Corrían los últimos días de 2021 y una nueva grieta se abrió en la tensa relación entre la Unión Industrial Argentina y el Gobierno. El motivo era la firma del nuevo Consenso Fiscal con los gobernadores, que la UIA rechazó de plano al advertir que un incremento de la presión impositiva que generaría efectos adversos en el sector productivo. Hoy, Estado y privados se sentaron a discutir los puntos más polémicos y acercar posiciones. En principio, decidieron crear una mesa de trabajo que se reunirá periódicamente para revisar, durante el año, la política tributaria.
Después de los chispazos de fin de año por el Consenso Fiscal, este mediodía la secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, Silvina Batakis, recibió en una reunión virtual desde la Casa Rosada al titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, y varios representantes del sector. Buscaron limar asperezas una semana después de la cumbre por la firma del acuerdo que se celebró en la Casa Rosada con Alberto Fernández, todos los gobernadores -excepto el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta- y el ministro Eduardo “Wado” de Pedro.
El principal motivo de descontento de la UIA sobre el nuevo acuerdo impositivo con las provincias era por el tope de Ingresos Brutos. El Consenso Fiscal de 2017 -impulsado por el gobierno de Mauricio Macri- había prometido reducir la alícuota a cero para 2022 y los empresarios esperaban que se cumplieran los objetivos entonces pautados.
“El Consenso Fiscal para 2022, que el Poder Ejecutivo Nacional pondrá a consideración de los gobernadores hoy por la tarde, genera enorme preocupación en el sector industrial debido a que incrementa la presión tributaria en el sector productivo al eliminar la reducción progresiva de ingresos brutos establecida originalmente en el año 2017″, había expresado a través de un comunicado, la semana pasada, la UIA.
Hoy, Batakis escuchó los cuestionamientos de los industriales y les transmitió la opinión de que aquella meta era “utópica”. “Ese impuesto es el principal ingreso provincial, no había forma de reducirlo de esa forma”, les dijo. Y adelantó que no se tocará. De todas formas, la funcionaria se comprometió a crear una dinámica de reuniones -que se realizarían cada dos meses- para revisar de manera conjunta la política tributaria. “Nos van a acercar propuestas y nosotros las evaluaremos”, dijeron en el Gobierno.
Los industriales estuvieron de acuerdo. Quieren debatir Ingresos Brutos, rebajas en las tasas municipales y la implementación de políticas de aliento a la formalización de la política tributaria. “Muchas pymes son emprendimientos familiares y muchas veces tienen problemas para acceder a un sistema cada vez más complejo. La burocracia desincentiva la formalidad y la equidad en el sector”, explicaron fuentes empresariales en diálogo con Infobae. Los industriales se basarán, para las propuestas que presentarán en la primera reunión, en una serie de estudios que vienen realizando desde la UIA. Por ahora no se brindaron detalles sobre los porcentajes y las medidas específicas a las que aspiran.
Este mediodía estuvo sobre la mesa de discusión, también, el polémico Impuesto a la Herencia que introdujo el nuevo Consenso y que fue motivo de rechazo en la oposición de Juntos por el Cambio y los propios industriales. “En lugar de crear nuevos impuestos, debería pensarse en incentivos para el tema tributario pensando en las inversiones y las exportaciones”, dijo esta tarde una fuente del sector privado al tanto de lo conversado hoy. Desde el Gobierno insistieron en que cada provincia puede o no implementar la cobranza de ese impuesto y defendieron nuevamente el Consenso Fiscal como el aporte de un marco de “seguridad jurídica” a las provincias.
En la mesa conjunta -cuya fecha de inicio y dinámica de trabajo se establecerá en los próximos días- el Gobierno proyecta modificar aspectos de la administración tributaria, incluyendo los regímenes de percepción y retención, y los saldos a favor.
“Se habló sobre las alícuotas de ingresos brutos efectivas, los diversos criterios de los regímenes de recaudación, retención y percepción de ingresos brutos, saldos técnicos a favor, coeficientes unificados, y el aumento de impuestos y tasas municipales que quedaron fuera del consenso”, informaron desde la UIA.
“Vamos a simplificar el pago tributario en el sentido de los avances que tuvimos estos dos años. La idea es aceptar las propuestas que tengan, para luego intentar incorporarlas en cada jurisdicción a través de la Comisión Arbitral y de cada fisco”, detallaron fuentes oficiales.
Más allá de los aspectos técnicos, la Casa Rosada necesita del apoyo del sector productivo en el marco de las dificultosas negociaciones con el FMI por el refinanciamiento de la deuda externa. El día del anuncio del nuevo Consenso Fiscal, el Presidente utilizó el acto con todos los gobernadores como una señal de acuerdo interno frente al organismo. Ahora sumó a los industriales a la mesa de discusión. Desde el Gobierno como en la entidad que agrupa a los privados dijeron que la reunión fue “productiva”. Los industriales, en general desconfiados de la administración nacional, también la calificaron como “positiva”. Verán en los próximos meses si sus planteos y las conversaciones se plasman en medidas concretas.
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