El Gobierno ratificó que convertir los planes sociales en trabajo genuino será una de las metas para 2022

Juan Zabaleta es un hombre de levantarse temprano. Aunque sus tareas relacionadas al ministerio de Desarrollo Social y la política vinculada a su distrito, Hurlingham, del cual es intendente en uso de licencia, lo demoren hasta entrada la noche; a las 7.30 de la mañana suele dejar los primeros mensajes a sus colaboradores. Sin embargo, desde la llegada de Juan Manzur a la jefatura de Gabinete, “temprano” es “más temprano”. Hoy, por ejemplo, tuvo que despertarse, como tarde, a las seis, porque el jefe de ministros lo citó a las siete en Casa de Gobierno para la reunión personal que Manzur realiza con cada uno de los integrantes del gabinete de Alberto Fernández. El objetivo es realizar el balance anual, los objetivos cumplidos, los que aún faltan, y las propuestas para 2022.

Ambos concluyeron que el 2021 fue “un año de mucho trabajo”, y destacaron “la cobertura en políticas alimentarias”, programas que deberán continuar y quizás profundizarse si los índices de pobreza, indigencia y desocupación no retroceden.

La evolución de la pandemia, cuyos casos están en franco aumento en el país, también será un factor determinante en cuanto a la asistencia social, como ya ocurrió durante la primera y segunda ola de COVID-19 y en los momentos más duros de la cuarentena impuestas por la Casa Rosada.

Los horarios de reuniones con el jefe de Gabinete son motivo de chanzas entre los funcionarios. De hecho, el propio Zabaleta recuerda cuando un sábado el gobernador de Tucumán en uso de licencia lo llamó y le dijo “el café se te está enfriando”. Del otro lado de la línea hubo un segundo de silencio, de incomprensión. No había nada agendado. Manzur de inmediato despejó dudas: “Te espero a las 8.30 así hablamos cara a cara los temas, café por medio”.

Eran los primeros días de su gestión y la derrota en las elecciones PASO aún eran tema de conversación y preocupación en el Frente de Todos.

La de esta mañana fue una reunión mucho más distendidas que aquellas. Los dos ministros coinciden en que, si la coyuntura sanitaria lo permite, la articulación de los planes sociales, sobre todo el Programa Potenciar Trabajo, con trabajo genuino, será prioridad.

“Es clave la economía popular como arranque de la Argentina en materia de empleo genuino”, dijo Zabaleta al finalizar el encuentro.

“Este 2021 fue un año de mucho trabajo”, entendió el ministro de Desarrollo Social y destacó la evolución que tuvo la tarjeta Alimentar, creada en la gestión del Frente de Todos, y el apoyo al sistema alimentario escolar con los merenderos escolares.

Ante Manzur, Zabaleta destacó la puesta en marcha del Programa Mi Pieza, para “acompañar la generación de empleo”.

Los ministros evaluaron que el programa demostró ser una política de gran impacto para contrarrestar el hacinamiento que tienen los sectores más vulnerables de la población.

Un dato descolló en el balance. El Programa Mi Pieza ya seleccionó 105.000 familias para mejorar las condiciones de vida en 4.000 barrios populares. El funcionario describió que estas pequeñas obras, por ejemplo, “impactaron en el consumo, en corrales de materiales, en contratación de albañiles”. El programa fue lanzado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en septiembre pasado y ya cuenta con más de 65.500 millones de pesos invertidos.

Está destinado a mujeres mayores de 18 años, argentinas o con residencia permanente, y tiene como objetivo la ampliación y mejoras de viviendas en barrios populares pertenecientes al Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap).

Café y agua mineral mediante, los ministros de Fernández destacaron también el impacto que tuvo el Programa Banco Herramientas que está dirigido a cuentapropistas y a cooperativas.

Las máquinas y herramientas entregadas sirven para la generación de empleo también al igual que el Programa Mejor Barrio, según el balance que realizó Zabaleta.

Este último programa prevé la construcción de unos 5.000 “playones deportivos”, de los cuales ya se construyeron 200 playones. Esos espacios, previstos como lugares de encuentro para los jóvenes, combinan tres deportes, básquet, fútbol y vóley.

La construcción de cada playón deportivo emplea aproximadamente a unos 30 trabajadores en la construcción, que por lo general viven en los mismos barrios dónde se levantan. Muchos son trabajadores de cooperativas, algunas de ellas vinculadas a los movimientos sociales como el Evita, Barrios de Pie o la Corriente Clasista y Combativa. A diferencia del Programa Mi Pieza, los espacios deportivos no solo se construyen en los barrios populares inscriptos en el Renabap.

La economía popular fue uno de los ejes de la reunión de esta mañana. Zabaleta le dijo a Manzur que “es un fenómeno más que importante” y adelantó que “se le van a sumar distintas herramientas que la van a consolidar, como el monotributo inclusivo, que va a permitir formalizar a más de 6.400.000 personas”.

En este punto, los funcionarios acordaron que el año 2022 debe ser el punto de partida para lograr “potenciar la generación de empleo” a través de cada uno de los programas administrados desde el ministerio de Desarrollo Social. Zabaleta aseguró que el encadenamiento productivo con la economía popular y el sector pyme será un primera paso.

Una experiencia en principio exitosa se consiguió a través de Argentina Programa. A principios de este mes, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y Zabaleta, firmaron un acuerdo para que titulares del programa Potenciar Trabajo accedan a las capacitaciones en programación de Argentina Programa.

A través del convenio, le explicó el ministro de Desarrollo Social al jefe de Gabinete, se desarrollarán acciones y proyectos de capacitación en habilidades acordes a los requerimientos de la Economía del Conocimiento para mejorar las condiciones de empleo de registrados en el Potenciar Trabajo, y así fomentar su ingreso al conjunto del entramado productivo.

Zabaleta destacó que ya se entregaron certificados de aprobación de la primera etapa del programa y tarjetas con subsidios de 100.000 pesos para la compra de equipos informáticos a estudiantes que, a su vez, forman parte de Potenciar Trabajo.

Por último, Zabaleta detalló que desde su cartera “se está trabajando con Argentina Armónica en foros de la economía popular, con el sector de la agricultura familiar, con el de recicladores urbanos y con los cuidadores comunitarios en la red de merenderos y comedores comunitarios”.

Cada uno de esos programas e iniciativas, serán impulsadas el año próximo con el objetivo de “impulsar el trabajo y la producción” y de a poco ir reemplazando el asistencialismo por empleo genuino. Una tarea que podrá prosperar si la pandemia del COVID-19 no obliga a invertir buena parte del presupuesto en urgencias alimentarias, y otorgar dinero extra a las familias más necesitadas a través de mayores cobertura como, por ejemplo, a través del Programa Alimentar.