Un total de $483.000 millones en impuestos al año es lo que están perdiendo de cobrar los países debido a empresas multinacionales e individuos, que mantienen activos e ingresos en el extranjero. El monto habría cubierto el costo de vacunar contra el COVID-19 en forma completa a toda la población mundial más de tres veces.
En Argentina, la pérdida fiscal anual total supera los USD 1.255 millones, equivalente a un 2% del PBI. De este monto, casi USD 957 millones corresponden a compañías, y otros USD 299 millones a la riqueza financiera de argentinos ubicada fuera del país. Con esta cifra de dinero, el país podría adquirir 73 millones de vacunas contra el COVID-19 a través del fondo COVAX.
En la operatoria por parte de empresas y ciudadanos argentinos el canal comercial elegido está constituido por carteras de inversión en el exterior, y el destino favorito (en el 96,6% de los casos) es Estados Unidos.
Así surge del informe “El Estado de la Justicia Fiscal” que publicó la Alianza Global para la Justicia Fiscal, la Red de Justicia Fiscal (Tax Justice Network), una organización sin fines de lucro con sede central en el Reino Unido, junto con la Federación Sindical Mundial.
La edición 2021 de este trabajo advierte ”cómo un reducido club de países ricos, con control real sobre las normas tributarias mundiales, es el responsable de la mayoría de las pérdidas fiscales sufridas por el resto del mundo, siendo los países de menos ingresos los que más sufren. Estos hallazgos suponen un nuevo aviso para transferir la formulación de las normas tributarias de derecho internacional de la OCDE a las Naciones Unidas”.
“La ONU está comprometida con la justicia fiscal. En su Agenda Común, el secretario general ha exigido una importante reforma de la arquitectura financiera mundial a fin de hacer frente al abuso fiscal y los flujos financieros ilícitos”, señala Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA y Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas
El informe fue elaborado en base a los datos de los distintos países publicados en julio por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre la distribución geográfica de la actividad, los beneficios y los impuestos de las empresas multinacionales, para “demostrar que las corporaciones globales están transfiriendo ganancias por valor de USD 1.19 billones a paraísos fiscales cada año, lo que provoca que los gobiernos de todo el mundo pierdan USD 312.000 millones anuales en ingresos fiscales directos”. Pero los datos publicados por la OCDE – en base a la información proporcionada por las propias multinacionales -, no identifican cuáles son las que no están pagando los impuestos que deberían en sus países de origen.
Otros USD 171.000 millones corresponden a impuestos que dejan de cobrar los estados de personas adineradas, en los países de los que son ciudadanos originalmente.
Al igual que en su primera edición del 2020, “El Estado de la Justicia Fiscal” revela que si bien los países de ingresos más altos dejan de recaudar más impuestos en números absolutos, sus pérdidas fiscales representan una parte menor de sus ingresos (9,7% de sus presupuestos de salud pública). “En comparación, los países de ingresos más bajos pierden colectivamente el equivalente a casi la mitad (48%) de sus presupuestos de salud pública. Los impuestos que pierden los países de menores ingresos bastarían para vacunar al 60%”, destaca el trabajo..
La investigación global de Pandora Papers coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por su sigla en inglés y publicada a partir de octubre pasado por 150 medios de todo el mundo - entre ellos Infobae - mostró que el secreto financiero sigue siendo un rasgo distintivo de las finanzas extraterritoriales. A través de una filtración de casi 12 millones de documentos de 14 proveedores de servicios offshore quedó expuesto cómo cientos de políticos, funcionarios públicos, empresarios, deportistas, artistas y celebridades utilizaron paraísos fiscales para ocultar el verdadero valor de su riqueza y, en algunos casos, pagan menos impuestos de los que debían.
Pandora Papers confirmó que las jurisdicciones opacas - que brindan oportunidades para que los no residentes oculten su identidad y su patrimonio a las autoridades fiscales de su país de origen - atraen un volumen cada vez mayor de activos financieros de personas adineradas, que buscan en muchos casos eludir sus responsabilidades fiscales o blanquear capitales. También, son utilizadas por cárteles de la droga, el crimen organizado y el terrorismo para financiarse, por fuera de los controles estatales establecidos.
Los países que lideran el ranking
El Reino Unido y sus territorios dependientes son responsables de un tercio de las pérdidas fiscales corporativas, de acuerdo al informe. Lo que el informe denomina “eje de la elusión fiscal” -conformado por Gran Bretaña, los Países Bajos, Luxemburgo y Suiza- es responsable de la mitad. En total,las naciones miembros de la OCDE y sus dependencias representan siete de cada diez dólares perdidos. Esto implica que muchos miembros de la OCDE también son algunos de los más afectados, en términos absolutos, según revela la edición 2021 de “El Estado de la Justicia Fiscal”.
Francia, por ejemplo, cuesta cada año a los demás países más de USD 4.600 millones en pérdidas fiscales, pero también perdió más de USD 41.000 millones al año. “Incluso en los países responsables de los niveles más extremos de fraude, son pocos los ciudadanos que se benefician de ello, ya que que casi todas las pérdidas fiscales permitidas por sus gobiernos las acaparan las empresas multinacionales y las personas ricas. Los ciudadanos de estos países suelen sufrir grandes desigualdades, una gran amenaza de corrupción de sus sistemas políticos y las consecuencias documentadas del fenómeno de la “maldición financiera”. Para las organizaciones que elaboraron el informe, “tomar el control de los refugios fiscales de los países miembro de la OCDE supondría grandes beneficios para los habitantes de los países de dentro y fuera de la OCDE”.
Impuestos eludidos y vacunas
La pérdida anual de USD 483.000 millones desviados a paraísos fiscales permitiría financiar el coste de la adquisición y aplicación de dos dosis de la vacuna contra la Covid-19 a toda la población mundial tres veces seguidas, según el informe. Esta pérdida permitiría inocluar contra el coronavirus a 1.000 personas cada segundo. “Los impuestos que los países de rentas bajas dejan de recaudar en un año, por ser transferidos a paraísos fiscales, serían suficientes para vacunar al 60% de sus habitantes, lo que permitiría reducir la desigualdad en los índices de vacunación entre los países de rentas altas y rentas bajas. Con unos índices de vacunación mucho más reducidos, el fraude fiscal mundial inflige un doble golpe a los países de rentas más bajas, robándoles los fondos para proteger a su población contra la Covid-19 y, por consecuencia, exponiéndoles a un sacrificio humano y económico aún mayor”, asevera el trabajo de Tax Justice Network, la Alianza Global por la Justicia Fiscal y la Federación Sindical Mundial.
El análisis de “El Estado de la Justicia Fiscal” 2021 revela que, por cada dólar que los países de la OCDE donaron al programa COVAX, la iniciativa mundial para atenuar la desigualdad de las vacunas, estos países generan un coste al resto del mundo de USD 43 dólares en pérdidas fiscales, mediante la facilitación del fraude fiscal internacional. “En su conjunto, los países de la OCDE donaron USD 8.700 millones al programa COVAX, pero generaron un coste al mundo de 378.000 millones de dólares en pérdidas fiscales. Si los países de la OCDE no hubieran aportado ningún dinero al COVAX, sino que simplemente hubieran dejado de facilitar el fraude fiscal internacional, los países del mundo entero habrían recaudado suficientes ingresos fiscales como para vacunar contra la COVID-19 a la población mundial 2,9 veces seguidas”, concluye el trabajo.
La Alianza Global para la Justicia Fiscal que redactó el informe es una coalición global del movimiento de justicia fiscal, que hace campaña por sistemas tributarios progresivos y redistributivos a nivel nacional, y por una gobernanza fiscal global transparente y representativa a nivel internacional. La Federación Sindical Mundial agrupa a más de 700 sindicatos que representan a 30 millones de trabajadores en 154 países. Tax Justice Network es una coalición independiente de investigadores y activistas preocupados por los supuestos efectos dañinos de la evasión de impuestos, la competencia fiscal y los paraísos fiscales.
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