Alberto Fernández vio concretada luego de este mediodía una de sus mayores ambiciones desde que se instaló como presidente en Balcarce 50. Su designación al frente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que muestra su primera victoria de peso en el terreno de la diplomacia.
A las 10.27, el canciller mexicano; Marcelo Ebrard, había anunciado a todos los representantes diplomáticos presentes en el Palacio San Martín, sede del ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país, que Argentina recibirá la presidencia del foro durante 2022 ya que se había alcanzado el consenso necesario entre los 32 países. Y pasadas las 13.30, el presidente Fernández llegó al lugar para su asunción.
Dio un corto discurso en el que dijo que espera que la CELAC sea “capaz de articular diálogos y consensos” y que intentará “hacer cumplir a cada uno de los países las decisiones que tomamos. Creo que somos parte de una patria grande que nos une a pesar de que muchos intentan separarnos y someternos”.
Recordó luego la “desigualdad en democracia” que afecta al continente y “al Grupo Contadora y al Grupo de Río” como los antecedentes de la creación de la CELAC.
“La CELAC no nació para oponerse a nadie, ni para inmiscuirse en la vida política de ningún país. Nació para defendernos a nosotros mismos”, aseguró el Presidente de la Nación.
“Nos preocupa mucho el cambio climático sobre todo en nuestra América insular y del Caribe”, continuó. “No hay límites para la integración, nos apoyaremos en los consensos y habrá respeto por la diversidad”, cerró su alocución, que fue coronada por un aplauso generalizado.
Las deliberaciones de los cancilleres de 32 de los 33 países que integran este foro regional que compite con la Organización de Estados Unidos (OEA) en la mirada crítica sobre distintas situaciones políticas del continente habían comenzado en la sede de la Cancillería argentina, en el Palacio San Martín, a las 10.05. Está ausente Brasil, que desde que asumió Jair Bolsonaro como jefe de Estado, decidió autoexcluirse y no envió a ningún delegado. Desde su creación tampoco la integran ni Estados Unidos, ni Canadá.
Antes de las exposiciones de los ministros y ministras que participan en el foro se realizó en el patio del Palacio la tradicional “foto de familia”.
Gracias al trabajo conjunto que encararon el canciller argentino, Santiago Cafiero, y su par mexicano, Marcelo Ebrard, fue que se llegó a este resultado de Argentina a cargo de la presidencia, tras la postergación que sufrió el traspaso el 18 de septiembre cuando Felipe Solá había sido desplazado de su cargo como ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Alberto Fernández.
Debieron sortear, además, la resistencia de Nicaragua, que a través de Daniel Ortega se opuso hasta hace unos días a la candidatura de Fernández. El retiro de los embajadores de ambos países de Managua provocó un enojo mayúsculo en el mandatario nicaragüense que finalmente quedó superado después de arduas negociaciones.
La CELAC, concebida por el venezolano Hugo Chávez en 2011 con el objetivo de criticar la política de injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de los países de la región, es el vehículo que tanto Nicaragua, como Cuba y Venezuela, cuestionados por el gobierno de Joseph Biden y sus aliados por las violaciones a los derechos humanos y la falta de apego a la democracia, utilizan como defensa ante la comunidad internacional.
Luego de la tradicional “foto de familia” en la sesión plenaria cuya apertura estuvo a cargo de Cafiero, continuó con un discurso de su par mexicano, quien hará un informe de gestión sobre la Presidencia Pro Témpore (PPT) de México en el período 2020-2021 (se prorrogó por más de un año debido a la situación pandémica).
Ebrard destacó que durante la presidencia mexicana se avanzó “en la producción conjunta de vacunas con Argentina que permitió la donación de dosis a distintos países de la región” y también la “creación de una agencia espacial junto a otros 18 países”.
Resaltó, además, que se restableció el diálogo entre la CELAC y la Unión Europea (UE) “que permitirá con Estados Unidos avanzar hacia otro organismo en América Latina y el Caribe. Dependerá de la fuerza que tengamos en conjunto”. Y aseguró que “le daremos respaldo en las negociaciones argentinas ante el FMI”.
Cafiero agradeció la designación de parte de Ebrard y destacó que este foro será “a medida de la región, una región en paz”. Dijo que se apostará “a un profundo respeto por el otro” en cada una de las discusiones y que el camino correcto “es el de la integración”.
Luego expuso los 15 puntos que se intentarán desarrollar durante el mandato de Argentina al frente de la CELAC. Y resaltó que “este foro no nació para competir con nadie, surgió de las entrañas de los pueblos con la necesidad de unirse”.
A continuación la presidente de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), Alicia Bárcena, mediante un mensaje grabado saludó la decisión adoptada y el respaldo a las acciones que se desarrollarán en el futuro inmediato.
Más tarde fue el turno de cada uno de los cancilleres, quienes hablaron durante 5 minutos cada uno como máximo. La mayoría destacó en sus discursos los desafíos que implica la pandemia en la región y la necesidad de un reparto más equitativo de las vacunas en los países más pobres.
Uno de los que salió del molde fue el canciller nicaragüense, Denis Moncada. Respaldó el reclamo argentino por la soberanía en las Islas Malvinas. Condenó el bloqueo estadounidense a Cuba, dijo que la lucha por los Derechos Humanos debe darse “en todos los rincones del mundo”, apuntó contra “la injusticia del capitalismo salvaje”, repasó las denuncias en la OEA sobre bloqueos y medidas adoptadas “contra Cuba, Nicaragua y Venezuela” y pidió el fin de las “agresiones imperialistas”. Obviamente todos los dardos apuntaron a Estados Unidos.
El cubano Bruno Rodríguez, minutos antes, había marcado el apoyo de su país a las negociaciones de nuestro país de la deuda externa a la que calificó como “fraudulenta e ilegal”. Llamó después a obtener una región “unida y solidaria” apoyándose en “la paz, la independencia, la igualdad soberana y la justicia social”.
También el venezolano Félix Plasencia se ocupó de remarcar el “bloqueo y la persecución” a los que está expuesto su país, habló de “desigualdades acentuadas” en América Latina y solicitó el “cese de esas medidas coercitivas” y que “sumemos fuerzas ante el recrudecimiento de los bloqueos a países incluidos” en el foro regional.
A diferencia de la cumbre de Cumbre de Presidente de la CELAC realizada el 18 de septiembre en el Palacio Nacional de la Ciudad de México, no había cruces duros en las exposiciones hasta que llegó el turno de la viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia, María Carmelina Londoño. En aquella oportunidad habían existido fuertes diferencias entre Cuba y Uruguay y también entre Venezuela y Colombia. La intervención de Uruguay, a través de Francisco Bustillo, en esta ocasión fue una de las más breves, sin referencia a violaciones a los derechos humanos y haciendo hincapié en la urgencia por encontrar “oportunidades extrarregionales” a nivel económico.
Pero Londoño eligió el tono confrontativo y manifestó que la CELAC no debía tener “silencios oportunistas frente a valores como la defensa de la democracia, los derechos humanos y las libertades”. Reivindicó la vigencia de la OEA y reclamó coherencia y credibilidad al bloque “porque hay al menos en tres países (en referencia a Cuba, Nicaragua y Venezuela) donde hay sometimiento a torturas, detenciones arbitrarias” y alteración de la democracia.
Londoño pidió, además, que respetando compromisos de 2011 se “suspenda” dentro del organismo a las naciones “donde no estén garantizadas las libertades” y donde haya “ruptura del orden democrático o negado el derecho de expresión”.
Según lo previsto, una vez finalizada la sesión plenaria, Cafiero y Ebrard ofrecerán una breve exposición ante la prensa en el patio central del Palacio San Martín, en la que informarán sobre los resultados de la sesión plenaria.
“Trabajar con 32 países es un compromiso porque, como se ve, no empezamos de cero. Y porque no tenemos una visión idílica de la realidad. Estamos orgullosos de nuestra identidad plural, de nuestra construcción diversa, pero al mismo tiempo somos conscientes de que nuestro gran problema es la profunda injusticia social que vivimos y nuestro gran desafío es cooperar fraternalmente para mitigarla hasta que se convierta en un resabio marginal. La mayor igualdad no solo es un imperativo moral. Es un instrumento de desarrollo y bienestar”, había manifestado Cafiero en una columna de opinión que se publicó en la página web de Télam, la agencia de noticias oficial.
El canciller también expresó allí que “conceptos como ‘diálogo’ o ‘cooperación’ no aluden simplemente a la naturaleza de la CELAC, que es un foro y no un bloque o un mercado común, y por eso funciona mediante el consenso. En un mundo fragmentado, el diálogo es una herramienta imprescindible para alumbrar nuevas ideas y ganar capacidad negociadora. También, naturalmente, para tender puentes hacia países o foros extrarregionales”.
En la Casa Rosada, en su habitual conferencia semanal que ofrece los jueves, la Portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, sostuvo que “Argentina puede ser un interlocutor válido en la región que debe fortalecerse. Ha sido elegida como sede de la CELAC porque es valorada la posibilidad que tiene de dialogar y consensuar con todos los actores de la región”.
También para espantar dudas dijo que la presencia en la Cumbre de Cuba, Nicaragua y Venezuela no perjudicará la relación bilateral con Estados Unidos, en medio de las negociaciones para refinanciar el último préstamo que el FMI le otorgó a nuestro país. “Sería importante que todos los países del mundo entiendan que fortalecer una región fortalece al mundo entero. Las relaciones de Argentina con los Estados Unidos son excelentes y van a continuar siéndolo”, acotó.
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