El Gobierno nacional presentará este lunes la “Agenda Malvinas 40″ en un acto oficial por el cuadragésimo aniversario que se celebrará en abril por la Guerra de Malvinas, donde combatieron y murieron 649 soldados argentinos en 1982. La iniciativa marcará el inicio del despliegue diplomático y político que llevará adelante el presidente Alberto Fernández durante este 2022, en el que buscará fortalecer la posición del país para abrir una vía de negociación con el Reino Unido por la soberanía del archipiélago.
La cita es a las 18 en el Museo Malvinas y tiene un carácter federal e interministerial. Se prevé la participación de funcionarios de varias áreas del Gabinete, referentes de las provincias australes, legisladores e integrantes del Consejo de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, dirigentes municipales, embajadores argentinos en el exterior, y agrupaciones de veteranos y ex combatientes. Quien está detrás de los oficios es el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, que depende del canciller Santiago Cafiero.
Con el lema “Malvinas nos une”, la convocatoria se produce en el primer día hábil del año, una fecha poco ortodoxa y difícil en la que tanto la política como la población están pensando más en las vacaciones y en el verano que en los actos de gobierno. Sin embargo, la decisión de avanzar con la iniciativa pesó porque es coincidente con otro aniversario: los 189 años de la primera invasión británica del archipiélago producida en 1833. Fue la primera vez que las fuerzas inglesas, cuando la corbeta británica Clio se presentó en Puerto Soledad y desalojó a los argentinos que vivían en las islas.
La “Agenda Malvinas” que se lanzará este 3 de enero incluye la realización, durante todo el año, de más de 100 actividades y acciones sobre la cuestión territorial. Se trata de una iniciativa de carácter federal y “multidimensional”, con la misión de cumplir tres objetivos: homenajear a los combatientes y sus familiares de la guerra; la visibilización y concientización de los argumentos históricos, jurídicos y geopolíticos que sostiene Argentina sobre el archipiélago; y el llamado a la reanudación del diálogo y las negociaciones con el Reino Unido a través de la vía pacífica, como establecen las resoluciones de la ONU sobre el diferendo.
El cronograma de actividades, actos y celebraciones será difundido a través de una página web oficial, en la que también se incluirá material audiovisual de archivo y fuentes bibliográficas. La confección de la agenda se concertó luego de cuatro reuniones de la Mesa de Trabajo Interministerial, presentada el 19 de noviembre pasado por el presidente Alberto Fernández.
El “plato fuerte” de la agenda es el despliegue diplomático que, una vez más, impulsará el Gobierno ante los organismos internacionales como las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros foros regionales como el Mercosur o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La comunidad internacional suele acompañar el reclamo incluso desde otras entidades transnacionales, como el Grupo de los 77 y China, la Cumbre África-Sudamérica (ASA) y la Cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA).
En los últimos meses, la novedad en la gestión de la política exterior se vinculó con la reinstalación de Grupos de apoyo a la Cuestión Malvinas, integrados por personalidades y referentes culturales de cada país para exigir que se inicien las conversaciones sobre la disputa. Esa política, que se discontinuó durante el gobierno de Mauricio Macri, llegó a tener como aliados al arzobispo anglicano premio Nobel de la Paz y activista contra el apartheid, el sudafricano Desmond Tutu, quien falleció en los últimos días. Perú es uno de los grupos más comprometidos, si bien en Cancillería, aclaran, están recibiendo interés de universidades de la Unión Europea.
En el marco del 40° aniversario, el hito central del año será la fecha conmemorativa del 2 de abril, coincidente con el inicio de las hostilidades con el Reino Unido. Para ese momento habrá, muy probablemente, distintas iniciativas. El presidente Alberto Fernández tendrá una participación activa en la conmemoración. Una de las actividades más importantes y emotivas es la tradicional vigilia que realizan los veteranos de Malvinas en las ciudades de Río Grande y Ushuaia en Tierra del Fuego.
Con el espaldarazo presidencial, la mitad de los ministerios del gabinete aportaron para la elaboración de la “Agenda Malvinas”, que tendrá un repertorio de actividades diplomáticas, sociales, culturales, académicas y hasta deportivas durante todo el 2022. Por la naturaleza de la temática, algunos de los funcionarios que tendrán mayor trabajo y exposición son el canciller Santiago Cafiero, el ministro de Cultura, Tristán Bauer y el ministro de Defensa, Jorge Taiana, quienes ya confirmaron su participación al evento del lunes.
En el cronograma se definieron acciones que involucran además a los ministerios de Educación; Ciencia Tecnología e Innovación; Interior; Obras públicas; Turismo; Cultura y a la Jefatura de Gabinete, a través de la Secretaría de Medios. También tuvieron un rol activo la provincia de Tierra del Fuego, a cargo del gobernador Gustavo Melella, y la Federación Argentina de Municipios (FAM) que preside el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera.
Según aclararon fuentes diplomáticas, el despliegue de la “Agenda Malvinas” no tendrá refuerzos presupuestarios y cada ministerio ya cuenta con los recursos para llevar adelante las acciones prevista.
Con ese diagrama de actividades, ¿habrá alguna política específica para los habitantes de las islas? En Cancillería indicaron que la postura es “respetar el modo de vida de los isleños”. Desde hace años, el Estado argentino mantiene una política sostenida de reestablecer el vínculo entre el continente y las islas, pese a las resistencias del Reino Unido para que eso ocurra. La oferta del Poder Ejecutivo de reanudar los vuelos hacia el archipiélago, a través de la aerolínea de bandera, para los varados chilenos del archipiélago persigue ese objetivo, aunque la propuesta va más allá del reclamo de soberanía. “No queremos que se mezcle con la agenda conmemorativa”, aclaran desde el ministerio de Relaciones Exteriores.
Fechas, historia y diplomacia
La primera ocupación británica del archipiélago producida en 1833 forma parte de los argumentos que esgrime el Estado argentino para exigir la soberanía del territorio. La única controversia historiográfica anterior a ese hito se remonta a la fundación del fuerte de Puerto Egmont, en 1765, cuando el Reino Unido instaló una colonia en el islote conocido como Saunders.
Según la presentación del embajador argentino José María Ruda, ante el Subcomité III de Naciones Unidas en su conocido alegato del 9 de septiembre de 1964, la colonización británica de 1765 posteriormente fue abandonada voluntariamente por el Reino Unido. Al poco tiempo, fue ocupada por la corona española a través de la gobernación de las Islas Malvinas, dependiente de la Capitanía General de Buenos Aires.
La reconstrucción histórica que presentó Ruda ante la ONU señala que el establecimiento argentino en las islas Malvinas fue pacífico y consentido. Entre 1767 y 1811 se sucedieron 32 gobernadores de Malvinas. Durante un largo período hubo pactos de convivencia en esa zona del atlántico con el gobierno británico, como la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, en febrero de 1825. El inicio de las reproches y planteos ocurriría recién en 1829, luego de que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez, resolvió crear una comandancia política y militar con sede en Puerto Soledad. En ese marco es que se produce, cuatro años después, la primera invasión militar de los ingleses.
Las fechas conmemorativas son un instrumento clave para reinstalar agenda. En el Gobierno quieren presentarla, también, desde su reverso: los cuarenta años de la guerra coinciden con el cuadragésimo aniversario de la Resolución 37/9 de la ONU, que sostiene que el conflicto bélico no alteró la naturaleza de la disputa de soberanía. Este 2022 se cumple también una década de la declaración de Ushuaia, el documento en el que todas las fuerzas políticas aprobaron, por unanimidad, la pertenencia de las islas al territorio nacional.
En ese marco, el Gobierno apunta a que “Agenda Malvinas” se transforme en una movilización de toda la sociedad. Por eso cuidan las palabras: no quieren que sea “una campaña”, un concepto peyorativamente asociado a la politización y que en el pasado reciente fue cuestionado por la oposición.
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