La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, criticó hoy al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por su ausencia en el encuentro de ayer, encabezado por Alberto Fernández, en el que el ministro de Economía, Martín Guzmán, explicó a los gobernadores la negociación con el FMI por la deuda, y aseguró que “privilegia su posición en la interna de Juntos por el Cambio antes que los intereses de los argentinos”.
“No nos llama la atención que no haya venido; como él se lo expresó al Presidente, no puede participar de este tipo de reuniones porque después tiene problemas internos dentro de su alianza”, señaló, y amplió: “Larreta fue invitado ayer, como ha sido invitado a otras reuniones, por eso sabemos que su respuesta es que no puede participar de actividades con el gobierno nacional, aunque quisiera, por que esto le complica su interna, por eso decimos que privilegia su interna frente a los asuntos de Estado”.
El martes, un día antes de la convocatoria del Gobierno, Rodríguez Larreta argumentó su negativa a participar: “Desde Juntos por el Cambio ratificamos la vocación de colaborar con la Argentina en la negociación; el compromiso está, siempre estuvo. Pero entendemos que así, como está planteada, es mucho más una reunión política que una reunión de trabajo institucional. El ámbito de diálogo es el Congreso”, señaló.
Este es un motivo que esgrimió el mandatario porteño, que se suma al conflicto -en etapa judicial- que mantiene con el gobierno nacional por la quita de un porcentaje de la coparticipación federal que recibía la ciudad de Buenos Aires en plena pandemia.
Una posición distinta a Larreta manifestó, ayer, otro dirigente importante de Juntos por el Cambio como el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. “La deuda la contrajimos nosotros, lo menos que podemos hacer es ir a escuchar a Martín Guzmán”, considero el dirigente radical.
Cerruti, en la conferencia de prensa semanal, destacó esta postura, en contraste al movimiento político de Rodríguez Larreta. “Nos parece muy importante la postura del gobernador Morales, que habla de sensatez política en el sentido de hacerse cargo de que fue el gobierno (de Cambiemos) que contrajo esta deuda que nosotros hoy estamos intentando solucionar y que por lo menos hay que prestarse a una conversación”.
La polémica reunión informativa sobre las negociaciones con el FMI se realizó ayer en la Casa Rosada. Participaron gobernadores del oficialismo y los radicales Morales, Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza), enviaron delegados que se limitaron a escuchar, sin hacer acotaciones ni preguntas.
El encuentro empezó a las 17.35 en el Museo del Bicentenario, en el subsuelo de la Casa de Gobierno. Alberto Fernández fue el encargado de dar apertura, con breves palabras. El Primer Mandatario lanzó algunas críticas leves de la toma de deuda durante la administración de Mauricio Macri, y enfatizó en las expresiones a favor de “solucionar de manera sostenible el problema de la deuda”. También aclaró que cualquier posibilidad de un “ajuste” está “desterrada”.
Luego fue el turno del ministro Guzmán, que durante una hora brindó una explicación técnica sobre el origen de la deuda y las complicaciones para pagarla en los tiempos previstos en el programa de 2018.
Los escuchaban atentos, sentados en dos largas mesas, 15 gobernadores del oficialismo y 10 vicegobernadores o ministros de Economía, enviados tanto por gobiernos aliados del Frente de Todos como por opositores.
El encuentro había sido anunciado días antes de Año Nuevo por Guzmán, durante la reunión realizada también en la Casa Rosada con los gobernadores por la firma del Consenso Fiscal. Al final del encuentro, el Presidente cerró con un mensaje de unidad, aunque ratificó sus críticas al gobierno de Macri por la herencia de la deuda.
“Hubiera querido recibir un país sin esta deuda. Esto no se tuvo en cuenta en el momento en que se tomó y a nosotros nos votaron para solucionar el problema. Queremos que la Argentina no vea dificultado su crecimiento por favorecer a acreedores externos. Con este objetivo seguiremos trabajando. Si nos ven unidos, vamos a llevar tranquilidad a cada argentino”, enfatizó.
También agradeció a los gobiernos opositores que participaron: “Esto no era un acto partidario, era un acto con el sentido real de que esto sea una política de Estado que asumamos entre todos, unidos con la vocación real de que los acuerdos que logremos sean lo menos pesados para el pueblo argentino. Ese es el sentido de esta reunión”.
Ayer, fue una respuesta cuasi directa al jefe de gobierno porteño, que había desestimado el encuentro por considerarlo más partidario que institucional.
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