Mientras aumenta ostensiblemente la cantidad de casos de COVID-19, el presidente Alberto Fernández estar preocupado por la nueva ola de coronavirus tras la llegada de la cepa Ómicron a la Argentina, pero aseguró que por el momento no evalúa nuevas medidas restrictivas. En cambio, el Gobierno apuesta a la profundización de la campaña de inoculación. “En la medida en que nos vacunemos, todo va a ser más fácil de llevar”, dijo el primer mandatario durante un brindis de fin de año con periodistas en la Casa Rosada.
En el rellano frente a la Sala de Periodistas, en el primer piso de la Casa de Gobierno, Alberto Fernández sostuvo ante la consulta de periodistas acreditados que no planea aplicar nuevas restricciones: “Hemos hecho todos un gran esfuerzo y le doy las gracias a cada argentino y argentina. Fueron dos años muy difíciles, que afrontamos todos como pudimos. Hicimos todos un gran esfuerzo, si el problema de los nuevos contagios no es tan grave es porque los argentinos tuvieron la responsabilidad de vacunarse”, expresó.
Sobre la suba de casos, que ayer superó los 20.000 registros, el jefe de Estado respondió: “Sí, a todos nos preocupa, porque quisiéramos no tenerlo. Pero en la medida en que nos vacunemos todo va a ser más fácil de llevar. Así estamos”.
La Argentina reportó ayer 20.263 nuevos contagios y los casos positivos totales llegaron a 5.480.305. Empezaron a aumentar en diciembre, con picos en los últimos días que los expertos adjudican al relajamiento de las medidas de cuidado -como el uso de barbijo y la distancia social-; a la mayor transmisibilidad de la cepa Ómicron, que se detectó en el país el mes pasado; y al aumento de la frecuencia de las reuniones sociales con motivo de las Fiestas de fin de año.
Tras las elecciones legislativas primarias de septiembre, frente a la baja de casos registrada en ese momento, y con vistas a los comicios Generales, el Gobierno anunció una serie de aperturas y relajamiento en las medidas restrictivas. Meses después, ante la suba de casos y al detectar un estancamiento en la cantidad de ciudadanos vacunados con esquema completo -a pesar de la disponibilidad de dosis-, algunos distritos, entre ellos la provincia de Buenos Aires, decidieron implementar el pase sanitario en ciertas actividades, como eventos masivos. El objetivo es estimular la inoculación.
La última medida relacionada a la pandemia tuvo lugar hace cinco días, cuando el Gobierno prorrogó la emergencia sanitaria hasta el 31 de diciembre de 2022. Lo hizo a través de un decreto que lleva la firma del Presidente, en la víspera de Navidad. La medida había sido declarada originalmente el 12 de marzo de 2020 como una forma de “dotar al Estado de las herramientas necesarias, adecuadas, eficaces y transparentes para combatir la pandemia de coronavirus”.
Mientras tanto, distintas localidades empezaron a aplicar acciones para evitar que la curva de contagios continúe en aumento, lo cual afecta la temporada de verano para el sector del turismo, ya muy golpeado por los sucesivos cierres de 2020 y 2021.
Ayer, la Municipalidad de Bariloche suspendió la llegada de todos los viajes de egresados hasta el 2022, y le pidieron a las empresas que se reprogramen los viajes estudiantiles programados para los próximos 6 días. Hasta hoy había más de 600 chicos aislados entre casos positivos y contactos estrechos -de un total de 6000 menores-, por lo que casi no quedan camas en los hospedajes para que puedan cumplir con el aislamiento obligatorio.
En la tercera ola de coronavirus, el aumento de los contagios es exponencial: en la última semana creció un 157% y en las últimas 24 horas se reportaron 20.263 nuevos casos. Se trata de la mayor cifra en más de cinco meses. La Ciudad de Buenos Aires reportó 4.005 contagios, sólo superada por la provincia de Buenos Aires con 6.199 contagios y 5.583 en Córdoba. Entre los tres distritos concentraron el 78% de las nuevas infecciones registradas en las últimas horas.
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