Luego de la tragedia en Palermo ocurrida ayer, domingo, donde José Carlos Olaya González atropelló a un grupo de ciclistas y mató a Marcela Claudia Bimonte, el gobierno porteño planteó la necesidad de reformar las leyes y endurecer las sanciones para los asesinos al volante.
“Esto no puede ser un homicidio culposo”, planteó el ministro de Justicia y Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, con relación a la situación legal de Olaya González. “Habrá un replanteo de las medidas de seguridad en ese lugar, pero no deberían pasar estas cosas; tienen que estar las medidas de seguridad acordes para que la gente pueda disfrutar del espacio público, pero lo que tenemos que tener es una reforma legislativa, donde estos hechos sean reprimidos desde la ley de tal circunstancia para que esto no ocurra”, agregó el funcionario en radio Mitre.
Dentro del vehículo de Olaya González había varias botellas de alcohol. Se presumía que el exceso de bebidas era una de las principales razones con la que el asesino se justificó a si mismo su conducta criminal de embestir a las personas y huir sin siquiera prestar asistencia a los heridos. Tras ser detenido y sometido al test de alcoholemia, el resultado fue negativo. No obstante, fuentes policiales confirmaron a Infobae que los resultados de narcotest corroboraron que sí consumió marihuana antes de manejar.
“A uno de los de la camioneta (que lo ayudó a escapar del lugar) le dio positivo de alcoholemia y a él le dio narcotest”, añadió D’Alessandro. Con esta confirmación, resta saber si la Justicia lo incorporará como agravante en la acusación.
Por la tarde, cuando todo hacía pensar que el hombre se encontraba bajo los efectos del alcohol, el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Pablo Martínez Carignano, adelantó que pedirían cambiar la calificación a homicidio doloso.
“Esto no fue un accidente. Fue un homicidio. Manejar borracho, matar y huir no puede terminar en una pena en suspenso porque ‘no hubo intención’. Vamos a pedir que se califique como homicidio doloso, con una pena de 8 a 25 años”, expresó a través de su cuenta de Twitter.
Cámaras de seguridad de la zona captaron el momento en que el conductor del Ford Focus se despista de la calle, sube a la bicisenda, atropella a los ciclistas y runners, y luego se da a la fuga. Pero primero -con total indiferencia y frialdad- tomó algunas de sus pertenencias del auto y se alejó caminando hasta subirse a una camioneta Jeep de color negro con la que huyó del lugar. Más tarde fue detenido en Avellaneda.
También fueron apresados las tres personas que lo acompañaban: Patricio Daniel Valiente, de 30 años; Lucio Valiente, de 20; y Fernando Ezequiel Escobar, de 29 años.
La causa quedó a cargo de la Unidad de Flagrancia Norte a cargo de la Dra. Natalia Pla, Secretaria a cargo de la Dra. Laura Solano. Olaya González quedó imputado por homicidio culposo y los otros tres ocupantes de la camioneta por encubrimiento.
En cuanto a la normativa vigente, la Agencia Nacional de Seguridad Vial presentó un proyecto que actualmente está en la Comisión de Legislación Penal que crea la figura del homicidio vial y la equipara con el homicidio simple, que tiene una pena que va de 8 a 25 años, mientras que el culposo va de 3 a 6 y casi nunca es de cumplimiento efectivo.
“Hoy en la Argentina matar a alguien con un vehículo es muy barato, casi gratis, y no importan los agravantes. La legislación los considera como casos de poca monta. Pero los siniestros viales son la principal causa de muerte de menores de 35 años. Me desespera que entremos a un nuevo año con leyes viejas”, señaló Martínez Carignano.
“El gran problema del código penal argentino -explicó el funcionario- es que hay dos tipos de acciones: las dolosas, o voluntarias, deliberadas, y luego todo el universo de los tipos culposos, imprudencia, impericia, negligencia… es decir, esos en los que se considera que el autor no quiere el resultado”.
Y completó: “Pero hay situaciones en las que se está en el límite y no lo puede resolver el derecho penal. Si la persona consumió alcohol, maneja a toda velocidad, busca impunidad, huye, contacta gente para que lo ayude a eludir a la autoridad, etc. ¿se puede decir que fue sin querer?”.
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