Hay preocupación. Es normal. La cantidad de casos de Covid-19 que se registraron ayer es la más grande en los últimos 7 meses. Cuando la pandemia parecía ser parte del pasado, el coronavirus atacó de nuevo y encendió las alarmas de las autoridades sanitarias, que tenían en claro que este aumento de contagios se podía registrar sobre el final del año. No los sorprendió.
Ayer se registraron 33.902 contagios en todo el país. Una vez más, la curva de casos se inclinó hacia arriba y empezó a sembrar temor en la sociedad, que asiste a los últimos días del año mirando cómo los centros de testeos acumulan gente en las puertas y los contactos estrechos de casos positivos se multiplican a toda velocidad.
En ese contexto, el Consejo Federal de Salud (Cofesa) se reunirá, a través de una videoconferencia, con una agenda que tiene cuatro temas centrales: el avance del plan de vacunación, la situación epidemiológica de cada distrito de acuerdo al crecimiento de contagios de los últimos días, la definición sobre acortar el tiempo de aislamiento y la decisión de autorizar la venta de test de autoevaluación en la farmacias.
El encuentro, que será encabezado por la ministra de Salud, Carla Vizzotti, comenzará a las 10 y se espera que se extienda hasta la tarde, debido a la cantidad y variedad de temas que deben definirse en el final del año y frente al cambio de escenario epidemiológico.
Hasta el momento, desde que se registra el contagio las personas infectadas cumplen con 10 días de aislamiento. La intención es reducir la cantidad de días, aunque no está definido a que número. La ministra explicó en las últimas horas que para bajar la cantidad de tiempo juega un rol central el impacto de la vacuna y la levedad de los casos. Es otra etapa de la pandemia y otro el daño de las cepas que están circulando.
Vizzotti considera que en este tiempo de la pandemia, donde la tercera ola de Covid-19 finalmente llegó a la Argentina, se produjo un cambio de paradigma, donde el foco está puesto en el crecimiento de la ocupación de camas de terapia intensiva, las internaciones y las muertes. Esos números hoy son bajos respecto a la cantidad de casos que hay.
Según el último reporte de la cartera sanitaria, en todo el país está ocupado el 34,4% de las camas de Terapia Intensiva, teniendo en cuenta todas las patologías, tanto en el sector público como en el privado. El número escala al 36,4% en lo que respecta a la ocupación en las terapias intensivas del AMBA.
En lo específico dentro de cada distrito, en la Ciudad de Buenos Aires, en el sistema público, hay un 6% de camas ocupadas por casos graves de Covid-19 y un 3,1% por casos moderados. En el sistema privado se eleva a 10,4% por casos graves y a 9,8% por moderados.
En la provincia de Buenos Aires hay una ocupación del 46,7%, entre el sistema público y privado, debido a que el gobierno bonaerense gestiona la ocupación a través de un mismo centro de monitoreo. De 4.916 camas de Terapia Intensiva que hay en la provincia, 2.265 están ocupadas y solo 179 son por casos de coronavirus. El resto pertenece a otras patologías.
Lo que está sucediendo es que la vacuna está reduciendo el impacto del virus en los organismos y los casos que están viendo los médicos son más leves que los que se vieron en las dos primeras olas de Covid-19. Por eso desde el Ministerio de Salud buscan aplacar el temor y bajan un mensaje antipánico frente a la escalada de contagios.
El último lunes Vizzotti dejó en claro un tema importante en este momento de decisiones sanitarias en todo el país. Aseguró que cada jurisdicción tiene la potestad de definir si las personas que son contacto estrecho de un caso positivo y tienen, al menos, un síntoma, sean consideradas positivas, sin tenerse que testear.
Es una herramienta, llamada confirmación clínico-epidemiológica, que las autoridades sanitarias nacionales habilitaron en agosto del 2020 y que ya fue utilizada por algunas provincias. Cada gobierno decide si usarla o no, en tanto tenga capacidad de testeo y cantidad de materiales necesarios para testar.
Por otra parte, la autorización para vender test de autoevaluación en las farmacias también entrará en evaluación durante la reunión de hoy, como una herramienta para descomprimir los lugares de testeos.
El objetivo central es reducir la presión en esos centros que se vieron rebalsados de gente en la última semana, donde el aumento de contagios se mezcló con la llegada de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Sobre todo teniendo en cuenta que la capacidad de testeo no es igual en todas las provincias, lo que implica que muchos centros no puedan sostener la demanda.
Ayer por la tarde hubo una reunión del Comité de Expertos para empezar a discutir los temas que este miércoles profundizará el Cofesa. La idea es que por la tarde haya mayor claridad sobre cómo van a avanzar las autoridades sanitarias con los protocolos en este nuevo tiempo de coronavirus.
En paralelo a la discusión sanitaria está la decisión política de qué hacer con las medidas de restricción y control. En ese sentido el presidente Alberto Fernández fue terminante y aseguró que no tomará ninguna medida restrictiva. La principal herramienta para combatir el virus sigue siendo la vacunación. “En la medida en que nos vacunemos, todo va a ser más fácil de llevar”, sostuvo en la Casa Rosada.
El Gobierno no evalúa aplicar ningún tipo de medidas en el corto plazo frente al crecimiento de casos. Se aferran al cambio de paradigma que detalló Vizzotti y donde el número de casos no debería generar pánico, ya que los cuadros que aparecen son mayoritariamente leves y los hospitales no están sobrepasados. Ni siquiera teniendo en cuenta que la vida está funcionando a un ritmo normal y hay otras patologías que se atienden diariamente.
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