que fuera una mujer. Fue entonces cuando todos terminaron hablando de que la cuestión de género era una de las banderas de este Consejo y no iban a abandonarlas.
“Si bien el reglamento no dice que se puede, tampoco dice que no se puede. No es un capricho de una facción política”, dijo la diputada Graciela Camaño. “Reclamamos la misma mirada a todos los estamentos de este Consejo y no le tengamos miedo a los reclamos”.
A su turno, el representante del Ejecutivo Gerónimo Ustarroz intervino diciendo que estaba claro que había un acompañamiento a que la futura integrante en nombre de los jueces sea una mujer. “Más allá de alguno pueda ver afectados sus derechos masculinos”, dijo mientras la diputada Vanesa Siley, a cargo de la reunión, se tapaba la boca riéndose.
Fue el momento entonces de pasar a discutir la cuestión más conflictiva: el cambio de reglamento para la elección de dos nuevos representantes en nombre de los abogados. Hoy los actuales integrantes por ese rubro son Diego Marías y Carlos Matterson. La ola de debate sobre la inclusión femenina para las ternas terminó imponiendo entonces que las dos integrantes que se sumen también sean mujeres.
En lo que no fue fácil coincidir fue en cómo se llevarán adelante esas elecciones, teniendo en cuenta los cuestionamientos e imposibilidades que argumentaron el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal y la Federación Argentina del Colegio de Abogados. Por eso se decidió volver a contactar a esas entidades y fijar una nueva reunión en los próximos días con la intención de aprobar un reglamento que pueda organizar una elección en medio de la pandemia.
Todavía queda por resolver cómo se integrarán los futuros miembros: uno más por el mundo académico y dos más por el Poder Legislativo (uno por el Senado y el otro por Diputados, en representación de la segunda minoría). Sin embargo para esa decisión no es necesario convocar a elecciones y puede surgir de acuerdos políticos. El único cargo que no está en discusión de elección es el del último integrante: según la vieja ley que había sido derogada y ahora volvió al ruedo, el cargo lo ocupa el presidente de la Corte Suprema, hoy en manos de Horacio Rosatti.
El Consejo ya le envió una nota al presidente de la Nación, Alberto Fernández, para que convoque a sesiones extraordinarias para que el Parlamento discuta una ley que reforme el Consejo También le informó a Cristina Kirchner y a Sergio Massa, titulares del Senado y de Diputados, sobre la situación que atraviesa el organismo. Allí la complicación está en que oficialismo y oposición pueda acordar. Hasta ahora, todas las iniciativas de reformas oficiales en materia judicial fracasaron a la hora de convertirse en ley.
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